7 de octubre 2022
AA
Share
El régimen de Daniel Ortega decretó alerta amarilla en todo el territorio nacional ante el avance del huracán Julia, que de acuerdo al Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) tocará las costas del Caribe de Nicaragua entre la noche de este sábado y madrugada del domingo 9 de octubre.
A las 4:00 am de este sábado Julia, entonces tormenta tropical, estaba localizada a unos 550 km al este de las costas del Caribe de Nicaragua, con vientos máximos sostenidos de 95 km/h y continuaba desplazándose hacia al oeste a una velocidad de 30 km/h. En el transcurso del día el fenómeno se ha fortalecido hasta convertirse en huracán categoría 1.
El régimen de Nicaragua informó que en las últimas horas la trayectoria de Julia se ha desplazado ligeramente hacia el sur, por lo que podría impactar en la zona de Laguna de Perlas como un huracán categoría 1. Se prevé que, una vez en tierra, pierda intensidad y se debilite a tormenta tropical.
Debido al impacto del huracán se esperan mareas altas en el Caribe, lluvias que podrían ocasionar inundaciones y deslizamiento en zonas de montañas. El régimen ha iniciado un proceso de evacuación a las familias que habitan en las zonas de mayor riesgo.
Las evacuaciones
"Hemos estado coordinando todos los esfuerzos de las distintas entidades de gobierno y desde el Sinapred, comunicándonos con las comunidades, líderes sociales, líderes de fe, comunicándonos entre nosotros y las autoridades locales para garantizar que se tomen y se continúen tomando todas las medidas necesarias para protegernos", anunció este sábado la vicepresidenta, Rosario Murillo, a través de medios oficialistas.
La también primera dama informó que entre 200 y 300 personas ya han sido evacuadas por el Ejército de Nicaragua en los Cayos Miskitos y las comunidades cercanas a Laguna de Perlas.
Hasta el momento los evacuados "son muy pocos", comentó Murillo. " Lo principal es la evacuación a tiempo para protegernos, con la vasta experiencia que hemos venido adquiriendo a lo largo de los años de locura climática también, porque se han acelerado, hecho más frecuente y también más desastrosos estos eventos que golpean a unos y a otros", agregó.
Según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) en las islas y cayos del Caribe nicaragüense habitan más de 7800 personas, la mayoría en Corn Island, aunque también hay poblaciones dispersas en los cayos del norte de Nicaragua.
Murillo también afirmó que las autoridades están preparando las condiciones para evacuaciones de emergencia en caso de que sean necesarias.
"Unas horas antes (del impacto) vamos a estar emitiendo alertas específicas para garantizar que todas las precauciones se eleven al máximo", señaló Murillo la tarde del viernes.
También el coordinador del Consejo de Desarrollo para la Costa Caribe y magistrado electoral, Lumberto Campbell, quien refirió a una alerta "serena".
El Gobierno de Nicaragua mantiene una vigilancia de huracán en su territorio Caribe, correspondiente con los pronósticos de los modelos meteorológicos.
Zarpes están prohibidos
Este viernes entró en vigor en Nicaragua la prohibición de zarpes hacia el mar Caribe, y los capitanes de las embarcaciones mercantes, de transporte y pesqueras, han recibido la recomendación de que busquen puerto seguro.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó que la tormenta tropical Julia podría convertirse en huracán la noche del próximo sábado, antes de que impacte en Nicaragua.
El NHC también advirtió de lluvias intensas, marejadas ciclónicas de hasta cuatro pies de altura sobre el nivel de la marea normal, en las zonas que abarcan sus vientos.
El impacto de huracanes en la costa este de Nicaragua es común, ya que el país cuenta con un litoral de más de 500 kilómetros frente al mar Caribe, una de las zonas más ciclónicas del mundo.
En noviembre de 2020, Nicaragua fue impactada por los huracanes Eta y Iota, que azotaron la costa Caribe con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, con una diferencia de 13 días entre uno y otro.
