27 de julio 2022
Las Misioneras de la Caridad que fueron expulsadas de Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega, el pasado de 6 julio, valoran la posibilidad de instalar su misión religiosa en el cantón de Cañas, en la provincia de Guanacaste, Costa Rica. Por lo que se encuentran en "negociaciones avanzadas" con monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, obispo de la Diócesis de Tilarán - Liberia.
"Cuando las religiosas fueron expulsadas de Nicaragua, perdieron todos sus bienes y las recibimos en la frontera. Entonces, les propuse crear una fundación, en Cañas, asunto que tuvo eco en ellas. Después de negociaciones, contamos con el proyecto ya conversado, pero aún no firmamos el respectivo contrato. Oremos para que se concrete", detalló Monseñor Salazar Mora en un comunicado de prensa.
El jerarca católico también precisó que la superiora general de la congregación debe revisar y avalar el proyecto para, luego, seguir adelante con otros trámites legales para dejar en firme todo.
Este martes 26 de julio una delegación de cinco religiosas recorrió el Centro de Catequesis Pbro. Armando Hernández, en barrio Kennedy, en Cañas, a fin de valorar ese lugar, como su casa de misión. Las misioneras fueron acompañadas por monseñor Salazar Mora; el coordinador de la Pastoral Social diocesana, el diácono Francisco Venegas; y el párroco de Cañas centro, Pbro. Harvey Flores.
De acuerdo con la información de la Diócesis de Tilarán-Liberia, el obispo propuso a las misioneras brindar servicio en Cañas, un cantón populoso con un buen número de habitantes de la calle y familias con grandes necesidades; lo cual motivó una primera visita de las religiosas, el mismo día que fueron expulsadas de Nicaragua.
Ahora, en su segunda gira, "las hermanas conocieron su posible sede a fin de evaluar una serie de trabajos de mejoras, en la infraestructura, las cuales planean realizar con apoyo de benefactores", se lee en el comunicado de la diócesis.
"Estamos contentas por ubicar nuestro convento, acá, en Cañas; vamos a realizar nuestra misión de visita a las familias pobres; ayudar al padre Harvey Flores —párroco en Cañas centro— con los sacramentos; enseñar a los niños de catequesis, también, visitar los ancianos y llevarles la comunión para una vida espiritual; más adelante, veremos si podemos ayudar a los indigentes con comida y su parte espiritual", manifestó la madre Agnecita, encargada de las 13 casas de las misioneras, distribuidas en toda Centroamérica.
Finalmente, la diócesis puso a disposición de la ciudadanía la cuenta de la Asociación Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, IBAN CR65 0152 0100 1029 8672 83, para quienes deseen apoyar a las religiosas.
La misión en Nicaragua
Antes de ser expulsadas de Nicaragua, las misioneras atendían dos comunidades religiosas en Managua y una Granada.
En Managua, la congregación religiosa atendía un hogar de adultos mayores, una guardería y un comedor para los más desfavorecidos. También asistían a 135 familias con canasta básica mensual, acompañamiento espiritual y catequesis. Ayudando a parroquias vecinas.
En Granada la congregación religiosa atendía a jóvenes y niños de escasos recursos económicos, proveyéndoles un espacio para otros niños con necesidad de reforzamiento escolar. Además, tenían un comedor para los más necesitados y —al igual que en Managua— entregaban canasta básica para las familias pobres.
La congregación religiosa también entregaba medicinas a los más necesitados, brindaba apoyo económico a los universitarios de escasos recursos económicos y visitaba a los privados de libertad.
Las Misioneras de la Caridad, orden fundada por Madre Teresa de Calcuta, fueron obligada a salir de Nicaragua luego que la Asamblea Nacional, controlada por el orteguismo, canceló la personalidad jurídica de su asociación religiosa.