2 de septiembre 2022
El “atentado” que, en palabras del presidente de Argentina, Alberto Fernández, sufrió este jueves la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, es el culmen de la aguda tensión política que vive el país desde el 22 de agosto, cuando un fiscal pidió para ella 12 años de prisión por presunta corrupción.
Un hombre fue detenido en la noche del jueves después de empuñar un arma de fuego y apuntar al rostro de la exmandataria, quien, en un gesto reflejo, se agachó en medio de los escoltas que la protegían cuando llegaba a su domicilio en el barrio capitalino de Recoleta.
El hombre, de 35 años e identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, es de origen brasileño y reside en Argentina desde 1993, y actualmente vive en el barrio de La Paternal, en Buenos Aires, según informaron fuentes gubernamentales al diario La Nación. Además, tiene antecedentes penales y lleva tatuajes con referencias nazis.
Fernández dijo que la vicepresidenta, Cristina Fernández, “permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”.
El arma incautada es una Bersa calibre 32 automática, que, en su base, posee numeración parcial 250, apta para el disparo, según las mismas fuentes del Ministerio de Seguridad.
Nada más conocerse la noticia, el presidente anunció su comparecencia en cadena nacional, en la que decretó feriado (festivo) este viernes para que “en paz y armonía el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia y en solidaridad” con la vicepresidenta.
Antecedentes penales
Según el rotativo Clarín, en marzo de 2021 el detenido fue encausado por portar un arma no convencional en La Paternal. Se trataba de un cuchillo de grandes dimensiones que alegó llevaba para su defensa personal, dijeron fuentes de seguridad al diario.
Registros comerciales citados por el rotativo señalan que Sabag Montiel está inscrito como dedicado al “servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre”, categoría que corresponde a servicios pedidos por aplicaciones móviles.
Al parecer, tiene registrado un automóvil Chevrolet Prisma a su nombre y, según La Nación, en sus redes sociales se puede ver que sigue perfiles ligados a grupos radicalizados y de odio, así como a páginas de “órdenes masónicas”, de “comunismo satánico” o de ciencias ocultas. Sin embargo, sus perfiles en redes sociales fueron dados de baja durante la madrugada, agrega el rotativo.
El diario Clarín asegura que el detenido lleva varios tatuajes, algunos alusivos a las mitologías vikingas y germánicas, incluido uno en el hombro que representa un “Schwarze Sonne”, un sol negro, símbolo ligado a la filosofía ocultista del nazismo y utilizado por las SS de Adolf Hitler.
Estupor político
La polarización política que vive Argentina generó manifestaciones en la calle a favor y en contra de la exmandataria a raíz de la petición de cárcel en el marco del juicio oral que afronta por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su Gobierno (2007-2015).
Seguidores de la expresidenta, Cristina Fernández, montaron desde entonces una vigilia de respaldo a las puertas de su apartamento, donde el pasado sábado también se registraron incidentes ante la decisión del Gobierno capitalino, encabezado por el opositor Horacio Rodríguez Larreta, de poner un vallado en el lugar.
El juicio oral contra Fernández continuará el 5 de septiembre con el comienzo de los alegatos de su defensa.
El grave incidente desató la conmoción en todo el arco político argentino. Un grupo de diputados y senadores del oficialismo y la oposición manifestó su “repudio” al ataque y adelantó que se celebrará una sesión especial en el Parlamento para condenar el grave hecho.
El gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista) pidió en un comunicado que la Justicia esclarezca el “cobarde intento de magnicidio” que sufrió la vicepresidenta y el inmediato refuerzo de las medidas de seguridad para proteger a Fernández.
Dirigentes de Juntos por el Cambio, la principal coalición opositora de Argentina, también repudiaron el ataque; entre ellos, el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), quien señaló que “este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la Justicia y de las fuerzas de seguridad”.