29 de agosto 2022
Presos políticos de la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como El Chipote, recibieron en el último mes raciones alimenticias reducidas en “extremos incompatibles con la vida”, que les han provocado “más desnutrición y adelgazamiento extremo”, denunciaron sus familiares luego de asistir al décimo período de visitas, autorizado por el régimen orteguista entre el 26 y 28 de agosto.
“Estamos sumamente alarmados por la reducción drástica de las raciones alimenticias después de la última visita, llegando a extremos incompatibles con la vida. El aumento en las raciones reportadas en nuestro comunicado anterior, no solo no se mantuvo, sino que se redujeron más que nunca, provocando más desnutrición y adelgazamiento extremo que nos tiene sumamente preocupados”, indicaron los familiares en un comunicado conjunto, divulgado en conferencia de prensa este 29 de agosto.
Además, denunciaron que “debido a la gran fragilidad y el debilitamiento causado por la política de imponer el hambre, se ha incrementado la presencia de enfermedades como infecciones de garganta y estómago”.
Posterior al noveno período de visitas, autorizadas entre el 22 y 24 de julio, los familiares habían revelado un incremento en las raciones de alimentos que recibían los presos políticos en El Chipote, después que como colectivo lanzaron una campaña de retratos hablados que denunció el demacrado estado físico de los reos de conciencia. Sin embargo, dijeron temer que la medida no fuera permanente.
Ahora, al conocer que sus temores eran reales, los familiares exigieron “de manera urgente el incremento de las raciones, así como el mejoramiento del valor nutricional en la alimentación” de los reos de conciencia.
“Si el Estado no tiene la capacidad de proporcionar una alimentación adecuada, reiteramos nuestra voluntad de llevar estos alimentos diariamente”, destacaron.
Falta de atención médica especializada
Los familiares de los presos políticos además alertaron que la persistente falta de atención médica especializada, que permita diagnósticos y tratamientos claros, hace que los reos de conciencia “desarrollen nuevas enfermedades y pone en riesgo sus vidas”.
Algunos de los reos políticos que requieren atención médica especializada son: Pedro Vásquez, Miguel Mendoza, Freddy Navas, Marcos Fletes, Irving Larios, Violeta Granera y Juan Lorenzo Holmann.
Raity Larios, hija del preso político Irvin Larios, denunció que la salud de su padre se sigue deteriorando por la falta de alimentos adecuados y de atención médica especializada.
“No solo le redujeron la comida, en el caso de mi papá, le quitaron la dieta que tenía, que era básicamente que no le daban carnes rojas y le incluían un poco de verduras, porque él no puede comer carnes rojas porque se le dispara el ácido úrico, y tampoco ha recibido atención médica especializada para que le atiendan este tipo de padecimientos, entonces, estamos sumamente preocupados por este problema de la alimentación”, indicó Raity durante la conferencia de prensa.
Además, denunció que el reo político “no recibe al menos el 30% de las entregas que hacemos y nosotros nos aseguramos de llevarle todos los días sus bebidas, que es lo único que nos permiten ingresarle. Entonces, juegan mucho con el tema de las entregas y hacen sentir a nuestros familiares como si nosotros no se los hemos llevado cuando sí se les lleva todos los días”.
Su salud se deteriora "mes a mes"
Chrystal Munguía, esposa de Juan Lorenzo Holmann, gerente general de La Prensa, denunció que “mes a mes” ve un “deterioro” en su pareja, producto de las condiciones carcelarias inhumanas en las que lo mantienen desde hace más de 370 días en El Chipote.
“Cuando fue detenido él ya tenía condiciones preexistentes en el corazón, presión alta; en sus ojos tenía retinopatías; y en este año, en los 379 días que lleva injustamente en El Chipote, ha desarrollado algo que le dijeron que es una hernia, que ahora le causa problemas al caminar y ha dejado de hacer ejercicio. También, me dijo, le hace falta la respiración, le cuesta respirar, lo cual no sé si es una condición si tiene que ver con el problema que tiene en la aorta, que tiene que ser vigilado, y no ha recibido la atención médica especializada”, señaló.
Verónica Chávez , durante la conferencia de prensa, informó que encontró a su esposo Miguel Mora, exaspirante a la presidencia y propietario del Canal 100% Noticias, "sumamente delgado” después que estuvo en huelga de hambre, exigiendo que le permitieran ver a su hijo Miguelito Mora Chávez.
Victoria Cárdenas, esposa de Juan Sebastián Chamorro, también denunció que su pareja se ha visto afectado por las condiciones carcelarias en las que se encuentra, resaltando que sigue durmiendo en una cama de concreto con un colchón desgastado, que le produce dolores de espalda.
“Él no entró con ninguna condición de salud previa. Al día de hoy, 29 de agosto, mi esposo tiene 447 días de estar secuestrado sin atención médica especializada. Entonces, yo no sé cómo está mi esposo de salud y al no poder hablar con él, recibir una carta, una llamada, no sé cómo se encuentra”, apuntó.
Además, demandó que tanto ella y como su hija sean autorizadas a tener algún tipo de comunicación con Juan Sebastián, a través de llamadas, videollamadas o correspondencia que incluya, cartas o fotos, ya que ambas se encuentran fuera del país por la persecución del régimen Ortega-Murillo.
Suyen Barahona bajó otras cuatro libras de peso
César Dubois, esposo de la presa política Suyen Barahona, denunció que su pareja bajó otras cuatro libras de peso, quedando en 106 libras de las 145 que pesaba antes de ser encarcelada, producto de la mala y escasa alimentación que recibe en El Chipote, donde está encerrada desde junio de 2021.
“Han limitado grandemente las cantidades y la calidad de los alimentos que reciben nuestros familiares. Si dan gallopinto, son frijoles contados. Si dan arroz y frijoles son porciones muy pequeñas, nada de vegetales, carne muy ocasionalmente, casi nunca, y eso ha tenido un impacto en nuestros familiares que ya estaban definitivamente en situaciones muy difíciles y ha empeorado”, apuntó.
Además, señaló que su pareja sigue en “aislamiento, incomunicada, en solitario en una celda, sin nadie con quién hablar, y sumando más de 14 meses sin poder ver a nuestro hijo, sin tener acceso a una biblia, un lápiz o un papel”.
“Seguimos solicitando que Suyen pueda ver a nuestro hijo. Lo hemos solicitado de forma judicial, verbal, personal, durante las audiencias de juicio, pero la respuesta ha sido que no o sencillamente no responde”, afirmó.
Urgen visitas calendarizadas y paqueterías semanales
Los familiares de forma unánime urgieron la entrega de paquetería semanal, que sea administrada de forma autónoma por los reos políticos; y calendarización y regularización de las visitas, ya que estas son notificadas con poco tiempo de antelación y en más de 15 meses solo han sido autorizados a tener diez encuentros, permitidos entre 35 y 45 días, pese a que por ley estos deberían ser programados en períodos de entre 15 y 20 días.
Además, demandaron que se garanticen las visitas y comunicación con menores de edad y personas con capacidades diferentes. CONFIDENCIAL documentó, con información hemerográfica y datos de familiares y defensores de derechos humanos, que diez presos políticos no han podido ver a sus hijos ni una sola vez en más de 14 meses de encierro.
El 18 de agosto pasado, el régimen solo autorizó a los presos políticos Miguel Mora y Tamara Dávila, luego que ambos presionaron haciendo huelga de hambre, para que vieran a sus hijos luego de 14 meses de aislamiento e incomunicación.
“Exigimos la regularización de las visitas, con presencia y participación de los hijos menores o con necesidades especiales, y acceso y regularización a llamadas telefónicas o videollamadas y de correspondencia como fotografías, dibujos y cartas, que incluyan a familiares en el exilio”, refiere el documento divulgado por los familiares.
También, solicitaron que se autorice a los reos políticos acceso a material de lectura, frazadas, cambios regulares de uniformes y mascarillas, acceso regular a materiales de higiene personal y limpieza de las celdas.