11 de septiembre 2022
Los pequeños inconvenientes pueden condenarte en “Barbarian”, una película de horror que aprovecha temas de actualidad para sostener las convenciones más exasperantes del género. Tess (Georgina Campbell) viaja a Detroit para una entrevista de trabajo. Llega a la casa que ha alquilado por AirBnB en medio de una noche tormentosa, solo para descubrir que ya hay un huésped en ella. Se trata de Keith (Bill Skarsgård), un artista que dice ser tan víctima como ella de un error. Logra convencerla de quedarse a compartir el lugar, hasta el extremo de cederle el único cuarto y dormir él en el sofá de la sala. Contra toda prudencia, ella accede. Y entonces… cosas aterradoras empiezan a suceder. El sótano oculta una aberración arquitectónica, y una presencia extraña, que bien puede no ser de este mundo. O peor aún, quizás sí lo es.
Películas como “Barbarian” dependen demasiado de las sorpresas que conjuran, así que trataré de no revelar más que lo que puede ver en las escenas promocionales del filme. La película se anuncia como una producción de los creadores de “It” (Daniel Muschietti, 2017-2019), la reciente adaptación de la novela de Stephen King, dividida en dos volúmenes, que contaba con Skarsgård en el papel del payaso demoníaco Pennywise. Por esta simple asociación, esperamos que sea él el villano de turno.
Esa, y otras expectativas que se levantan, son astutamente negadas en una dinámica que obliga a reconsiderar lo que estamos viendo. El problema es que cada giro de trama es una oportunidad para retirarle nuestra fe a la narrativa. “Barbarian” corteja consecuencia sublimando problemas sociales de rabiosa actualidad. La secuencia inicial entre Tess y Keith se alimenta de la creciente sensibilidad ante el problema de la violencia contra la mujer. Este eje temático se invoca de una manera directa más adelante, cuando se introduce al propietario de la casa alquilada. AJ (Justin Long) es un actor en Hollywood. Su proyecto más reciente, el capítulo piloto de una serie de TV, se ve descarrilado cuando una coestrella lo acusa de violación. Preparándose para el golpe económico de enfrentar una demanda judicial, viaja a Detroit para vender la casa que adquirió como inversión, y entonces…
Sí, es frustrante dejarlos en suspenso, pero lo hago para no comprometer la experiencia de las personas que verán la película. A pesar de sus limitaciones, no está desprovista de ideas interesantes. Véase cómo utilizan la debacle urbanística de la ciudad de Detroit como trasfondo. La aciaga casa de AirBnB se encuentra en un vecindario en ruinas. Es la única casa habitable, realmente. Ha sido restaurada en clave de domesticidad teatral, para verse bien en las fotos de la computadora y el teléfono. Es un falso hogar, fachada de otro, cuyos parámetros terribles eventualmente se revelan.
También tenemos el ángulo racial. Detroit es una ciudad con una alta tasa de población negra, y su decadencia es vista como una expresión del racismo institucional en EE. UU. Tess es, ella misma, una joven negra. El tratamiento al único otro personaje negro de alguna importancia cruza con una de las convenciones más desafortunadas del género, tan conocida que ha sido objeto de chistes en múltiples comedias satíricas: el mejor amigo o aliado negro no está seguro, nunca.
El error de la aplicación digital que termina provocando la convergencia de Tess y Keith en la fatídica casa convierte a “Barbarian” en una especie de cápsula temporal. Este es un problema de nuestros tiempos. Dudo que en cinco o diez años, rentar casas como si fueran cuartos de hotel siga siendo tan común. Quizás sabiendo eso, Cregger que, además de dirigir, escribió el guion, invoca en la trama el uso de otra tecnología desfasada. Tess encuentra un sospechoso calabozo sin más contenido que una cama y una cámara de video en un trípode. Tendrá que ver la película para saber qué uso tenían, pero no es difícil imaginarlo.
Quizás la trama no sobrevive al escrutinio de la lógica, pero concentrarse en los actores ayuda a navegar los momentos más increíbles. Campbell es excelente en no dejar que la vulnerabilidad defina a su personaje. Long se revela como un perfecto avatar de masculinidad tóxica y Skarsgård se divierte alimentando el resquemor del público. Los fanáticos del género la pasarán bien. El espectador casual que proceda con cautela.
“Barbarian”
(Bárbaro)
Dirección: Zach Cregger
Duración: 1 hora, 42 minutos
Clasificación: * * (Regular)