31 de octubre 2022
El cardenal Leopoldo Brenes afirmó este lunes 31 de octubre en el Vaticano que hay que seguir dialogando con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, a pesar de que este mantiene una escalada represiva contra la Iglesia católica y ha encarcelado a un obispo, ocho sacerdotes y dos seminaristas".
Siempre debemos continuar con el diálogo. El diálogo comienza pero no sabemos cuándo termina, hay que seguir adelante, promoverlo siempre. El papa siempre nos da esta indicación: el diálogo no puede terminar", expresó el cardenal Brenes tras participar en la presentación de un documento del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM).
Brenes también fue recibido este lunes 31 de octubre por el papa Francisco, por lo que explicó que el sumo pontífice "conoce bien la situación y que siempre está informado" y que le dijo que "siguiera adelante con la predicación y con el acompañamiento de nuestro pueblo, sobre todo para estar con nuestro pueblo humilde y sensible y cercano a los sacerdotes".
El cardenal expresó su preocupación por "el problema de la emigración". "Es una gran preocupación para nosotros y también para el Santo Padre. La emigración es un dolor muy grande porque la familia se abandona, hay serios riesgos de ir, por ejemplo, a Estados Unidos, pasando por Honduras, Guatemala… Es realmente difícil".
No tiene miedo, asegura cardenal Leopoldo Brenes
A pesar de haber sufrido agresiones en el pasado, Brenes aseguró que no tiene miedo de volver a Nicaragua. "No tengo miedo. Yo voy por las parroquias, manejo un auto, si me paro en un semáforo hablo con quién me encuentro", añadió.
Admitió que siente preocupación, pero agregó: "Tengo que ser el primero en mostrar esperanza y confianza en Dios".
El seis de marzo pasado el régimen de Ortega expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, también echó del territorio nacional a 18 misioneras de la Caridad, congregación que fundó la Madre Teresa de Calcuta, y continuó con el arresto domiciliario del obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
Asimismo, la justicia del régimen sentará en el banquillo de los acusados, el 1 de diciembre próximo, a cuatro sacerdotes católicos, dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa, para responder por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.
El régimen de Ortega también ha clausurado una decena de radios y canales de televisión que pertenecían a la Iglesia católica y en menos de cuatro años la Iglesia católica nicaragüense ha sido objeto de 190 ataques.
Diálogo sin respuesta
El 15 de septiembre pasado, el papa Francisco reveló que “hay diálogo con Nicaragua” y que el Vaticano ha hablado con el Gobierno de Ortega sobre la escalada represiva que sufre la Iglesia y la crisis de derechos humanos en este país. El régimen, sin embargo, no se ha pronunciado públicamente sobe el tema y ha continuado los ataques contra los líderes religiosos.
"En Nicaragua las noticias son claras, hay diálogo, se ha hablado con el Gobierno. Hay diálogo, pero esto no quiere decir que se apruebe o desapruebe todo lo que hace el Gobierno", expresó el pontífice durante una rueda de prensa a bordo del avión papal a su regreso a Roma después de su viaje a Kazajistán.
El papa aseguró que "hay problemas y hay que resolverlos" y deseó que puedan regresar al país las misioneras de la Caridad.
"Hay cosas que no se entienden, que no se asimilan, pero nunca hay que detener el diálogo", agregó el papa, tras calificar de "incomprensible" la expulsión de Nicaragua del nuncio Sommertag, que es "un buen hombre que ahora ha sido nombrado en otro país".