26 de septiembre 2022
A menos de dos meses de las votaciones del 6 de noviembre de 2022 en 153 municipios de Nicaragua, el gobernante Frente Sandinista, controlado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, ejecuta un “plan movilización”, con el que pretende tener “más control” del voto de sus militantes, familiares, personas a las que ha carnetizado y trabajadores del Estado, aplicándoles “encuestas casa a casa” en las que, además de solicitarles sus nombres y apellidos, número de teléfono y de cédula, les pregunta si van a ir a votar, si saben qué Centro de Votación les corresponde y por cuál partido deben optar.
Ivania Álvarez, directora de Redes Ciudadanas de Urnas Abiertas, explicó que desde mediados de agosto tuvieron reportes de la aplicación de estas “encuestas casa a casa”, sobre todo en el marco del llamado hecho por el régimen orteguista, desde el 18 de agosto, para la “verificación ciudadana” en línea, que estará permanente hasta el 6 de noviembre a través de la página web del Consejo Supremo Electoral (CSE).
“Nosotros hemos estado dando seguimiento al tema de verificación ciudadana y en este proceso se filtra una especie de encuesta que está siendo ejecutada por los secretarios políticos de barrio, con órdenes de la Secretaría Municipal y Departamental, y en algunos lugares se registró que iban las dos cosas juntas, es decir, llegaban grupo a verificar a las personas y luego les aplicaban esa especie de encuesta”, denunció Álvarez.
“Trabajadores de Enacal, de las alcaldías, del Minsa (Ministerio de Salud) y el Mined (Ministerio de Educación) se dedicaron a hacer estas verificaciones en línea y durante ese proceso empezaron a hacerle a la gente preguntas, tales como: ¿Van a ir a votar? ¿Por quién vas a votar? ¿Cuántos de tu familia votan? ¿Conoces tu Centro de Votación? Se nos filtró el formulario de una página y nos dimos cuenta que esas preguntas no venían al azar, sino que eran parte de esa aparente encuesta que se estaba realizando”, detalló.
Los datos que buscan las “encuestas casa a casa” del FSLN
En el documento, filtrado a Álvarez a través de las Redes Ciudadanas de Urnas Abiertas, se lee el título “Primera visita a militantes-Plan de Movilización Elecciones 2022”. Seguidamente solicitan datos personales de los encuestados, entre estos: nombre, número de cédula y dirección exacta en la que habita.
También se ordena al encuestador que indique si encontró al “militante” y en caso que no que justifique la razón, seleccionando entre: falleció, fuera del país, cambió de domicilio, hospitalizado por tiempo indefinido, privado de libertad, no pertenece a este territorio y otra razón.
El documento incluye tres preguntas, dos para el encuestado y una para el encuestador, al que se le ordena ubicar si el “militante” aceptó o no la visita, y colocar los números telefónicos en los que el participante posee WhatsApp.
A la persona encuestada se le pregunta en qué actividades partidarias participa en su barrio o comunidad, dándole a elegir entre: asamblea de militantes, asamblea de seguridad ciudadana, inauguración de calles, parques, caminos y puentes, actividades recreativas y culturales, ferias de salud, ferias de la economía familiar, actividades de juventud sandinista, actividades productivas, otras y ninguna.
Asimismo, se le consulta sobre cuántos “compañeros militantes con carnet” y “no militantes pero que votarán por el FSLN” habitan en su vivienda, solicitando que los identifique con nombre y número de cédula.
“Encuesta” fue aplicada en Managua, Matagalpa y Jinotega
Álvarez afirmó que por ahora tienen registro de la aplicación de esta “encuesta” en los departamentos de Managua, Matagalpa y Jinotega, pero únicamente a personas identificadas como “militantes”, ciudadanos que alguna vez fueron carnetizados pero que no se consideran militantes y trabajadores públicos.
“Con algunas personas que hablamos de Matagalpa y Jinotega supimos que estaba siendo promovida por los secretarios políticos departamentales. En tales casos, en estos dos departamentos, actualmente existe una pugna interna por las candidaturas en las alcaldías y también se relacionó mucho a medir la intención de apoyo que tienen estas personas encuestadas con los actuales alcaldes”, señaló.
“También supimos de un trabajador del Minsa en Managua a quien también se le aplicó la encuesta, se le mostró el documento y tenían otra vez las mismas preguntas. Además, en este caso la persona que encuestó dijo tener conocimiento de quiénes y cuántos habitan en la casa de la persona encuestada, quiénes de ellos trabajan en una institución del Estado y, nuevamente, aplicaron la pregunta recurrente sobre si iban a ir a votar, si estaba claro dónde le tocaba ir a votar, y, una de las preguntas más incisivas, si iba a votar por el Frente Sandinista”, agregó.
La directora de Redes Ciudadanas de Urnas Abiertas valoró que una de las intenciones del régimen Ortega Murillo al aplicar estas “encuestas” “es evaluar de forma interna a su militancia, su intención de voto, la percepción del militante con el partido y sus candidato o liderazgos locales”.
“Las bases sandinistas se han golpeado, entre otras cosas, por situaciones como la migración, gran cantidad de personas que se han ido al exilio, personas que ocupaban un cargo o que eran cercanos, entonces, el régimen busca tener una radiografía real de lo que es su militancia y de la intención de voto, porque le preguntan a la gente si va a ir a votar y recordemos que el año pasado tuvimos una abstención de más del 80%”, añadió.
El régimen Ortega-Murillo se reeligió para un cuarto mandato consecutivo en noviembre de 2021, sin competencia política, en unas votaciones en las que el 81.5% de los nicaragüenses se abstuvo de ejercer su derecho al voto, ante las falta de condiciones para unos comicios libres, justos, transparentes y observados, según un informe divulgado por Urnas Abiertas.
“Tenés que ir a votar vos y tu familia porque te tenemos vigilado”
La opositora y excarcelada política del régimen Ortega-Murillo denunció que la aplicación de estas “encuestas” representa incidentes de “hostigamiento” y “coacción” a pocas semanas de las votaciones municipales.
“El margen de error de esas encuestas, que llenan con gente atemorizada, seguramente son enormes. Sabemos que la gente no responde por voluntad, responde por miedo, y parte de lo que busca es demostrar el control, el control del Frente, es decir, a ellos muy seguramente ni siquiera les interesa si vas o no a votar, porque ya deben tener listos los resultados, pero quieren mostrar que saben dónde estás, tu número de cédula y que saben con qué familiares estás de los que tienen cédula y, de forma subjetiva, te están diciendo que tenés que ir a votar vos y tu familia, porque te están vigilando”, señaló.
Resaltó que, según los reportes de las Redes Ciudadanas de Urnas Abiertas, la aplicación de estas encuestas generó “mucho temor porque la gente se cuestiona si esto obedece a que los obligarán a ir a votar o si los van a ir a sacar de las casas, entonces, son temores que se dan en el contexto de este acto de hostigamiento, de coacción”.
Los movilizadores activados durante las votaciones
El régimen también aplicó su “plan de movilización” durante las votaciones generales de 2021, convocando a sus movilizadores, que además de “mover” gente a los centros de votación, también apuntaba a los ciudadanos que no asistían.
CONFIDENCIAL reportó, en octubre de 2021, que el Frente Sandinista convocó tres semanas antes de los comicios a trabajadores del Estado y simpatizantes a organizarse como “movilizadores” para “garantizar el voto sandinista” y promover la idea de una “votación masiva”.
Los “movilizadores”, refiere el reporte, son personas encargadas de sacar a partidarios o simpatizantes de sus casas y movilizarlos hacia sus respectivos centros de votación, utilizando recursos del Estado, como el tiempo de los empleados públicos, vehículos y combustible de las instituciones.
El abogado Yader Morazán consideró en ese entonces que si estos grupos que conforma el FSLN fueran “simples movilizadores dentro de una estructura política serían medianamente aceptables”. Sin embargo, destacó que estas personas en realidad infringen principios del sufragio universal, que establece que el proceso debe ser igual, directo, secreto, y también debe ser libre.
Morazán recordó que el artículo 30 de la Ley Electoral, que tiene rango constitucional, reconoce el ejercicio libre del voto. “La libertad reside precisamente en no tener ningún tipo de coacción”, apuntó.
Señaló que solo el hecho que alguien te lleguen a buscar a tu casa es una forma de coaccionar, porque quién te llega a buscar es un cuerpo de coacción, de personas que siguen a un partido dirigido por gobernantes que han sido señalados de violentar los derechos de los nicaragüenses, incluso de cometer crímenes de lesa humanidad.
“Dentro de un proceso electoral todo aquello que coaccione tu voluntad de alguna forma, como el hecho de irte a traer a tu casa, que es una forma de amenazarte, corresponde a un delito electoral… Entiendo que por un lado se limita la libertad, es decir el elemento libre que debe tener el sufragio universal, y por otro lado al coaccionar se incurre en un delito electoral”, afirmó.