5 de agosto 2022
El Gobierno de Costa Rica mantendrá su política histórica de atención humanitaria para los refugiados, pero advirtió que necesita del apoyo internacional porque sus recursos son escasos para la atención de las olas migratorias que recibe.
Así lo afirmó el canciller costarricense, Arnoldo André Tinoco, en una entrevista con Efe este jueves, en la que aseguró que la atención del fenómeno migratorio debe ser compartida por los países de la región, organismos internacionales y que además debe contar con apoyo financiero para países con problemas fiscales como Costa Rica.
“El tema de la migración no es un problema nacional, es internacional, regional. Costa Rica presenta una característica única como país receptor de migrantes, contrario a los otros del área que son emisores”, apuntó el canciller.
El ministro afirmó que su país tiene en la actualidad “una cantidad que desborda los límites de la razonabilidad en los solicitantes de refugio que se estiman en unas 140 000 personas en espera”, la mayoría nicaragüenses, dijo.
André Tinoco expresó que Costa Rica tiene una “capacidad administrativa limitada” para atender a los solicitantes de refugio, lo que hace que haya citas para entrevistas que se están dando para dentro de siete u ocho años.
El mayor flujo de migrantes que históricamente llega a Costa Rica proviene de la vecina Nicaragua, lo cual se ha acrecentado desde 2018 con la crisis sociopolítica que estalló en ese país con las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega y la represión con la que respondió.
El ministro afirmó que los efectos de la situación en Nicaragua “los estamos teniendo aquí directamente con la ola migratoria”.
Caribeños y venezolanos
A los nicaragüenses se suman flujos de cubanos, venezolanos y haitianos que ingresan por la frontera con Panamá, de los cuales muchos siguen su paso hacia el norte del continente con destino a Estados Unidos pero otros tantos permanecen en Costa Rica.
“Costa Rica va a seguir con su política de anfitrión humanitario y atendiendo los principios del refugio, pero ha aclarado que la situación financiera no le permite atender esto solo y requiere del apoyo financiero internacional. Parece injusto tener que endeudarse y pagar intereses para resolver un problema cuyo origen no es Costa Rica”, expresó el canciller.
André Tinoco explicó que Costa Rica ha hecho un análisis de sus necesidades en este tema a corto, mediano y largo plazo para presentarlo a la comunidad internacional en busca de apoyo financiero, idealmente no reembolsable.
Estados Unidos ha sido uno de los países a los que Costa Rica ha acudido en busca de apoyo y ya se han desarrollado reuniones bilaterales para abordar el tratamiento de la crisis migratoria.
“Estados Unidos nos visitó con una delegación amplia en una mesa de trabajo en la que estamos buscando vías para lograr los apoyos que tanto necesitamos para esta problemática que incluye a los refugiados y a las poblaciones que los reciben”, dijo.
Costa Rica es un país de 5.1 millones de habitantes y según datos oficiales alrededor de un 10% de ellos corresponden a migrantes, sin embargo esa cifra puede ser mayor según algunos cálculos. Por ejemplo, el canciller André dijo que en Costa Rica viven en la actualidad entre 750 000 y un millón de nicaragüenses.
“Somos un país pobre que tiene necesidades locales fuertes desatendidas y se les suman las de los migrantes, con una restricción fiscal porque el país no puede endeudarse más. El país hace lo posible pero sin ayuda internacional no vamos a poder aumentar el nivel de atención a ellos", concluyó.
Presos políticos en Nicaragua
Durante la entrevista, el canciller costarricense expresó también su preocupación por la situación de los presos políticos en Nicaragua, así como por las violaciones a la libertad de prensa y la cancelación de más de 1200 organizaciones no gubernamentales.
“En los organismos multilaterales hemos apoyado las resoluciones de condena ante las graves violaciones a los derechos humanos que ocurren ahí. Nos preocupan los 180 presos políticos que se mantienen, nos preocupa la supresión de la libertad de prensa y de expresión, y la cancelación de más de 1200 organizaciones no gubernamentales”, declaró el alto diplomático.
El canciller de Costa Rica aseguró que al asumir el actual Gobierno del presidente Rodrigo Chaves el pasado 8 de mayo, “se consideró” restablecer la presencia de un embajador en Managua, pero se descartó la posibilidad tras la expulsión de la delegación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Nicaragua.
“La expulsión de la OEA y sus diplomáticos en forma sorpresiva nos hizo revertir la situación y mantener la relación tal cual está. Nicaragua retiró (recientemente) a su embajador Duilio Hernández y ha enviado a un encargado de negocios, asunto que interpretamos como reciprocidad dada la posición costarricense”, dijo André.
El anterior Gobierno de Costa Rica (2018-2022), presidido por Carlos Alvarado, no envió embajador a Nicaragua y en diversos foros internacionales denunció las violaciones a los derechos humanos en ese país y abogó por el retorno a la democracia.
A pesar de la situación bilateral actual, el canciller costarricense confía en que las relaciones con Nicaragua en asuntos fronterizos se desarrollarán de modo normal.
“Nos interesa mantener excelentes relaciones fronterizas donde compartimos controles fitosanitarios, aduaneros y de salud, la lucha contra el narcotráfico y la seguridad fronteriza”, apuntó.