4 de agosto 2022
El sacerdote Uriel Vallejos junto a seis feligreses han permanecido durante dos días encerrados en la casa cural de la parroquia Jesús de la Divina Misericordia, sitiados por decenas de antimotines, que desde el lunes 1 de agosto ocuparon de facto las instalaciones de la iglesia, la capilla Niño Jesús de Praga, y el Colegio San Luis Gonzaga, del que el párroco también es director.
A medida que el tiempo transcurre, la comunicación e incertidumbre crecen. En su última publicación en Twitter, la mañana de este miércoles 3 de agosto, el padre Vallejos compartió una cita bíblica sobre la grandeza de la fe y clamó por oraciones.
Se sabe muy poco sobre las condiciones en las que se encuentran, tras confirmarse que no tienen acceso a alimentos porque la cocina está bajo la custodia policial. El padre dijo, el martes, en una entrevista a TV- Merced, de la Diócesis de Matagalpa, que resisten con jugos, manzanas y galletas, no tienen luz eléctrica, y desconocen las razones del porqué los policías no se retiran.
«Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». ¿Cuál es la fe grande? La fe grande es aquella que lleva la propia historia, marcada también por las heridas, a los pies del Señor pidiéndole que la sane, que le dé sentido. ( Mt. 15, 21-28).
ORACIONES! pic.twitter.com/WIRcZIDrNX— Pbro Uriel Vallejos (@pbrourielv) August 3, 2022
Hasta ahora la Policía no ha penetrado a la habitación donde se encuentran, pero tampoco los ha dejado salir. Se desconoce si el grupo tiene acceso a agua o si tiene disponible un baño.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó este miércoles que las condiciones del sacerdote Uriel Vallejos, recluido en una parroquia ocupada por policías desde el lunes pasado lunes, empeoraron luego de que se le cortó el suministro eléctrico, y que sus alimentos están casi agotados.
“No pueden salir, la Policía los tiene rodeados y cerrada la calle que colindan con el templo. ¿Qué pretende el régimen Ortega Murillo?, ¿dejar que mueran de hambre?”, reclamó el Cenidh.
Los antimotines permanecen dentro y fuera de la parroquia desde la tarde del lunes, cuando asaltaron a la fuerza el templo católico para llevarse los equipos de Radio Católica de Sébaco, una de las diez emisoras religiosas cerradas por el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), entre este lunes y martes, cuando dejaron caer la guillotina sobre 12 medios de comunicación.
Los policías ingresaron después de golpear y lanzar bombas lacrimógenas a la ciudadanía que llegó acuerpar al sacerdote.
El contingente antimotín no logró robarse los equipos de la radio porque los feligreses los resguardaron antes que ingresaran a la iglesia. El lugar sigue custodiado por la Policía, que ahora ha impedido la circulación vehicular frente al templo católico, confirmaron fuentes de la zona a CONFIDENCIAL.
Brian Nichols, subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, calificó el "brutal ataque de Ortega-Murillo contra el clero católico, instalaciones radiales y miembros de la comunidad en Sébaco", como "otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua", según una publicación en su cuenta de Twitter.
El brutal ataque de Ortega-Murillo contra el clero católico, instalaciones radiales y miembros de la comunidad en Sébaco es otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua. ¿Cómo pueden hombres y mujeres de uniforme (muchos gente de fe) ejecutar tales órdenes?
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) August 4, 2022
"¿Cómo pueden hombres y mujeres de uniforme (muchos gente de fe) ejecutar tales órdenes?", cuestionó en referencia a la Policía. En junio pasado, el embajador por la Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, Rashad Hussein, expresó que el Gobierno de Joe Biden estaba “preocupado” por el uso de turbas y fuerzas de choque callejeras por parte del régimen orteguista para intimidar y asediar a sacerdotes en Nicaragua.
Arrecia persecución contra la Iglesia
Tras dos días de incertidumbre, la Iglesia católica no se ha pronunciado públicamente sobre la tensa situación que atraviesa el sacerdote Vallejos. En entrevistas anteriores, el religioso aseguró que mantenía comunicación con otros pastores, incluido monseñor Rolando Álvarez, responsable de la Diócesis de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí.
La persecución policial también se ha extendido a la zona de Matagalpa. Agentes de tránsito bloquearon la calle de la residencia episcopal de esa ciudad, donde habita el obispo Álvarez, una de las voces críticas al régimen orteguista. El prelado ha sido víctima de constante asedio y vigilancia de la Policía, que en mayo se vio incrementado al punto que el obispo buscó protección en un templo de Managua.
Este martes, el diario La Prensa publicó que el cardenal Leopoldo Brenes es custodiado desde hace unas semanas por dos patrullas de la policía. Asimismo, la plataforma Artículo 66 informó que el sacerdote Pedro Méndez, párroco de la iglesia Santa María Magdalena, en Monimbó, Masaya, fue amenazado por el comisionado general Juan Valle Valle, encargado de la Policía en ese departamento, después de una homilía celebrada el 17 de julio, en la que el religioso recordó el horror de la operación limpieza hace cuatro años.
Valle le dijo al sacerdote Méndez, quien fue víctima de la ofensiva paramilitar en Monimbó, que “anduviera con cuidado porque pronto iba a caer al igual que otros sacerdotes”, detalló el medio de comunicación.
El ataque del régimen orteguista contra la Iglesia católica ha sido frontal desde 2018, cuando estos alzaron la voz para denunciar las violaciones a derechos humanos que estaban siendo víctimas los nicaragüenses y dispusieron sus templos como refugio ante la violencia estatal. Esto fue suficiente para ser perseguidos por el Frente Sandinista, que se ha encargado de promover campañas de difamación, mandar turbas a profanar templos y golpear religiosos, ordenar el sitio policial y encancarcelarlos, como ha ocurrido con los padres Manuel García y Leonardo Urbina.
Sacerdotes obligados al exilio
Este miércoles 3 de agosto el sacerdote Edwing Román, exresponsable de la iglesia San Miguel en Masaya cumplió un año de estar exiliado en Estados Unidos debido al asedio policial permanente y amenazas.
El sacerdote Román salió del país por diez días para celebrar un bautizo, pero durante ese tiempo las agresiones incrementaron. Este martes, Román recordó su partida del país y adjuntó un video de la vicepresidenta Rosario Murillo, en el que se refiere a su persona y al obispo auxiliar, monseñor Silvio Báez, también en el exilio por amenazas contra su vida.
Murillo aludiendo a Román dijo que él “profanó” la iglesia en Masaya. En referencia al obispo Báez dijo que “sonaba las campanas para que saliera la gente a morir”.
Hoy un año que salí de Nicaragua por diez dias a celebrar un Bautizo. Tres días después este video venenoso alude a mi persona y a @silviojbaez, y como complemento un periodista y un diputado sandinistas reconocidos en programa de TV, me amenazan con la carcel.
!Regresaremos!. pic.twitter.com/6U4GOpBogA— Edwing Román (@EdwingRoman14) August 3, 2022
El sacerdote Román estuvo al frente de la defensa del pueblo en Masaya durante los reiterados ataques policiales contra la ciudadanía. Abrió la iglesia para refugiar a la población de las balas, atendió heridos y también veló por la seguridad y el respeto a los derechos humanos de policías y pobladores que protestaron en 2018.
Su posición crítica contra los abusos de poder cometidos por el régimen orteguista lo colocó en el centro de la represión. El sacerdote ha padecido agresiones directas, asedio policial en reiteradas ocasiones y en 2019 estuvo secuestrado junto a madres de presos políticos en su propia iglesia, sitiados por la Policía, que durante las noches los aterrorizaban con amenazas de cárcel y muerte.
*Con información de Efe.