12 de julio 2022
El alcalde de Rivas, Wilfredo López Hernández, “renunció” la tarde de este lunes 11 de julio, acorralado por la cúpula de su partido durante una sesión extraordinaria, convocada ese mismo día y que duró tan solo 30 minutos.
El Concejo Municipal aceptó también la dimisión de la vicealcaldesa Esperanza Núñez. Según fuentes de la comuna, la renuncia de López está fechada desde el 27 de junio y la de Núñez el 8 de julio pasado. La sesión se realizó a las 4:00 p.m. en el auditorio municipal, donde ambas cartas fueron leídas.
Según fuentes municipales, los concejales no nombraron a un sucesor, pero sí a Ana Birmania Rueda como nueva vicealcaldesa, y al concejal Mario Rodríguez como nuevo secretario, a quien señalan como el funcionario que será “el verdadero poder tras el trono”.
“Todos los concejales, incluso los opositores, votaron a favor de elegir a Birmania como nueva vicealcaldesa. Solo uno de ellos dijo que no estaba de acuerdo con las renuncias, pero como comentario, porque las mismas no estaban sujetas a ninguna votación”, explicaron.
Para las mismas fuentes, el FSLN puso a Rodríguez en el lugar “donde siempre quiso estar”. Él se disputó la candidatura municipal del FSLN en el pasado con el actual alcalde, pero en ese momento lo “apartaron” y la cúpula escogió al ahora alcalde depuesto.
Rodríguez fue el delegado del Ministerio de Recursos Naturales (MARENA) en Rivas, cuando el Estado ordenó que le derribaran un hotel en abril de 2015 al opositor Milton Arcia en Ometepe. Esa decisión fue rechazada en su momento por el Consejo Superior de la Empresa Privada.
La destitución de Wilfredo López puso fin a 14 años de mandato municipal y a una trayectoria de alineamiento con Ortega. El funcionario destituido es recordado por su apoyo en 2014 a las obras del canal interoceánico, el proyecto fallido de la Administración Ortega-Murillo, que en su momento la pareja presidencial vendió como la iniciativa que cambiaría la historia de Nicaragua y sacaría a miles de la pobreza.
El doble estándar contra la corrupción del FSLN
En febrero pasado, estalló un doble escándalo de corrupción del FSLN en Rivas. Uno fue por la administración del exalcalde de Rivas, intervenida por el Instituto de Fomento Municipal (INIFOM).
Por otro lado, la Policía interrogó a la magistrada Ileana Pérez, a cargo de la circunscripción judicial en ese departamento, luego que allanaron una propiedad de un exnarco registrada a nombre de su hermano, quien se desempeñaba como juez en esa misma zona del país.
Pérez siguió en sus funciones, sus colegas la reeligieron en junio pasado como presidenta de la sala Civil de la Corte Suprema de Justicia. Al exalcalde en cambio, las autoridades lo investigaron por un faltante de 10 000 dólares. Según las fuentes consultadas por CONFIDENCIAL, el exalcalde se comprometió incluso a reponer el dinero, bajo presión de la cúpula del partido.
La “renuncia” tanto de él, como de la vicealcaldesa, era cuestión de horas, desde que el fin de semana pasado, les quitaron el poder administrativo, agregaron.
El domingo 3 de julio, el exalcalde fue trasladado a su casa en el reparto Los Robles, después que lo tuvieron en la sede policial rivense. Aunque la investigación la realizó la Policía, en la misma participaron operadores políticos como el ministro de Agricultura, Isidro Rivera, el secretario político del FSLN en Managua Fidel Moreno Briones y su homólogo en Rivas, Reymundo Membreño.
El golpe a las alcaldías opositoras
Entre el 2 y 4 de julio pasado, el FSLN se apropió de cinco alcaldías opositoras, hasta entonces en manos de alcaldes del opositor Ciudadanos por La Libertad (CxL). INIFOM argumentó que las municipalidades no podían continuar tal como estaban, porque a ese partido le quitaron su personería jurídica el año pasado.
El despojo de la personería de CxL ocurrió meses antes de las votaciones presidenciales, en la escalada represiva con la que se eliminó la competencia electoral, se sembró el miedo, lo que permitió la reelección de Ortega y Rosario Murillo.
En lugar de los opositores, el Ejecutivo nombró a concejales sandinistas. Decenas de policías sitiaron las sedes municipales antes de comunicar la decisión del régimen a los trabajadores.
Víctimas del golpe del régimen fueron las alcaldías de Santa María de Pantasma, El Cuá y Sebastián de Yalí, en el departamento de Jinotega. También Murra en Nueva Segovia y El Almendro en Río San Juan. Con las instituciones usurpadas, el FSLN controla 141 de 153 municipalidades, es decir más del 90% de las existentes en toda Nicaragua.