24 de agosto 2022
El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Marvin Aguilar García, junto a representantes de otras cuatro instituciones del Estado, acusó al dueño de la casa de empeño Prisa —y de otras tres sociedades más— Mario Hurtado Jiménez, de los delitos de “lavado de dinero, defraudación tributaria, y otros delitos cometidos al amparo de dichas entidades mercantiles”.
“El acusado Mario Hurtado Jiménez se encuentra prófugo de la Justicia, por lo que las autoridades (nicaragüenses) solicitaron el circulado internacional a través de la Oficina Central de Interpol”, indicó Aguilar.
El pasado 15 de agosto, agentes policiales invadieron la casa matriz más las 38 sucursales de Prisa, llevándose detenido a su gerente general, Óscar Durán, y a otros funcionarios, además de incautar computadoras, equipos de trabajo, y objetos que estaban depositados en garantía por los préstamos que otorgaba la empresa propiedad de Hurtado, un empresario de nacionalidad mexicana y nicaragüense.
Junto a Prisa, también fueron invadidas las siete sedes de Joyas Alicia S.A., que compraba, pulía y reparaba joyas de plata para revenderlas, llevándose detenida a la gerente, Anielka Santamaría, cargando en el proceso con “las joyas que estaban listas para ser enviadas a los clientes, así como máquinas de trabajo, dinero, cheques, y computadoras”, denunció Hurtado en su momento.
Si en esos días, el agraviado clamaba su inocencia remarcando que en el pasado reciente nunca había sido objeto de una denuncia ni de una investigación por parte de autoridad judicial alguna, el magistrado Aguilar le dio una vuelta de tuerca a la narrativa oficial, al hacerse acompañar de funcionarios de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), la Policía Nacional, el Ministerio Público, y la Procuraduría General de la República, para acusar a Jiménez.
“La UAF identificó reiteradas violaciones a las leyes y normas que regulan a los sujetos obligados, cometidas a través de las sociedades mercantiles Prisa, Decores, Joyas Alicia S.A., y Apícola de Nicaragua, SA., todas estas entidades, propiedad de Mario Hurtado Jiménez”, aseguró el juez de la Suprema.
Hurtado reconoció que en el pasado estuvo vinculado con todas esas sociedades anónimas, detallando que en 2007 cerró la empresa de microfinanzas Decores S.A., después que Daniel Ortega dijera en un acto público que en Nicaragua no volvería a haber desalojos por deudas hipotecarias. La empresa apícola Apinic, también dejó de operar hace muchos años, porque “fue una microempresa que formó con mi esposa, pero no funcionó, así que está cerrada”.
Sin presunción de inocencia
Con base en esos “hallazgos”, “las autoridades de la Policía Nacional, en coordinación con el Ministerio Público, iniciaron un proceso de investigación, mediante el cual se obtuvieron elementos de convicción suficientes para acusar en fecha del 17 de agosto del presente año, a Mario Hurtado Jiménez, por los delitos de lavado de dinero, defraudación tributaria, y otros delitos cometidos al amparo de dichas entidades mercantiles”, reiteró Vargas.
Añadió que “como parte de la intervención oportuna de las autoridades competentes, se cancelaron las cuatro sociedades mercantiles utilizadas para el lavado de dinero y evasión de impuestos, mediante préstamos usureros, con los que el acusado Mario Hurtado Jiménez, también despojaba de sus bienes a las personas víctimas de su actuar delincuencial”.
Consultado por CONFIDENCIAL, el afectado respondió al magistrado que “ pueden inventar lo que quieran… pero si dice que me investigan por lavado, me parece perfecto que sigan investigando, porque lo primero es que tiene que ser dinero ‘sucio’, proveniente de la narcoactividad, la corrupción estatal, el uso de clientes falsos, o que compramos cosas robadas”.
Hurtado aseguró que todos sus clientes son reales. “Tenemos sus cédulas en los expedientes que respaldan sus garantías. Prisa ha dado 1.5 millones de créditos, y todos son reales. Teníamos una gerencia de auditoría, para auditar minuciosamente todos los documentos, todos los contratos. No hay ninguna posibilidad que haya lavado de dinero, realizado con contratos falsos”, aseveró.
También negó que la empresa comprara cosas robadas. “Esa posibilidad no existe, porque por seguridad, las casas de empeño permanecen enllavadas con candado; todo es grabado, la persona tiene que identificarse con cédula, así que los ladrones no van a un sitio así a vender un objeto robado: lo venden donde le compran rápido y sin mayor trámite”, ilustró.
En referencia a que se le considere “prófugo de la justicia”, y a que haya sido circulado ante la Interpol, solo respondió que está en un estado de indefensión, porque “mi abogado tiene prohibido hablar conmigo”, y ni la Fiscalía ni la Policía de Nicaragua, lo han llamado para preguntarle ni acusarlo de nada.
Por el contrario, dijo que autoridades de la Cancillería mexicana pidieron información al embajador azteca en Managua, por lo que está a la espera de que continúe el proceso diplomático, y se le dé algún tipo de respuesta.
“En este momento hay 20 000 clientes angustiados, y no sé cómo podrán recuperar sus cosas”, dijo Hurtado Jiménez, añadiendo que “Prisa tiene deudas con los bancos y con inversionistas privados”, a las que no puede hacer frente, porque “embargaron mis cuentas”.