22 de octubre 2022
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La jueza Gloria María Saavedra Corrales, del Juzgado Décimo de Distrito de lo penal de audiencias de Managua, remitió a juicio al sacerdote Oscar Danilo Benavides Dávila, acusado supuestamente de “conspiración para cometer menoscabo” y “propagación de noticias falsas”, según el acta de la audiencia inicial realizada el jueves 6 de octubre.
El caso fue remitido a la jueza orteguista Nancy Aguirre Gudiel, del Juzgado Décimo e integrante de la maquinaria de judiciales y fiscales orteguistas encargados de acusar y condenar a los presos políticos cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), El Chipote.
Con el padre Benavides Dávila, se elevan a ocho el número de religiosos procesados por “conspiración” y “propagación de noticias falsas”, delitos que han sido instrumentalizados por el Poder Judicial de la dictadura contra la ciudadanía, aunque no sean aplicables a dichos casos, han señalado expertos en derecho penal.
Señalan a monseñor Rolando Álvarez
La defensa privada del sacerdote cuestionó la acusación presentada por la Fiscalía, en la que mencionan a monseñor Rolando Álvarez, encargado de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, y que tiene casa por cárcel desde el 19 de agosto, en Managua.
"La acusación no relata hechos que puedan sostener una teoría fáctica. La acusación señala a otras personas investigadas, de lo cual no termino de entender porque si se habla de monseñor Rolando Álvarez, él también tendría que estar aquí. De lo contrario, la acusación sería atípica. Se habla de videos en la página tres de la acusación, las opiniones que mi representado expresó, pero es su opinión", cuestionó el abogado defensor del sacerdote, según el acta que se encuentra en el sistema electrónico Nicarao del Poder Judicial.
Según el defensor privado del padre Benavides, la Fiscalía no determina cuáles son las supuestas conspiraciones en las que estuvo involucrado y cómo se ejecutó el presunto menoscabo. Sin embargo, el Ministerio Público aseguró que cuenta con elementos de pruebas, que son testimoniales, actos de investigación, periciales y documentales. La juez admitió el caso, pero no programó la fecha de juicio.
Benavides fue secuestrado por agentes policiales el domingo 14 de agosto a las 5:50 de la tarde y llevado a El Chipote, casi dos horas después de terminar su última misa en la capilla Inmaculada Concepción en Mulukukú. Este pueblo está ubicado en el lejano Caribe Norte de Nicaragua, donde el sacerdote de 50 años es reconocido por su carisma.
Era el encargado de la parroquia Espíritu Santo, de la que había tomado posesión el 25 de mayo pasado. Antes, se había desempeñado como exasesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Matagalpa, según los datos publicados en las redes sociales de esa comunidad católica en 2016.
En junio pasado, el régimen encarceló al sacerdote Manuel García de Nandaime, al mes siguiente a monseñor Leonardo Urbina en Boaco y posteriormente a Óscar Benavidez.
Como parte de la escalada represiva contra la Iglesia católica, el régimen mantiene a once religiosos detenidos -el último fue el padre Enrique Martínez-, ocho están en el Chipote, uno en sistema penitenciario de Granada, uno en el sistema penitenciario de Tipitapa y Álvarez en casa por cárcel.
El orteguismo expulsó también al nuncio apostólico, cerró diez emisoras de la Diócesis de Matagalpa y forzó la salida de Nicaragua de las Misioneras de la Caridad.
