17 de octubre 2022
Familiares de presos políticos de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, exigieron “¡visitas ya!” a las autoridades de Nicaragua, denunciando que no han podido confirmar la condición de salud física y emocional de sus familiares, ya que tienen más de 50 días sin tener acceso a un encuentro, siendo este el tercer período más largo de incomunicación al que han sido sometidos.
“En este tiempo de incomunicación, que es parte de la tortura psicológica que el régimen implementa para reprimir y afectarnos, no nos brindan información de cómo se encuentran, y cuando insistimos nos amenazan con no recibir el agua”, señala parte del comunicado conjunto divulgado por los familiares de presos políticos de El Chipote.
En más de un año de encarcelamiento, los reos políticos de El Chipote solo han sido autorizados por el régimen Ortega-Murillo a tener diez visitas familiares. Los encuentros con los períodos más extensos de incomunicación, según datos recogidos por CONFIDENCIAL, fueron el primero, autorizado el 31 de agosto de 2021, luego que los presos políticos fueron ocultados por entre 80 y 95 días, aproximadamente; y el sexto, realizado entre el 17 y 19 de marzo, cuando el régimen ordenó una incomunicación por hasta 55 días.
Andrea Larios, hija del preso político Irving Larios, leyó el comunicado conjunto de los familiares resaltando que la situación de incomunicación con los reos de conciencia es “desesperante” sobre todo después del paso del huracán Julia, que impactó el Caribe Sur del país como un ciclón de categoría uno y ha dejado más de 300 millones de dólares en daños en todo el país, según los datos preliminares del régimen Ortega-Murillo.
“Desconocemos qué pasó con ellos o cómo actuó la institución policial para resguardar su seguridad, tomando en cuenta que en algunas celdas hay mucha humedad e incluso se inundan”, apuntó.
Salud y vida de los reos políticos “está en riesgo”
Los familiares además resaltaron el riesgo que corren “la salud y vida” de los cuatro presos políticos Miguel Mendoza, Róger Reyes, Irving Larios y Dora María Téllez, quienes desde el mes de septiembre iniciaron huelga de hambre, como medida de presión para que les autoricen visitas con sus hijos menores de edad y se ponga fin a las condiciones inhumanas, de aislamiento prolongado y en solitario, además de la falta de acceso a atención médica especializada o material de lectura, al que son sometidos en El Chipote.
“Es imperativo que se les brinde atención médica especializada, alimentación adecuada y la garantía al respeto a sus derechos humanos. Tememos que pueda morir en ese centro de tortura. Cada día que pasa sus vidas corren mayor peligro”, denunciaron.
Raity Larios, hija del preso político Irving Larios, quien tiene 23 días en huelga de hambre, exigiendo respeto para sus derechos, explicó que como familia todos los días se levantan “primero con la incertidumbre de tener a nuestros familiares en esas condiciones y segundo en tener esa visita cuando a ellos se les ocurra”.
“Pasamos noches, días, pensando si comieron, si están vivos. Vivimos con miedo porque así nos tiene la dictadura. Estamos viviendo un terror emocional, es una tortura lo que vivimos, el hecho de pasar 52 días desde la ultima visita sin saber nada de mi papá, sin saber cómo está, es una tortura, es por eso que les decimos que la visita la queremos ya, queremos constatar cómo están nuestros familiares”, demandó.
"Que suspendan la agonía de la incomunicación"
Ramón Mendoza, hermano del periodista y preso político Miguel Mendoza, afirmó que su familiar tiene 29 días en huelga de hambre, exigiendo que se respete su derecho a tener comunicación y visitas con su hija de nueve años, pero el régimen “se hace de oídos sordos a su demanda” y, contrario a esto, responde prolongando más el período de visitas familiares.
“La situación de Miguel para nosotros es preocupante. Nosotros le recomendamos que no hiciera la huelga por su estado de salud, su bajo peso y sus condiciones crónicas, pero él dijo sí y las autoridades se han hecho oídos sordos a su mecanismo de presión para ver a su hija, y han alargado más las visitas, no lo vemos desde el 27 de agosto, demandamos la suspensión de esta agonía”, urgió.
Además, indicó que la hija de Miguel “todos los días pregunta por su padre, llora por él y ha tenido ocho crisis por no poder verlo. Le hace dibujos, cartas y no ha permitido que ella tenga ningún tipo de comunicación con él. El abogado más de once veces se han hecho las gestiones pertinentes y no se les ha permitido, ha sido imposible”.
Fernanda Guevara, esposa del abogado Róger Reyes, quien también se encuentra en huelga de hambre desde hace 27 días, explicó que como familia están “sumamente preocupados” por la salud del reo de conciencia, ya que tiene “50 días sin verlo, sin saber nada de él, que antes de la huelga ya tenía una nutrición deficiente”.
“Nosotros no estamos pidiendo favores. Estamos pidiendo el derecho de mi esposo y de mis hijas, que se ha violentado porque no les permiten verse, comunicarse, tampoco le permiten ver una foto tamaño pasaporte de sus hijas o ver un dibujo”, denunció.
“Pido por la libertad incondicional de mi esposo y por que se respeten los derechos de él y de mis hijas”, añadió.
En el comunicado conjunto los familiares reiteraron sus demandas de comunicación a través de llamadas telefónicas, dibujos y mensajes de los hijos menores o mayores de edad y demás familiares que están fuera del país; regularización de visitas periódicas cada 15 días; información regular sobre el estado de salud de sus familiares en los períodos entre visitas; terminar con el confinamiento solitario y el aislamiento del mundo exterior; y permitir el acceso a material de lectura y escritura.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene a más de 219 personas encarceladas por motivos políticos en Nicaragua. La lista de presos políticos de Nicaragua ha sido engrosada con periodistas, defensores de derechos humanos, campesinos, estudiantes, sacerdotes, activistas políticos, candidatos a la presidencia y empresarios.