5 de agosto 2022
Los presidentes de Centroamérica definirán este mes al nuevo secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) tras un año de parálisis debido a que no existía el beneplácito para los candidatos propuestos por Nicaragua, país al que por rotación le toca presentar los aspirantes.
El canciller de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, dijo este jueves a la agencia española Efe que se están cuadrando las agendas de los presidentes del SICA para realizar la reunión este mes, de manera virtual, con el fin de decidir si se nombra como nuevo secretario general del organismo al nicaragüense Werner Vargas Torres para los próximos cuatro años.
El ministro costarricense dijo que hay un consenso de los cancilleres de la región para el nombramiento de Vargas, y que se espera que los presidentes acojan esa recomendación en la reunión que llevarán a cabo.
El consenso fue alcanzado, a finales de junio pasado, en un encuentro virtual de los cancilleres centroamericanos, en el cual se abordó la situación del impase en el SICA. Vargas fue director ejecutivo de la Secretaría General del SICA durante la presidencia del guatemalteco Vinicio Cerezo en el organismo (2014-2020). Fuentes del organismo aseguraron a CONFIDENCIAL que el nicaragüense dejó el cargo por diferencias con la jefa de gabinete de Cerezo, pero es bastante apreciado en las distintas instancias vinculadas a la integración regional.
“Se considera que este señor, que ha sido director ejecutivo del SICA de 2014 al 2020, que conoce el sistema y es un diplomático, es una persona idónea”, dijo André.
De acuerdo con su perfil profesional en LinkedIn, Vargas ha ocupado cargos como secretario de Asuntos Parlamentarios en el Parlamento Centroamericano; director para temas de la Unión Europea, y jefe de despacho en la Cancillería de Nicaragua entre 2008 y 2010. También fue colaborador jurídico de la Corte Centroamericana de Justicia (CIJ) entre 2010 y 2014, cargo que dejó para ocupar la dirección ejecutiva del SICA.
Revisión del organismo
El canciller costarricense comentó que es necesario reactivar el SICA tras más de un año, ya que hay “153 millones de dólares en espera de ser ejecutados” en proyectos de la región.
“Reactivado el SICA pretendemos darle un impulso definitivo, reconociendo desde luego, la crítica que se le ha hecho a la presencia de Nicaragua porque hay políticas (de ese país) que se interpretan como violación de los principios fundacionales del sistema, siendo la idea el desarrollo de la democracia y la libertad”, expresó André.
El ministro costarricense afirmó que el SICA “hay que revisarlo”, pues cuenta con 400 funcionarios y es “oneroso”, aunque resaltó que también ha conseguido logros como por ejemplo la negociación para la compra de vacunas a buenos precios.
Cerezo finalizó su periodo en junio de 2021. Desde esa fecha el SICA no tiene secretario general, quien posee la representación legal del organismo y es el más alto cargo administrativo. No existe en el ente regional, otro funcionario que pueda gestionar o firmar acuerdos o contratos de cooperación o donaciones, para desarrollar los proyectos técnicos en los países de la región.
A Nicaragua le corresponde la Secretaría General, para el período 2021-2025, basados en un acuerdo de los presidentes centroamericanos de 2017, en el que se estableció que cada país se turnará el cargo, guiados por el principio de rotación geográfica.
Contra candidatos de Ortega
El pasado 26 de junio ocho expresidentes costarricenses, que forman parte de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), emitieron un pronunciamiento en el que indicaron que resulta “incongruente” que Costa Rica avale la elección de “un candidato propuesto por el régimen despótico y opresor que gobierna Nicaragua, para que ocupe el principal cargo del sistema de la integración centroamericana”.
Antes de Vargas, la postulación del exministro de Industria y Comercio, Orlando Solórzano, fue el tercer intento del régimen orteguista por colocar a alguien leal en el cargo, luego que las dos propuestas anteriores fueron rechazadas por la mayoría de los países de la región.
Primero, el régimen propuso que el último secretario general, el expresidente Cerezo, señalado de simpatizar con el orteguismo, se mantuviera en el cargo, pero la propuesta fue rechazada por Belice.
Posteriormente, el régimen propuso a una terna encabezada por el exguerrillero sandinista Orlando José Tardencilla, quien tuvo un paso fugaz como representante de Nicaragua ante la OEA; la arquitecta Luz Marina López Escobar, coordinadora técnica de la Secretaría de Infraestructura del Gobierno Regional Autónomo de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, y María Amelia Coronel Kinloch, quien desde 2017 funge como titular del Ministerio de Gobernación (Migob).
Sin embargo, esta terna fue rechazada porque estaba integrada por “personas sin muchos conocimientos” en el servicio exterior, y “muy allegadas al régimen”, según las reacciones de los países miembros.