12 de septiembre 2022
La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), que lleva en este momento más de 50 casos de presos políticos en Nicaragua, advirtió sobre el riesgo de secuelas irreparables, trastornos mentales y físicos en los reos de conciencia, consecuencia de las “condiciones carcelarias devastadoras” impuestas por la dictadura de Daniel Ortega desde el año pasado.
La organización manifestó su “profunda preocupación” por el daño psicológico, emocional y físico, luego de realizar una consulta a psicólogos forenses que analizaron las imágenes de 27 reos de conciencia llevados a “audiencias informativas” en los juzgados de Managua, entre el 30 de agosto y el 01 de septiembre pasado, quienes fueron exhibidos en una situación de evidente deterioro: envejecidos, macilentos y pálidos.
Estos presos se encuentran encarcelados en la celda policial de El Chipote, señalada por organismos de derechos humanos como un centro de torturas. “Para mí es alarmante. Hay un sinnúmero de padecimientos que nosotros hemos venido demandando atención médica y valoraciones médicos legales adecuadas que no se han realizado y, por lo tanto, no podemos determinar la condición real (de los reclusos)”, afirmó la abogada Alexandra Salazar, miembro de la UDJ.
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Salazar mencionó la situación particular de dos reos de conciencia y miembros del consejo político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB): Róger Reyes y Violeta Granera—él con afectaciones psicológicas y ella con problemas en los dientes—, pero a quienes las autoridades no han permitido ningún tipo de atención especializada.
Según registros independientes, en Nicaragua hay 205 reos de conciencia; más de 60 de ellos fueron arrestados entre mayo y noviembre de 2021 en la llamada escalada represiva cuando el régimen eliminó la competencia electoral y sembró el miedo para garantizar la reelección de Ortega, la que fue considerada como “ilegítima” por la Organización de Estados Americanos (OEA). Al menos una docena de los reclusos se encuentran bajo la figura de “casa por cárcel”.
Las observaciones de los forenses
Según un comunicado, publicado recientemente en las redes sociales de UDJ, contrario a la visión de que fue una “prueba de vida” que pretendió dar la Policía y el Poder Judicial sobre los presos políticos de El Chipote, lo que en realidad se demostró fueron las condiciones precarias a las que son sometidos y el deterioro de su salud física y mental.
“Esto se constata con su palidez generalizada con enrojecimiento y resequedad en piel de rostros y brazos, miradas sostenidas y perdidas; se observa en algunas de las personas una desproporción corporal secundaria a la baja súbita y prolongada de peso (cabezas y orejas prominentes, pómulos sobresalientes, ojeras y enrojecimiento en el contorno de los ojos y la pérdida de masa muscular), así como dificultad para caminar”, detalló el comunicado de la UDJ.
El Estado debe respetar los derechos fundamentales de las personas presas políticas, su dignidad humana, integridad personal y el respeto a las garantías del debido proceso. Desde UDJ demandamos el cese la tortura, castigos y tratamientos crueles, inhumanos y/o degradantes. pic.twitter.com/XGXflfMUzs
— Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) Nicaragua (@NicaraguaUdj) September 9, 2022
De acuerdo con la UDJ, se han logrado identificar diversas prácticas ejecutadas por la Dirección de Auxilio Judicial—cuya sede principal en Managua es El Chipote—, las cuales están enfocadas en la restricción total o parcial de estímulos a los presos políticos, aplicado con el objetivo de lograr “supresión sensorial”.
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“Esta supresión (sensorial) puede conllevar a la afectación del funcionamiento psicológico de las personas presas políticas y deprimir sus sistemas inmunológicos generando alteraciones y expresiones somáticas a nivel de los órganos sensoriales tales como disminución o pérdida de la visión, audición y olfato”, añadió el pronunciamiento.
Entre las prácticas de las autoridades policiales, denunciadas por la UDJ, se encuentran:
- “Mantienen a los presos políticos en celdas oscuras o con la luz encendida todo el día. El espacio es húmedo, con zancudos y alacranes. También se les priva de luz solar.
- “No pueden comunicarse entre ellos. Cero cobijas, almohadas, les controlan la ingesta alimenticia y las bebidas que les llevan sus familiares. Les niegan artículos de aseo.
- “Algunos de los presos políticos han sido metidos a celdas de castigo con estas dimensiones: 2x2 metros y 4x4 metros, o celdas empernadas y/o aislamiento.
- “Privación afectiva con sus seres queridos: padre-madre-hijo-hija, lo que deriva en inestabilidad emocional.
- “No se les permite tampoco actividades lúdicas, nada de lectura y eso provoca tensión muscular, lumbalgia y otros padecimientos, según sus familiares, además de ansiedad, importancia e incertidumbre.
- “Son estigmatizados por los medios oficialistas”.