10 de julio 2022
A pocos minutos del centro de Los Ángeles, California, sobre la calle Venice se encuentra el restaurante de comida nicaragüense Portobanco's, cuyo dueño es Heberto Portobanco. Se trata del hijo del famoso mánager de béisbol granadino y miembro del Salón de la Fama del Deporte Nacional del mismo nombre.
Heberto y sus hermanos emigraron en la década de 1970 y se asentaron en California, que para entonces no tenía una comunidad nicaragüense tan nutrida como la que existe hoy. Actualmente, es el segundo estado de Estados Unidos con mayor población nicaragüense, solo después de Florida. Más de 100 000 nicas han emigrado allí desde mediados del siglo pasado y su presencia es notoria a través de una variada oferta gastronómica en ciudades como San Francisco y Los Ángeles.
Heberto hizo carrera en la industria de restaurantes en Estados Unidos. Trabajó en distintos puestos: desde lavaplatos hasta gerente general, y siempre tuvo el anhelo de que la comunidad nicaragüense tuviera un punto gastronómico propio. Convenció a su hermano de que se asociaran y así el negocio abrió sus puertas en abril de 2018.
Una cuchara auténtica
Al inicio, la preocupación era cómo lograr una cuchara auténtica y deliciosa, que se ganara el aprecio de los nicaragüenses en Los Ángeles. "Eso me causa gracia ahora, pero al principio era el temor más grande que yo tenía, porque realmente no sabía mucho de la comida nicaragüense. Tuve una señora que me ayudó bastante, me guió", confiesa.
El buen servicio, un local agradable y una ubicación privilegiada en una zona residencial con fuerte presencia latina, y en donde se ubican otros lugares de comida nicaragüense, han ayudado a Portobanco's a cultivar su clientela.
El 80% del personal en el restaurante es nicaragüense. Heberto comparte que al inicio fue difícil hallar personal calificado o profesional especializado en comida típica de Nicaragua. "Eran las amas de casa que venían y me ayudaban, alguien venía de vacaciones y me daba una idea, pero hoy día tengo unos chefs que han venido de Nicaragua, ya me puedo relajar un poco más", detalla.
El menú tiene todo lo que se halla en una fritanguería nicaragüense, pero también incluye tostones con queso, vaho, sopas y nacatamales, cada plato con el verdadero sabor nica que hace que los clientes vuelvan y también crezcan.
"Desde que inauguraron este restaurante venimos aquí, primero porque era nicaragüense, después seguimos viniendo porque es atendido por su propio dueño, excelente servicio, atención de primera, comida deliciosa", cuenta Jeannett Barreto, cliente de Portobanco's.
César Cabrera, otro comensal nicaragüense, dice que le gusta que la comunidad nicaragüense tenga un restaurante al que acudir para saciar sus antojos. También nota que la oferta gastronómica nica atrae a extranjeros de diversas nacionalidades. "Otra cosa que me ha llamado la atención es que viene mucha familia, niños chiquitos nacidos acá que ya están acostumbrándose a las tradiciones nicaragüenses", agrega.
Para Heberto, el mayor cumplido que un cliente puede darle es que diga que la comida le recordó a la abuelita. "Esa nostalgia que el restaurante le puede brindar", es lo que le trae satisfacción como propietario.