5 de agosto 2022
A finales de febrero de 2020, un sonriente Denis Moncada Colindres, canciller de Nicaragua, posaba para las fotos oficiales de una gira a Taipéi. Todo era risas y gestos con la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, a quien garantizó que Daniel Ortega y Rosario Murillo estaban “contentos” de defender los intereses de la isla. El martes pasado, el alto diplomático nicaragüense renegó de sus palabras y firmó un mensaje en el que condenó “enérgicamente” que la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, visitara Taiwán, un acto que, según el régimen, representa “una provocación”.
Horas más tardes del mensaje de Moncada, el dictador sandinista respaldó a su canciller en la defensa de los intereses de la República Popular de China. “Este paso que han dado el día de hoy (visita de Pelosi), que nosotros hemos condenado, es un acto que no tiene otra calificación que de un acto demencial de quien siente que se derrumba el imperio”, dijo Ortega en un acto oficial en ocasión del 43 aniversario de la Fuerza Aérea de Nicaragua.
“Es un acto demencial propio de los Hitler, que sienten que son el imperio y entonces buscan como fortalecer posiciones, lanzándose a desafiar a China, a invadir”, subrayó el caudillo sandinista.
Sin embargo, ese férreo y publicitado rechazo a la gira de Pelosi no aplica para otras visitas a Taiwán de altos representantes de países y organizaciones aliadas del orteguismo como Dante Mossi Reyes, presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas.
Mossi participó este miércoles 3 de agosto en un “Foro de Innovación, Sostenibilidad y Cooperación” realizado en Taipéi, que coincidió con el primer año de la apertura de una oficina del BCIE en Taiwán, que tiene como objetivo “apuntalar nuevas relaciones comerciales y explorar los beneficios de inversión y tecnología para mejorar la calidad de vida de los centroamericanos”, indicó el Banco en un comunicado.
En Centroamérica, Mossi es conocido por ser un acérrimo defensor del régimen de Daniel Ortega y porque el organismo que dirige es una de las principales fuentes de financiamiento del orteguismo sin importar que el régimen haya cometido crímenes de lesa humanidad, según ha documentado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En mayo pasado, el economista hondureño, al ser cuestionado sobre su apoyo al régimen nicaragüense, señaló que "el BCIE no es una instancia de derechos humanos", por lo cual Nicaragua recibe cerca de 600 millones de dólares en créditos anuales.
El primer ministro sanvicentino arribó a la isla este jueves 4 de agosto en una visita oficial. “El Gobierno de San Vicente y las Granadinas hace un llamado a China para que desista de los ejercicios militares, diseñados para amenazar o intimidar al pueblo de Taiwán”, dijo Gonsalves, quien fue el invitado estelar de Ortega —y único jefe de Estado— en la conmemoración del 43 aniversario de la Revolución Sandinista.
San Vicente y las Granadinas se encuentra entre un puñado de países de la Comunidad del Caribe (Caricom) que han establecido relaciones diplomáticas con Taiwán a pesar del rechazo de China.
Los ejercicios militares chinos, a los que alude Gonsalves —apodado por Murillo como “el tío Ralph”—, son en represalia por la visita de Pelosi. El Gobierno de Pekín inició maniobras militares, que han incluido el uso de misiles de largo alcance y han causado el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla, una de ellas a unos 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán.
“Oportunismo” del régimen
Para el economista Enrique Sáenz, las críticas de Ortega a propósito de la visita de Pelosi dan “vergüenza” y son una muestra del “oportunismo” del régimen.
“Pasaron 15 años cepillando (adulando) a Taiwán mientras los ordeñaban. Ahora aparecen en una colosal payasada servil con aires de potencial mundial 'defendiendo' a China de la 'provocación imperialista”, comentó.
La ruptura del régimen nicaragüense con Taiwán, el pasado 9 de diciembre de 2021, sorprendió porque la isla era uno de sus principales cooperantes y por la rapidez con que reconoció a la República Popular China como “único Gobierno legítimo”.
La presidenta de Taiwán estuvo en Nicaragua para la tercera investidura presidencial de Ortega, en enero de 2017. Para entonces, el dictador se mostraba complaciente con el Gobierno de la isla y hasta comprometido con la causa de su independencia.
“Seguimos comprometidos en esa batalla, una batalla justa, de principios, para que el pueblo de Taiwán se siga incorporando a organismos internacionales adscritos a Naciones Unidas, organismos de carácter humanitario... De tal manera que seguimos acompañándolos en esa lucha para ir ganando cada vez más espacios para su pueblo, para su gobierno en los organismos internacionales”, dijo entonces Ortega a la presidenta.
Siguieron cobrando fondos de Taiwán
El doble discurso del régimen también quedó evidenciado en el Informe de Ejecución Presupuestaria, enero - marzo 2022. Donde se detalla que el orteguismo presupuestó 289.6 millones de córdobas en cooperación no reembolsable proveniente de Taiwán, de los cuales hasta marzo ya había ejecutado 162.3 millones. Esta cooperación se estaría cobrando después de que se cortó la relación diplomática.
El documento indica que se trata de un "remanente de ingresos percibidos en 2021" y que el régimen de Ortega siguió ejecutando en 2022, a pesar de su política hostil frente a su antiguo aliado.
Con los recursos de Taiwán el régimen de Ortega ha financiando 12 programas, proyectos como: Seguridad Alimentaria y Nutricional Educación Inicial, Formación Continua y Capacitación, Servicios de asuntos agropecuarios, Atención pandemia covid-19, Atención dispensarizada a la familia en la comunidad y Servicios de hospitalización
Otros beneficiados con los fondos de Taiwán son: el Servicios de hospitalización médicos o quirúrgicos, Servicios de apoyo al diagnóstico, Gestión técnica administrativa hospitalaria, Capitalización y asistencia técnica, Construcción del Policlínico para Atención Ambulatoria de Adultos y Pediatría del Hospital Carlos Roberto Huembes y hasta instituciones como la Policía Nacional y el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres.