13 de julio 2022
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La Asamblea Nacional, dominada por el Frente Sandinista, aprobó este martes un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por 200 millones de dólares, para reducir el impacto del incremento de los precios de los combustibles. Este crédito millonario se sumará a la deuda externa de Nicaragua, que al finalizar 2021 alcanzó los 14 308 millones de dólares, el pico más alto durante los 15 años de Daniel Ortega en el poder.
El decreto del contrato de préstamo, enviado con carácter urgente por el Ejecutivo fue aprobado con el voto de 90 de los 91 diputados. Uno estuvo presente y no votó. El pasado 29 de junio, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) suscribió el contrato del préstamo con el BCIE para financiar la implementación del “Programa Temporal de Apoyo ante la Crisis de los Combustibles en Nicaragua”—como parte de un fondo de 800 millones de dólares dispuestos por el BCIE para sus socios—, afirma el decreto.
Durante 14 semanas consecutivas el régimen orteguista ha mantenido congelados los precios de los combustibles y sus derivados sin explicar a qué partida presupuestaria afectan. Lo único que Ortega reveló en el acto por la Dignidad Nacional, el 4 de mayo pasado, es que los subsidios a la gasolina súper, regular, diésel y el gas licuado de petróleo (GLP), implican un monto promedio de cuatro millones de dólares por semana, lo que sumarían 56 millones de dólares hasta la semana pasada.
Rubén Arriola, de la Consultoría del Gestor al Consumidor, califica la medida como “salomónica”, pero aclara que no resuelve el problema de fondo, que pasa por una evaluación a la Ley 277 o Ley de Suministro de Hidrocarburos y una reforma tributaria, para reducir el precio de los combustibles vía impuestos.
“Nosotros creemos que se debería de hacer un estudio más técnico, más profundo para beneficiar al consumidor final. Por lo menos, de los cuatro (impuestos aplicados a los combustibles) eliminar dos, y de esta manera se vería mayor el beneficio, bajarían considerablemente, no mantenerlo congelado con precios aún altos”, explicó a CONFIDENCIAL.
Arriola no niega que el congelamiento del precio de los combustibles y sus derivados, sostenido por el Gobierno desde hace un poco más de tres meses, tenga un impacto positivo sobre la población. Sin embargo, es “muy pausado” porque los precios de la canasta básica se han disparado, estimando un costo total de 17 500 córdobas y a finales de este año puede cerrar en 18 000, dijo.
En mayo pasado, el precio promedio del componente ‘alimentos’ en la canasta básica era de 10 026.61 córdobas, y se elevó en 2036.11 córdobas, para cotizarse en 12 062.72 córdobas al cerrar mayo de 2022, indica un reportaje publicado por CONFIDENCIAL sobre el impacto de estos altos costos en la vida de las familias nicaragüenses.
Un economista que accedió hablar bajo anonimato considera la medida del régimen como “una jugada política”, de cara a las votaciones municipales de noviembre próximo, y advierte que una vez se acabe el subsidio se generará un “efecto de arrastre” que implica que la población asuma el costo de los derivados del petróleo.
Agrega que estos préstamos aumentan sistemáticamente la deuda externa, que a largo plazo “va a generar mayores niveles de pobreza, menor asignación de gasto social”, porque los pagos se hacen con fondos del erario público.
Diputados orteguistas defienden endeudamiento
El endeudamiento con el BCIE fue señalado por el diputado liberal, Walter Espinoza, que calificó la medida como un “respiro pequeño”, “un pequeño alivio” ante la crisis de los combustibles, pero que al final “es un préstamo más que tendremos que pagar”.
En ese sentido, precisó que el MHCP ha contratado en lo que va del año “tres préstamos con el mismo BCIE, los cuales suman 605 580 372 millones de dólares”. Recordó que Nicaragua tiene un límite de endeudamiento este año hasta por 1046 millones de dólares.
El diputado orteguista Wálmaro Gutiérrez defendió la aprobación del préstamo, señalando que la política de endeudamiento de Nicaragua es sana y responsable, y que sus recursos están dirigidos a proyectos sociales.
El nuevo préstamo adquirido con el BCIE “no es un minúsculo ni insignificante parche, al contrario, es un apoyo a todos los sectores de la economía”, aseguró.
En la iniciativa, el Ejecutivo indicó que a partir de este año “las tensiones internacionales y los conflictos geopolíticos aceleraron la tendencia alcista” de los precios de los combustibles, que empezaron un año antes por la mejora económica registrada en la economía mundial.
Ortega atribuyó el actual alza “por el riesgo teórico de interrupciones en la cadena de suministros por las múltiples sanciones económicas y financieras impuestas por Estados Unidos a uno de los mayores productores de gas natural y petróleo del mundo”, en referencia a Rusia, país al que abiertamente el caudillo sandinista ha apoyado en su invasión contra Ucrania.
En Nicaragua, desde octubre de 2021, las gasolinas súper y regular pasaron los 40 córdobas por litro, y el diésel lo hizo a mitad de febrero de este año, ambos casos ocurrieron cuando no existía una guerra que disparara el precio internacional del petróleo. Reportajes de CONFIDENCIAL han revelado que, hasta inicios de 2021, los consumidores nicaragüenses han pagado unos 30 millones de dólares por un sobreprecio en los combustibles.
La inestabilidad del oro negro
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) —de referencia para Nicaragua— bajó este martes un 7.9 % y cerró en 95.84 dólares por la fortaleza del dólar y la perspectiva de una demanda más débil, volviendo a perder la barrera psicológica de los 100 dólares.
Al finalizar las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto perdieron 8.25 dólares con respecto al cierre anterior.
La semana pasada el precio del oro negro también estuvo marcado por la volatilidad y cayó por debajo de la barrera psicológica de los 100 dólares, aunque terminó la semana rozando los 105 dólares.
“Los mercados siguen divididos entre los temores a una recesión en EE. UU., Europa y China, que torpedean el crecimiento y, en consecuencia, el consumo de petróleo, y la realidad en la que todavía es muy ajustada la oferta y la demanda del mercado”, apuntó este martes el analista de la firma Oanda, Jeffrey Halley.
*Con información de Efe
