1 de noviembre 2022
El ritmo de crecimiento de la economía de Nicaragua seguirá desacelerándose en 2023, pese a una leve mejora de las perspectivas del país de cara al cierre de 2022, sostiene la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist (EIU), en su informe más reciente, publicado en octubre.
Factores externos como la recesión en Estados Unidos, de finales de 2022 y principios de 2023, afectarán los sectores orientados a la exportación en Nicaragua, especialmente la industria de la maquila, según la publicación de referencia internacional.
Esto se suma a lo que la EIU califica como una “crisis derivada de un período de precios elevados de las materias primas a nivel mundial” causado por la guerra entre Rusia y Ucrania, que generará condiciones económicas complejas por los altos costos de los insumos.
Leve mejoría antecede oscuro panorama económico
La misma EIU reconoce que este gris panorama para Nicaragua se verá antecedido por una leve mejoría en el crecimiento estimado para el país, el cual, de acuerdo al análisis de la publicación, mejorará para finales de 2022 a un 3.5%. Para julio pasado, la EIU establecía que el crecimiento del país en 2022 rondaría el 2.1%.
Otro factor que impactará en un corto plazo a la economía de Nicaragua es el impacto de la crisis de inflación global en la capacidad adquisitiva de los nicaragüenses.
“La perspectiva a corto plazo es el impacto de una inflación más rápida en el crecimiento de los salarios; esperamos que los salarios reales caigan por cuarto año consecutivo en 2023, en un 1.7%. Vientos en contra derivados del endurecimiento de la política fiscal (en Nicaragua) son un motivo adicional de preocupación, al igual que los aumentos de las tasas de interés internas que elevarán los costos de endeudamiento ya altos para las empresas”, cita el análisis de la EIU.
“En nuestra opinión, el crecimiento seguirá siendo bastante moderado en el mediano plazo, lo que refleja el limitado acceso a la financiación externa, un entorno empresarial deficiente y la falta de confianza en el Estado de derecho. En consecuencia, esperamos que el crecimiento del PIB real promedie poco menos del 2% anual en 2023-27”, añade.
Para el informe de julio de 2022, las proyecciones de crecimiento de la EIU para Nicaragua fueron de 2.4% en 2023, 2.1% en 2024, 2.0% para 2025 y 2.1% en 2026.
“Nicaragua está luchando contra la alta inflación de precios al consumidor, que se situó en 12.1% en agosto. Estimamos que las presiones inflacionarias seguirán siendo difíciles de contener”, añade el reporte.
“La guerra entre Rusia y Ucrania está amplificando los problemas existentes en la cadena de suministro global, elevando el costo local de una gran cantidad de productos e insumos agrícolas y energéticos. Por lo tanto, esperamos que la inflación caiga sólo lentamente, de modo que el promedio sea de un 6.8% en 2023”, subraya.
Remesas ayudan, pero no solucionarán crisis
El análisis destaca que las remesas continuarán experimentando un crecimiento en 2023. Incluso se proyecta que crezcan por encima de lo que la EIU calificó como un “aumento extraordinario” de más del 40% en lo que va de 2022.
“Es probable que los muchos nicaragüenses que abandonaron el país después de las elecciones de 2021, aseguren su apoyo a los miembros de su familia en su hogar de Nicaragua. Esto impulsará el consumo privado y el crecimiento de las importaciones”, señala el reporte.
Una encuesta de la firma especializada CID Gallup divulgada este lunes 31 de octubre por CONFIDENCIAL, señaló que 58% de los consultados expresó que emigraría del país si tuviera los recursos, principalmente a Estados Unidos, Costa Rica y España.
Sin embargo, el análisis de la EIU determina que el peso de las remesas no significa un efecto positivo sustancial en las perspectivas futuras de la economía nicaragüense.
“La economía continuará enfriándose en 2023 por la combinación de un clima de inversión deficiente, el bajo crecimiento del crédito y salarios reales en declive. Esperamos que varias de estas tendencias persistirán más allá de ese año, lo que resultará en un crecimiento anual deslucido”, reitera el análisis de la EIU.
Estados Unidos no tocará el Cafta
El análisis también se refiere a las presiones diplomáticas y económicas de la comunidad internacional, principalmente de Estados Unidos, para restaurar la democracia en Nicaragua, refiriendo que no espera que estas logren tener un efecto disuasivo en el régimen.
“No esperamos que estas medidas debiliten el control del poder por parte del régimen en Nicaragua. Nuestro pronóstico de referencia es que EE. UU. se abstendrá de implementar sus medidas más poderosas, como la exclusión de Nicaragua del CAFTA”, señala el análisis.
“No solo sería complicado tal movimiento desde una perspectiva legal, sino que también impondría severas dificultades económicas a los nicaragüenses comunes y a la región en general. Es más, incluso en estas circunstancias, no esperaríamos que los líderes de Nicaragua fuesen disuadidos de seguir su curso actual o fácilmente ser desalojados del poder”, subraya.
“Municipales no serán libres, ni justas”
El análisis de la EIU también se detiene en las votaciones municipales del 6 de noviembre próximo, un proceso que igual que las elecciones generales de 2021, se llevarán a cabo sin competencia política, con la colaboración de partidos “zancudos”, sin transparencia y bajo la sombra de la represión.
La publicación de la EIU hace eco de este panorama y deja claro que desde su perspectiva, este proceso de votaciones no tendrá legitimidad.
“Las votaciones municipales no serán libres ni justas. El FSLN destituyó por la fuerza a los alcaldes de cinco pueblos pequeños de sus cargos en julio; todo previamente pertenecía al partido opositor Ciudadanos por la Libertad”, señala.
“Los alcaldes podrían haberse postulado nuevamente en noviembre en boletas de la oposición ‘colaboracionista’, como el PLC, una perspectiva que el Gobierno no podía tolerar. Estos últimos movimientos añaden peso a nuestra previsión existente de que no habrá una votación realmente competitiva, mientras el señor Ortega permanezca en el poder”, subraya.