1 de octubre 2022
Sí, sí, yo sé que hace semaaaanas que prometí este artículo y lo han estado esperando como agua de mayo, sobre todo por algo que siempre comparto: ¡los números! La mera verdad es que tenía toda la intención de sacarlo veloz aun estando de viaje y escribir de a ratitos libres y en la noche. ¡Ilusa yo! Porque seamos serios, ¿quién tiene tiempo y energía para hacer eso mientras anda de viaje con 2 niños pequeños?
Así fue como tuve que ir posponiendo este momento, hasta ahorita que, sentada un sábado en la mañana en Café Las Flores me dispongo a vaciar mis recuerdos en este artículo.
Si has leído antes mis artículos de viajes, sabrás que me inspiro y el blogpost se vuelve casi testamento. ¡Esta no será la excepción! Es nuestro primer viaje siendo 5 así que hay mucho para compartir. ¡Comencemos!
Por cierto, por acá te comparto otros artículos con anécdotas de viaje anteriores:
☑️ Corn Island
☑️ Disney 2017
☑️ Cuba
☑️ Miami
1. Planes de viaje
El viaje fue a Disney fue uno de esos que no tenía por qué ser… pero lo hicimos. Resulta que el plan original y de donde viene todo esto es porque el FINCON este año, después de 2 años en pandemia iba a ser en Orlando. Si nunca has escuchado sobre el FINCON, te cuento: Es un congreso GI-GAN-TE de finanzas personales al que voy todos los años desde el 2018. ¿Por qué? Porque la inversión en una misma es VITAL y siempre hay cosas nuevas que aprender. Por cierto, pronto se viene también artículo de resumen del FINCON 2022.
A lo nuestro pues. El FINCON era en Orlando y mi esposo, Yass, me dijo: ¿por qué no aprovechamos y vamos de una vez con los niños a Disney? Ajá, dije yo. No es mala idea. Y después, de paso, como Miami está ahí nomás e igual tenemos que pasar por ahí, pues nos quedamos unos días viendo a la familia. Ajá, buena idea.
No me mal-entiendan. Era una excelente idea. Pero como dijo una vez un amigo:
"Buena estrategia, mala ejecución"
2. Preparándonos
Una de las preguntas que me hicieron mucho en los 3-4 espacios de Q&A que abrí en mi cuenta de Instagram esos días fue:
Y bueno, para que tengan una idea, cada año justo al cerrar el congreso, FINCON avisa dónde será el siguiente. Por ejemplo, el FINCON22 cerró el sábado 10 de Septiembre y esa tarde yo ya sabía que el próximo año será en New Orleans. ¡Sí, para allá voy ahora!.
Así es que desde Septiembre del año pasado yo sabía que iría para Orlando. Sin embargo, no comenzamos conversaciones serias sobre este tema probablemente hasta Enero, cuando nos sentamos a hacer nuestra planificación anual; y realmente empezamos a ahorrar con más seriedad para la meta en mayo.
Debo confesar que de todos los viajes de mi vida, este ha sido el que menos he planificado. En TODO SENTIDO. Y esto lo verán reflejado después en los números. Y no fue por falta de ganas, sino que tenía tanto trabajo que fui desplazando el viaje de mi mente, pensando que “ya habría tiempo”, hasta que lo tenía encima.
3. Pasos que tomé
Boletos
Una de las primeras cosas que hice, eso sí, y que además hago siempre y te recomiendo es comenzar a monitorear los precios de los boletos en un App. Yo uso SkyScanner y Hopper. Ahí pongo las fechas y los lugares en que quiero viajar y el app te va avisando si los precios suben o bajan y en base a esto decido comprar.
Como salir de Nicaragua está saliendo bien caro y vi que muchísimas personas estaban eligiendo irse por Costa Rica decidí monitorear ambos precios. ¡Sorpresa! La diferencia era gigante. Para darles una idea:
Estuve monitoreando un par de meses con la esperanza de que los boletos saliendo desde Nicaragua bajaran, porque la verdad yo sabía que salir desde Costa Rica complicaba las cosas. Pero no estaba sucediendo, así que en Julio le dije a Yass: “¿qué hacemos? ¿Nos lanzamos por Costa Rica?” Y me dijo: “son casi U$ 1,500.00 dólares de diferencia. Démosle”.
Disney
Al tiempo que esto pasaba, me contacté con una persona en Instagram que se dedica a ayudarte a armar tus planes para ir a Disney. [La pueden seguir acá.] Shandra Molina fue de grannnn ayuda para poder lograrlo y dedicó muchísimo tiempo a cotizar en diferentes hoteles, dentro y fuera de Disney, parques y fechas. Tuvo además la mayor paciencia del mundo porque con tanto trabajo yo me pegaba unas pérdidas que no les quiero ni contar. –Perdón y ¡gracias Shandra!
OJO: hay que tener muuuuucho cuidado cuando elegimos a personas que nos ofrecen paquetes –a veces demasiados buenos para ser realidad– de viaje. Ya hemos tenido varios casos de estafa de este tipo. Por ejemplo, esta historia que les cuento acá abajo en mi podcast con Ricardo Zambrana "Endeudados anónimos"
Presupuesto
Como con todo lo que hacemos, un presupuesto es no-negociable. Es un gran error irse de viaje sin tener una idea de cuánto podés gastar y en qué, y teniendo la certeza de que tenés el dinero ahorrado antes de partir.
Sé que es costumbre de muchos pagar con la tarjeta de crédito y después preocuparse por saldar el plástico, porque a fin de cuentas YOLO, ¿verdad? ¡Error!
Irte con dinero que no tenés:
💣 Es la personificación de ceder a nuestra gratificación instantánea.
💣 Te impide disfrutar al 100 el viaje porque desde ya estás estresada con lo que tendrás que pagar después.
💣 Te hace sacrificar tu futuro: dinero que aun no ganás, ya lo debés y si en el futuro cercano tus ingresos cambian, estarás en serios aprietos financieros.
Así que para nosotros nunca ha sido opción. Si hay dinero, ¡qué alegre, usémoslo para viajar! Si no hay dinero, ni modo, no viajamos y siempre pensamos que ya vendrán momentos mejores. Pero sacrificar 1-2 semanas de vacaciones por 6-12 meses pagando, ¡no vale la pena para nosotros!
Armar un presupuesto de viaje es, como te podrás imaginar, mi expertise. Y además confieso que lo disfruto. Comienzo poniendo los días que estaremos fuera y divido en categorías de tiempo:
Preparación de viaje: todos los gastos que se deben hacer para viajar. Acá incluyo boletos aéreos, renta de carro, pago de hoteles. Y en este caso que además íbamos por tierra, los permisos del carro y demás.
Viaje: SIEMPRE se gasta el día que uno viaja. En nuestro caso eran dos días: en tierra hacia Costa Rica y por avión de Costa Rica a Miami, vía Panamá.
Vacaciones: En este caso lo dividí en las dos ciudades en que íbamos a estar y luego pongo cada uno de los días que estaremos con lo que sé CON CERTEZA que voy a gastar. Por ejemplo, estando en Orlando dentro de un hotel, sabía que de fijo los 3 tiempos de comida serían fuera, así que comencé por ahí fijando un monto máximo por tiempo de comida y día.
● Orlando
● Miami
Compras: Este no es un rubro que siempre debés considerar o que incluso yo siempre meto. Hay ocasiones en las que las compras no son parte del viaje y lo tenemos claro, así que no hay presupuesto para esto –por ejemplo cuando fuimos a Cuba–, y otras ocasiones en las que sí. En este viaje decidimos que sí haríamos compras, especialmente de ropa y zapatos para los niños.
Regreso: Al igual que con el viaje de ida, siempre hay gastos en el viaje de regreso. En este caso, además del gasto de comida, sabía que íbamos a comprar una maleta y pagar ese extra en la aerolínea así que de una vez lo presupuesté.
A pesar de todo esto, confesaré de entrada que este ha sido el viaje donde más nos hemos salido de presupuesto. En nuestra vida entera de casados. Y tiene que ver con varios factores que luego les contaré.
Hemos tenido viajes en los que le pego con impresionante precisión al presupuesto. Otros en los que nos excedemos 5%-10% –que, por cierto, este exceso es normal y hasta esperado–, pero NUNCA nos habíamos pasado como en éste. Así que imaginarán mi frustración, sobre todo al inicio.
4. Viaje
Salimos de Nicaragua camino a Costa Rica el jueves 1 de Septiembre, muy a las 6:45 am. Nos detuvimos en la Casa del Café de Rivas para comprar un cafecito extra y unas meriendas para los niños. A eso de las 10:00 am ya estábamos en la frontera. Creo que ahí comenzó nuestra odisea.
La fila en migración, del lado de Nicaragua, era interminable y tardadísima. Pasamos más de una hora solamente ahí. Los niños estaban inquietos y queriendo correr de un lado a otro. Con tanta gente y tanto calor, todos estábamos sofocados.
Además de eso, siento que los procesos y pasos en la frontera no están claros. Por lo que de pronto te encontrás yendo de un lugar a otro, sin tener seguridad de qué viene primero, cuál es el objetivo de ese trámite o cuáles son los papeles a entregar ahí.
Cuando finalmente pasamos la frontera y llegamos del lado tico, pasamos migración bastante rápido y al hacer el trámite en aduana, ¡adivinen qué pasó! De pronto no teníamos la circulación del vehículo. Y entonces no podíamos salir de un país ni entrar al otro.
Recorrimos nuestros pasos en reversa tratando de encontrarla y sabíamos que en Nicaragua sí la teníamos porque, obviamente, la revisan. Los policías del lado nica nos dejaron pasar al explicarles y Yass pasó como una hora buscándola en toda la frontera. Nada.
Comenzamos a pensar en planes B, C, D, E y Z. Consideramos manejar a Tola, donde nuestra amiga Miroslava, dejar el carro ahí y regresar en otro medio a la frontera y pagar un Uber desde ahí. Pensamos también reservar espacio en Ticabus para irnos en bus hacia Costa Rica. Y también se nos pasó por la cabeza cancelar el viaje entero. Yo, la verdad, me sentía súper frustrada.
En eso, se nos ocurrió regresar al lado tico a buscar una última vez y ¡ahí estaba! En el lugar donde justamente se hace el trámite. Resulta que cuando Yass se movió al carro para que yo firmara algo la dejó ahí. Cuando se dio cuenta, regresó al puesto y el del puesto al verse con la circulación se movió a buscar a Yass. Y así no se encontraron durante una hora, jajaja.
Finalmente salimos de la frontera a la 1:00pm. Ya estábamos cansado y no íbamos ni por la mitad. Para no hacerles el cuento largo, acá les va una lista de cositas que nos pasaron:
1. De tanta vuelta y tiempo en el carro, el pobre Lorenzo vomitó dos veces encima mío, se sentía muy mal.
2. Al llegar donde nuestros amigos, cansados, estaba lloviendo a cántaros y YassAle se cayó con Luka. Los dos se rasparon.
3. Me moría por darme un baño -recuerden que venía vomitada- y, sorpresa, ¡no había agua!
4. Al día siguiente que salíamos en Copa para Miami, nos levantamos a las 5:30am y… aun no había agua. Cuando salimos de la casa, ya con luz, nos dimos cuenta que con la caída rompieron una tubería y por eso ¡no había agua! Jajaja. En fin, me fui en un viaje de hooooras sin bañar y además vomitada.
5. No encontramos un Uber grande que nos llevara al aeropuerto, así que hicimos un par de malabares para ir en dos: 5 personas y 4 maletas.
6. La fila en el counter de Copa en San José estaba eterna. Y a pesar de que llegamos temprano, llegamos casi con las completas al vuelo. Los niños se morían de hambre y ni tiempo de comprar nada.
7. En los vuelos –dos: Costa Rica – Panamá y Panamá – Miami– nos tocó gente alrededor que no era muy amable con los niños y tenían CERO paciencia. La verdad me sentí también muy poco bienvenida en Copa, con su personal. Parecía que nunca habían viajado con niños antes. Ya me quería bajar del avión, especialmente del segundo que dura 3 horas.
8. Cuando llegamos a Miami, contra todo pronóstico salimos VELOZ de migración y aduana. Ahí sí vieron que veníamos con dos niños pequeños y nos dieron pase rápido sin hacer preguntas.
9. Pero después nos dimos cuenta que el Rent-A-Car que teníamos -y no habíamos investigado bien- no estaba en Car Rental Center que tienen en el aeropuerto, sino que debíamos tomar un busito de ellos al local. Y al finalmente llegar esperamos como 2 horas para que nos atendieran. No recomendado: zezgo. ¿Se acuerdan que no me había bañado y el día anterior mi bebé me había vomitado? Bueno, así de desesperada estaba por llegar a la casa de mi cuñado.
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La suma de estos pequeños episodios me hizo comprender que mi decisión de ahorro en ese momento –que, a ver, seamos serios: U$1500.00 no son 3 pesos– no fue la mejor. Y hubiera dado cualquier cosa por viajar directo, Managua – Miami en 2 horas.
Aunque el regreso no fue tan traumático:
1. Tuvimos una serie de inconvenientes en el counter de Copa:
● Primero porque querían un boleto de regreso de Costa Rica a Nicaragua, para dejarnos subir. Tuvieron que llamar a un gerente, para que aceptaran que el papel con el permiso de aduana para nuestro carro era suficiente.
● Después, por alguna razón, nuestros pasaportes aparecían como diplomáticos. Algo que, evidentemente, no somos. Y necesitaban cambiar eso en sistema para poder procesar nuestros pases.
● Luego, Lorenzo no aparecía por ningún lado en su sistema y les estaba costando trabajo meterlo.
● La cereza del pastel es que cuando finalmente pasamos y ya íbamos a abordar, yo tampoco aparecía y me dejaron al final. Me subieron porque Dios es grande, porque en su sistema les dejé de aparecer.
2. Están construyendo un buen trecho de la carretera en Costa Rica y pasamos 7 horas para llegar de San José a la frontera.
3. Lorenzo también vomitó en el carro a la vuelta y con eso aprendimos que se marea en viajes largos y es algo que ahora deberemos considerar siempre.
De nuevo: con niños pequeños, hagan el gasto adicional y tomen el viaje más corto posible.
4. Disney: viviendo los parques
Después del largo viaje, al día siguiente tras llegar a Miami, salimos para Orlando. Ese día nos lo tomamos con calma porque no íbamos directo a los parques. El objetivo era solo llegar. Así que fuimos al banco a hacer un trámite con la cuenta de Yass allá, pasamos por Target comprando dos coches sombrillas para los niños –y ya verán que en Target uno va por una cosa y sale con 10– y Yass TENÍA QUE andar conectado todo el tiempo así que pasó un buen rato en AT&T.
Llegamos con calma al hotel, nos instalamos y salimos. Queríamos dar una vuelta en Disney Springs –una plaza bonita al aire libre, con varias tiendas y restaurantes temáticos–, pero estaba increíblemente lleno. Resulta que era el fin de semana de labor day y ¡malos cálculos, estaba a reventar! Así que salimos corriendo y nos fuimos a cenar algo rapidito para estar listos al día siguiente sin problema.
Dato curioso: Luka, que llevaba meses sin querer salir en fotos, de pronto comenzó a pedir que le tomáramos fotos en varios lugares del hotel, jajaja.
Día 1: Magic Kingdom
Magic Kingdom es el parque por excelencia. El famoso en el que siempre vemos el castillo que sale en tooodas las películas de Disney. Es también el parque en el que más veces he estado -desde que tenía 4-5 años- y para mí es un MUST si pensás ir a diversos parques.
Como nos quedamos en uno de los hoteles dentro de Disney (¡gracias a Shandra por la recomendación!), habían buses que te llevaban directo desde una hora antes que el resto, por lo que además de tener ese tiempo adicional, no perdías más tiempo ni dinero en el estacionamiento mismo. Literalmente a la entrada del hotel habían varias filas con diferentes destinos y sus nombres, para que las personas hicieran la fila donde les interesaba. Los buses pasaban a cada ratito. Acá una foto:
Llegamos a Magic Kingdom pasaditas las 9:00 am. Pese a que siempre hay muchísima gente, la entrada no la sentí tan tardada. Y de verdad que una vez pasás, y comenzás a ver lo maravilloso que es, uno también se vuelve niño, niña.
Una de las preguntas que me hicieron bastante durante el viaje es si realmente “valía la pena” llevar a Lorenzo estando tan pequeño si no se va a acordar de nada y sé que es una duda común. Y quiero compartir mi postura:
✏️ Nosotros, como pareja, como familia, creemos mucho en la inversión en experiencias. Y esta es una gran experiencia para nosotros como familia. Si bien Lorenzo no se va a acordar de nada del viaje, lo que vivió lo disfrutó. Garantizado. No solo por el tiempo con nosotros, también por el parque, los juegos, hasta la decoración. En cuanto entramos y vio el castillo pasó como 2 minutos diciendo sin parar “wow, wow, wow”, todo le parecía maravilloso.
✏️ Disney es de esos lugares a los que, si tenés la posibilidad, es rico ir varias veces y no solo una. Así que espero que este sea el primero de varios viajes de mis chiquitos, que seguramente lo disfrutarán de manera diferente a cada edad.
✏️ Lorenzo no paga, jaja. Al ser menor de 2 años, su entrada es gratuita.
Aprovechamos esa primera hora para subirnos a los juegos que se suelen llenar más, como el de Peter Pan. Agradezco que Shandra haya estado acompañándonos y dándonos recomendaciones, como ésa, todo el tiempo. A mis 7:00 AM, que eran sus 5:00 AM en Nicaragua ya me estaba enviando mensajes por WhatasApp con tips, recomendaciones y demás. ¡Hizo todo más fácil!
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El calor estaba fulminante y cometí el error, pensando en esto, de irme con una camisa de tirantes. La ardida al final del día no fue jugando. Después de subirnos en varios juegos, cerca de las 12:00 buscamos almuerzo en uno de los restaurantes techados –el de Pinocho, al lado de “It´s a Small world”. Estaba a reventar, pero al menos había techo y aire acondicionado.
Como esa es la hora en que Lorenzo toma su siesta, pues a él no le importó mucho que estuviéramos en Disney, jajaja, y a la misma hora se durmió. Decidimos irnos al Baby care center y darle chance de que durmiera ahí. ¡Super recomendado cuando tenés bebés y niños pequeños!
El lugar es una sala grande, cerrada y con Aire acondicionado donde podés ir con tus hijos para que descansen, duerman, coman, les des pecho o los cambiés. Como todo en Disney, está decordado super lindo, tiene suficiente espacio y siempre están pasando la película de Alicia en el país de las maravillas. Nos cayó como anillo al dedo porque los dos descansaron y repusieron energías para continuar.
Hay varios juegos en los que no nos pudimos subir porque los niños no daban la talla. Literalmente. Pero de verdad que hay tannnntos juegos diferentes que dudo mucho que alguien pueda subirse a todo en un solo día. De nuevo: ya estarán más grandes y podrán disfrutar de otros.
Recomendaciones:
☑️ Lleven sus botellas de agua porque las pueden rellenar donde sea. Y el calor, al menos en esa época, era fuerte.
☑️ Se camina muchísimo, así que si tienen niños pequeños lleven coches o alquilen ahí. Nosotros los habíamos comprado en Target porque yo me los quería traer a Nicaragua. Sino, hubiera rentado.
☑️ Bajen e app de Disney porque te muestra el mapa –el lugar es gigante– y los tiempos aproximados que toman las filas de los juegos para que vos podás decidir fácilmente hacia dónde dirigirte.
☑️ Averiguá bien los tiempos de los desfiles y shows. Son lindos y se llenan; así que si hay alguno al que querrás ir, planificalo.
A diferencia de cuando llevamos a Yassir Alejandro a Universal Studios en el 2017 –acá podes leer esa experiencia–, que nos quedamos en los parques hasta las 9 -10 pm, ahora con los niños nos fuimos temprano. A eso de las 4-5 pm ya estábamos buscando el bus de regreso al hotel para descansar. Todos estábamos muertos. Pero felices.
Día 2: Animal Kingdom
Este sí era uno nuevo para mí. Elegimos ir a Animal Kingdom porque sentimos que todos los otros parques son para niños bastante mayores y que éste sería más adecuado para los niños.
Sin embargo, no es un parque al que iría de nuevo. No tiene tantos juegos como los otros y los mejores son todos en los que los niños no se pueden subir: Dinosarios, Avatar, Monte Everest, etc. ¡Buenísimos para adolescentes, eso sí!
Lo mejor de Animal Kingdom para nosotros fue:
● El paseo Safari: que si vas a Miami, sinceramente me parece mejor el Miami zoo, jajaja.
● El show de El Rey de León. Ese sí, ¡espectacular! De hecho, dice Luka que su parte de favorita de todo Disney fue ver a los monos de El Rey León bailando.
Eso sí, sirvió para tomarse el día con más calma, para conocer a Donald Duck, tomar su respectiva siesta jajaja, porque también tienen el Baby Center y para comer más helado.
5. Los números
Lo voy a decir una vez más: gastamos muchísimo más de lo que habíamos presupuestado y de lo que hubiéramos querido. Quizá no tanto en Disney mismo, sino en todo lo demás. Antes de irte a ver la tabla recordá que las finanzas personales son PER-SO-NA-LES, por lo que esto fueron los montos y las cosa en que nosotros gastamos, pero tu panorama se podría ver muy diferente.
● Si salís de Nicaragua, los boletos podrían ser bastante más caros y al mismo tiempo habrán gastos y trámites en los que no incurrirás.
● Si viajás en otra época, las temporadas hacen que los precios suban o bajen.
● Si te quedás más días en los parques, el precio de las entradas será mayor e igual necesitarás más noches de hotel.
● Si decidís comer en los restaurantes más caros, los montos también serán mucho mayores. De igual forma, si llevás tu comida, tus gastos serán menores.
En fin, sugiero tomar esto como una simple guía y no como ley. Sin mayor preámbulo y como siempre lo hago, acá una tabla con los gastos que hicimos en este viaje a Disney.
Disclaimer: nuestro viaje fue de 2 semanas, por lo que no terminaba acá; Disney era solo el inicio. Nos quedamos 5 días más en Orlando para mi congreso y una semana adicional en Miami. Como todos esos gastos no están relacionados al viaje a Disney, no los estoy incluyendo J. En unos días les compartiré un artículo resumiendo lo que fue FINCON y agregaré esos gastos ahí.
6. Lecciones aprendidas
Como en toda la vida, siempreeee hay lecciones que aprender y retomar. Acá te van las nuestras:
Sobre el viaje en general:
1. Hubiera pagado los U$1,500.00 de diferencia en boletos aéreos, saliendo desde Nicaragua, en lugar de haber manejado a Costa Rica. Sí, es bastante dinero. Pero lo cansado que fue, lo mal que se sintió Lorenzo, el tiempo que pasamos… HOY siento que valen más. Como me dijo mi amigo Ramiro Saborío en esos días: “You don't value your time enough.” Y sí, me llegó al corazón.
2. El viaje por Costa Rica se hace viable si son varias personas viajando, para así distribuirse el gasto adicional de ese viaje en carro, y si además esas personas son adultas. No lo recomiendo con niños tan pequeños como los míos, 3.5 y 1.5 años.
3. Cuando vas a hacer un viaje a un lugar nuevo o en condiciones diferentes es súper importante investigar bastante para atinarle mejor a los precios. Nosotros, si bien habíamos estado en Orlando y Miami antes, nunca habíamos ido ya con toda la familia y el gasto fue de otro nivel. Además, los precios del año pasado a este han subido muchísimo y no estábamos preparados para eso.
4. De la mano de esta investigación, cuando se trata de hoteles y rentas de carro, hay que tomarse el tiempo de leer BIEN las condiciones y requisitos. Yo no lo hice. Estaba más preocupada por pagar y tener todo listo que por entender al 100 lo que estaba sucediendo. Esto nos hizo pagar más en cada uno de los hoteles y en la renta del carro.
5. El tiempo que pasamos full, 100% dedicados a los niños tiene retornos hoy, mañana y toda la vida. Por ejemplo, vimos cómo Lorenzo avanzó muchísimo en su lenguaje pasando con nosotros y cómo Luka y Lorenzo fortalecieron más su relación.
Sobre Disney:
6. La comida en los parques no vale la pena. A mí de verdad no me molesta pagar por una BUENA comida, pero este no era el caso: mal sabor, alto precio y larga espera. Para la próxima prefiero comprar cosas básicas –sándwiches, papitas, etc.– en un súper y llevarlos que comer ahí. Después mejor invertir en una cena rica en un buen lugar.
7. Los parques, especialmente con niños pequeños, son para disfrutar al suave y no para correr tratando de acumular lo máximo posible en juegos alcanzados. Cuando vas con niños más grandes, como en nuestro viaje del 2017 te podés dar ese lujo de pasar horas y horas hasta morir. Con niños pequeños como Luka y Lorenzo es mejor llevársela al suave, ver lo que se pueda, descansar cuando se necesite y estar en paz con que no te vas a poder subir a todo.
8. Si bien son un poco más caros, vale la pena quedarse en los hoteles dentro del parque. Podés entrar una hora antes que el resto, por lo que aprovechás los parques sin tanta gente y te da chance de subirte a algunos juegos más. Y tenés bus gratuito que te lleva y trae de los parques al hotel varias veces al día, por lo que, además de ahorrarte el precio y tiempo en el estacionamiento, siempre podés regresar al hotel a descansar si lo necesitás.
9. Disney es un lugar tan bello y maravilloso que no importa la edad, TODOS en la familia lo disfrutan. Si se puede, es un viaje a hacer varias veces porque en cada etapa se disfruta de una manera diferente.
Y bueno, por ahí quedo con este testamento. Seguramente hay otras lecciones de las que hablamos en su momento pero que a estas alturas ya olvidé, jajaja. ¡El viaje fue maravilloso! No solo por el lugar, sino por haber compartido en familia y con familia allá. ¡Espero este artículo les sea útil a ustedes para planificar su próximo viaje!
*Este artículo fue publicado originalmente en: Plata con Plática