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“Los países caribeños condenan las violaciones del Gobierno de Nicaragua”, asegura embajador Ronald Sanders

Embajador de Antigua y Barbuda: la crisis de Nicaragua será un tema relevante en la Asamblea General de la OEA

Sir Ronald Sanders, embajador ante de la OEA por Antigua y Barbados. Foto: Flickr OEA

Redacción Confidencial

4 de octubre 2022

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La crisis política y de derechos humanos en Nicaragua vuelve al foro de la Asamblea General de Cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), prevista a realizarse esta semana en Lima, Perú,  en la que se abordará una nueva resolución que busca abrir las puertas al retorno de la democracia al país. En Esta Semana y CONFIDENCIAL, conversamos con el embajador de Antigua y Barbados ante la OEA, Ronald Sanders.

Antigua y Barbados ha votado a favor de las condenas a los atropellos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, recapitula el embajador Ronald Sanders, quien adelantó que esta nueva resolución busca dar otra oportunidad al régimen orteguista para abrir un diálogo, aunque están conscientes que la dictadura no atenderá estos llamados.

Sanders, quien fue entrevistado en el programa Esta Semana --que se transmite en YouTube y Facebook debido a la censura de la dictadura-- aseguró también que la resolución condena nuevamente al orteguismo por la persecución contra la Iglesia católica, la prensa independiente y exige la liberación de los presos políticos.

Desde mediados de 2018 hasta la fecha, la OEA ha aprobado 14 resoluciones sobre la situación en Nicaragua. Las votaciones se han dado en las dos principales instancias del organismo regional: la Asamblea General de Cancilleres (cuatro) y el Consejo Permanente (diez).


La última vez que este foro regional abordó la crisis en Nicaragua fue el pasado 12 de agosto, cuando el Consejo Permanente condenó “enérgicamente” el cierre forzoso de oenegés y el hostigamiento contra la Iglesia católica, y demandó la liberación de los presos políticos.

El documento tuvo 27 votos a favor; solo uno en contra; cuatro abstenciones —México, Bolivia, El Salvador y Honduras—; y dos países ausentes: Colombia y Nicaragua.

Este 5 de octubre comienza la Asamblea General de la OEA en Perú. Embajador Ronald Sanders, ¿cuál es el tema principal de esta Cumbre?

Estas cumbres tienen temas. Pero no creo que nadie les preste especial atención porque la gente viene a la OEA para hablar sobre temas que son del momento. Preguntas importantes a las que se enfrentan la organización y sus Estados miembros. Cuestiones de democracia, Estado de derecho, derechos humanos y desarrollo económico. Todos estos son temas críticos, especialmente en este momento. Así que creo que ese será el enfoque de las discusiones.

La última resolución del Consejo Permanente sobre Nicaragua fue en agosto de este año condenando el cierre de miles de oenegés, la persecución a la Iglesia y los periodistas, y exigiendo la liberación de los presos políticos. ¿Será la crisis nicaragüense un tema relevante en esta Cumbre?

Sí, absolutamente. Será porque los estatutos de la Organización de los Estados Americanos están siendo violados por el comportamiento del Gobierno de Nicaragua. En este momento, los países de la Organización de los Estados Americanos tienen la obligación de defender los principios que decimos que defendemos colectivamente.

Y esos principios incluyen elecciones libres y justas, democracia representativa, derechos humanos, libertad de expresión, libertad de religión y libertad de prensa. Y muchos, sino todos, de los Estados miembros de la organización ahora están convencidos de que cada uno de estos principios está siendo violado en Nicaragua. Así que hay que decir algo y se dirá algo.

Embajador Ronald Sanders y el papel de los países caribeños

Desde el año pasado, hemos visto que más países del Caribe se han unido para condenar al Gobierno nicaragüense por violaciones a los derechos humanos y la democracia. Por primera vez en junio de 2021, vimos a Barbados, Granada, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago exigiendo la liberación de los presos políticos. ¿Por qué ese cambio?

Todos los caribeños ciertamente están dispuestos a darle al Gobierno de Nicaragua la oportunidad de rectificar y remediar las cosas que estaban yendo mal en la sociedad. 

Cada uno de nosotros, en un momento u otro, hablamos con miembros del Gobierno nicaragüense, incluidos sus representantes en la OEA, pero no solo con ellos, con representantes ministeriales a los que veíamos de vez en cuando y les pedimos que se asegurará de que estas violaciones, que estaban ocurriendo lentamente a lo largo del tiempo, debían cesar. 

Solo después de no prestar atención a nuestras gestiones ni a nuestras exhortaciones, los países del Caribe decidieron que ahora tenían que empezar a criticar y condenar las continuas violaciones de Nicaragua. Pero le dimos al Gobierno de Ortega la oportunidad, en primer lugar, de remediar la situación antes de pronunciarnos en su contra.

Ese no es el caso de San Vicente y las Granadinas, cuyo primer ministro, Ralph Gonsalves, es cercano al Gobierno de Ortega, que incluso lo condecoró el pasado mes de julio. ¿Por qué hay esta diferencia con la mayoría de los países del Caribe y San Vicente y las Granadinas?

No puedo hablar en nombre del primer ministro de San Vicente, el doctor Ralph Gonsalves. Dirige un país soberano y es el primer ministro, y tiene derecho a formular su propia política con respecto a cada nación del mundo, incluida Nicaragua. Ha elegido la posición que ha adoptado, y es un derecho soberano hacerlo. Así que no puedo explicar por qué lo hace. Es un asunto totalmente suyo.

¿Cuál cree que es el papel y la importancia de los países del Caribe en la OEA, particularmente en el tratamiento de casos como la situación de Nicaragua o Venezuela?

Nuestra posición francamente es que apoyamos a la organización y su Carta Democrática Interamericana. Somos libres. Países amantes de la libertad. Respetamos la religión, la libre práctica de la religión. Respetamos los derechos políticos y civiles y la libertad de prensa. No encerramos a nuestros oponentes políticos. Las personas son libres de tener opiniones divergentes. Los medios de comunicación son libres de informar sobre esos puntos de vista y de hacer sus propios comentarios sobre ellos. Y todos lo hacen, porque creemos en un sistema en el que, si hay alguna diferencia, la discutimos y dialogamos sobre ella.

Tratamos de presentar diferentes posiciones al respecto, y depende de la gente del país decidir después de haber escuchado todos esos argumentos, qué partido político creen que debe gobernarlos. Tenemos elecciones libres y justas, y cuando se celebran esas elecciones, respetamos la decisión del pueblo. Por lo tanto, esa es la posición que adoptamos en la OEA, porque si no adoptamos esa posición, estaríamos cambiando nuestro propio sistema de valores y nos convertiremos en países diferentes, diferentes de lo que somos ahora, y no permitiremos que eso suceda. La libertad en todos los aspectos de la vida, en todos los países, es esencial para nuestra prosperidad económica, nuestro crecimiento económico y el crecimiento de nuestra gente.

¿La forma en que actualmente Venezuela percibe a Nicaragua, influye en los países del Caribe?

Pues, la forma en que Venezuela percibe a Nicaragua, ese es el derecho soberano de Venezuela. Pueden hacerlo. El hecho de que tengan una posición sobre Nicaragua no significa que los países del Caribe tengan que adoptarla. Mantenemos relaciones amistosas con ellos y hacemos negocios, porque son el Gobierno a cargo. Pero eso no quiere decir que aprobemos todo lo que sucede allí.

Hay un borrador de la resolución sobre Nicaragua que se debatirá en la Cumbre y propone la creación de una comisión de alto nivel para tratar de dialogar con el régimen nicaragüense. ¿Cuál sería el papel de esta comisión si el Gobierno ya ha rechazado el diálogo con el secretario general de la OEA? 

Estamos extendiendo una mano de amistad una vez más, una vez más al Gobierno de Ortega en Nicaragua. De lo que no queremos que se nos acuse es simplemente de cerrarle la puerta en la cara.

Por eso decimos que, a pesar de todo, le hemos instado a hablar. Así que no es el secretario general, por cierto, sino un equipo de alto nivel designado por el Consejo Permanente, con el que se iba a hablar. El presidente Ortega no respondió a esa invitación.

Hemos hecho varias otras propuestas, a las que no ha respondido. Volvemos a ofrecer este grupo de alto nivel con la esperanza de que responda, pero no esperamos que lo haga, francamente. Esperamos que lo que ha ocurrido hasta ahora, sea exactamente el mismo caso.

Pero eso no es todo lo que dice la resolución. Estamos siendo muy condenatorios con el tratamiento de nuestro pueblo católico, del clero y de la fe católica romana, el tratamiento de la Madre Teresa, de nuestras hermanas que estaban allí. El tratamiento del obispo (Rolando Álvarez). Todo esto lo estamos criticando y criticando muy formalmente.

También estamos criticando el hecho de que los presos políticos permanezcan en la cárcel en Nicaragua en condiciones muy desesperadas. Y hemos pedido que esos presos políticos sean liberados. También hemos llamado la atención sobre el hecho de que la prensa no solo ha sido amordazada, sino que ha sido casi destruida. Todas estas cosas son las que criticamos en la resolución que presentamos. Así que no se centren solo en lo que hemos ofrecido o tenemos una amistad, reconozcan también que estamos diciendo que las cosas están mal y que tiene que haber un remedio.

Pero no obstante, somos una institución democrática. Y aunque el Gobierno de Ortega dice que ha retirado a Nicaragua de la organización, esa retirada no se produce hasta dentro de año y medio. Así que durante los próximos 18 meses, más o menos, Nicaragua sigue siendo oficialmente un miembro de la Organización de Estados Americanos, y estamos obligados a hacer todo lo posible para llegar a ese Gobierno y decirle: mire, todavía estamos interesados en ayudarle a remediar la situación y a restaurar la democracia en su país, incluyendo la búsqueda de formas en las que se puedan celebrar elecciones libres y justas y que un Gobierno elegido por el pueblo pueda gobernar el país.

Para muchos analistas, la impunidad del régimen de Ortega, a pesar de las resoluciones del Consejo Permanente, representa un fracaso político de la OEA. ¿Cuenta la OEA con recursos de presión o persuasión que puedan contribuir a encontrar una salida a la crisis en Nicaragua?

Antes que nada, tenemos que ser invitados al país para hacerlo, y no nos han invitado. De hecho, lo que ha pasado es que cada vez que se nos ha pedido que enviemos una misión, se nos ha negado y a las misiones que estaban allí no se les ha permitido hacer su trabajo. Usted sabe que la misión de la OEA fue capturada y clausurada por el Gobierno de Ortega.

Así que, ya sabes, lo hemos intentado y lo hemos hecho dentro de la capacidad de hacer algo. Y recuerde, estamos hablando de 34 Estados miembros de la organización que tienen que llegar a un acuerdo sobre lo que se puede hacer. Y todo lo que podamos hacer tiene que hacerse dentro de las limitaciones de la Carta de las Naciones Unidas de la Organización de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana.


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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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