28 de junio 2022
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Corría marzo de 2021, previo a las votaciones presidenciales de ese año, cuando Kitty Monterrey, presidenta de Ciudadanos por la Libertad (CxL), afirmaba desde su oficina en Managua que su partido era la opción para derrotar a Daniel Ortega. Cuatro meses después, en agosto, el régimen canceló la personería de CxL –y con ello el último vehículo para la oposición– y días más tarde Monterrey tuvo que salir de Nicaragua, ante el asedio en su contra y las amenazas de arresto.
En noviembre, Ortega acabó reeligiéndose para un cuarto período consecutivo, tras anular toda la competencia electoral en un proceso calificado de “ilegítimo”. Ante la previsión de las votaciones municipales en noviembre de 2022, en el que se elegirían a las autoridades locales de los 153 municipios del país, Monterrey valora que este proceso será “un mero trámite de asignación de alcaldías y concejalías” en el que el gobernante Frente Sandinista –que actualmente controla 136 municipios– únicamente “terminará de apropiarse de todo el país”.
Exiliada en San José, Costa Rica, Monterrey justifica que, sí antes apostó por la vía electoral como la “única salida posible” para restablecer la democracia en Nicaragua, ahora “todo ha cambiado”.
Actualmente, CxL gobierna en cinco de las 153 alcaldías, pero no hay casilla para retener estos municipios ni competir por otros. Tampoco Monterrey ve condiciones ni garantías para hacerlo.
La política asegura que miembros del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) –que colaboró con la decapitación de CxL– y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) se han acercado a alcaldes y concejales para que compitan bajo su bandera, y afirma que “no existe ninguna orientación” del partido al respecto, porque la decisión está en “la conciencia de cada quien”, pero cuestiona: ¿quién en su sano juicio, de CxL, va a participar en otra de esas casillas, que ya sabemos que son satélites del Frente”.
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Monterrey admite que “es muy difícil” que CxL recupere su personería jurídica. “Mientras esté el Frente Sandinista en el poder, no veo ninguna posibilidad”, declara. Sin embargo, opina que “al final tal vez hasta un favor nos hicieron”, porque sostiene que “mientras haya presos políticos en el país es bien difícil pensar en participar en ningún proceso electoral”.
En noviembre habrá elecciones municipales, ¿cuál es la posición de CxL frente a estos comicios?
En primer lugar, yo no le llamaría elecciones. Uno habla de elecciones cuando hay competencia. En este caso no la hay. Tenés los unos contra los otros en una elección normal, pero aquí solo están los unos, que es el Frente Sandinista y sus aliados, (y) la oposición no está. Por lo tanto, yo me refería, no a unas elecciones municipales, yo hablaría de un mero trámite de asignación de alcaldías y concejalías.
CxL decidió participar en las votaciones regionales del Caribe en 2019 bajo las mismas condiciones actuales, bajo represión y también sin una reforma electoral que garantizara su transparencia. ¿Qué cambia ahora?
No. Todo ha cambiado. En primer lugar, existía la esperanza de poder ir a un proceso electoral –medianamente transparente– en contra de Ortega, y no fuimos solo nosotros los que apostamos a eso, obviamente, éramos los únicos que teníamos personería jurídica. Pero les recuerdo, la Coalición, la UNAB, todas las organizaciones, hasta ya tenían diputados, ya sabían quiénes iban a competir, etcétera. Todo el mundo estaba claro de que la única solución es realmente la vía electoral, y a eso se apostó cuando fuimos a esas elecciones; y a eso apostó todo el país; y todos, la oposición que estaba dentro del país en ese momento, apostaba a lo mismo, y todos queríamos participar en unas elecciones nacionales porque lo veíamos como la única salida posible. Todo ha cambiado, obviamente.
¿Y tienen alguna expectativa de recuperar la personería jurídica de CxL?
Yo creo que a estas alturas es muy difícil. Mientras esté el Frente Sandinista en el poder, no veo ninguna posibilidad. El hecho que nosotros cumplimos con todos los trámites que manda la ley, debiera de haber sido suficiente para que a estas alturas la hubieran devuelto. Pero bueno, al final tal vez hasta un favor nos hicieron, porque en estas condiciones, quién quiere participar en nada, sobre todo con los presos políticos. Para mí eso es lo más importante, mientras haya presos políticos en el país es bien difícil pensar en participar en ningún proceso electoral.
¿Entonces no contemplan buscar una casilla electoral?
Esa es una decisión de cada quien. Nosotros, como colectivo, obviamente no estamos buscando, porque, para hacer un poquito de historia: ALN, fuimos nosotros, y nos quitaron esa personería; fuimos PLI, y nos quitaron esa personería; después fundamos CxL, y nos quitaron esa personería. Entonces, quién en su sano juicio de CxL va a participar en otra de esas casillas, que ya sabemos que son satélites del Frente.
Sin embargo, voy a añadir algo interesante que está sucediendo. Yo sé por información que me comentan muchas de las personas del partido, que los han llegado a buscar de esas otras organizaciones, porque ya no vale la pena ni llamarlos partidos, y les llegan a ofrecer candidaturas para alcalde, para concejales, pero condicionado, incluso, a que pongan los fiscales. Entonces, ¿qué te dice eso? Que estas organizaciones ni siquiera tienen candidatos, en primer lugar, y mucho menos un tendido electoral. ¿Qué significa? Que esto es una asignación que va a hacer el Frente Sandinista entre los mismos, que son ellos.
Actualmente hay cinco alcaldías en manos de alcaldes de CxL. ¿Existe una orientación, una directriz, de parte de la dirigencia de CxL, para los alcaldes y concejales sobre qué hacer frente a estos comicios?
No. No existe ninguna orientación, nosotros lo estamos dejando a la conciencia de cada quien. Lo que sí he visto, es que nadie tiene ningún interés en irse a una casilla que le pertenece al Frente Sandinista. No lo veo sucediendo. Sin embargo, en todos lados hay de todo, ¿que sí puede haber alguna persona que lo haga? Sí, claro, a título personal lo podrán hacer. Pero obviamente, el que va en otra casilla deja de ser de esta organización por voluntad propia, pero eso no es una decisión de un colectivo, eso es a nivel de la conciencia de cada quien.
¿Existe una posición común de los alcaldes y concejales de CxL? ¿Ellos están de acuerdo con no participar, o pueden ir con otros partidos?
Lo que he escuchado de la mayoría es que no tienen interés en ninguna participación que no haya sido, o que no pudiera ser en nuestra propia casilla, que ya no la tenemos y, por lo tanto, interés, que yo haya visto, no hay.
Desde que Ortega volvió el poder en 2007 se ha adjudicado, entre señalamientos de fraude, más alcaldías en cada elección municipal; en 2017, solo 18 quedaron en manos de partidos liberales, ¿esta vez se va a quedar con todas el FSLN?
Yo eso pienso. Pero en 2017, igual, hubo fraudes y nosotros los denunciamos, incluso varias de las alcaldías que nosotros habíamos ganado, con toda la documentación y las pruebas, y que la OEA respaldó en el informe que hizo de esas alcaldías, (…) no es que las perdimos, es que, obviamente, se las repartieron porque no quisieron cumplir con los votos que se habían obtenido. En esta, lo que veo es, simplemente, terminar de apropiarse de todo el país.
Faltan cerca de cinco meses para estos comicios municipales y el Consejo Supremo Electoral todavía no ha convocado oficialmente. La última reforma electoral establece un período de 20 días de campaña, ¿eso es tiempo suficiente?
Es que no se trata de reformas. Yo ya lo veo aquí como decisiones que se sacan de la manga simplemente para ahorrarse recursos. Si en las elecciones nacionales hubo un 80%, o más, de abstención, ¿qué se puede esperar en esta? Entonces vienen y, entre esa reforma, que acomodan para favorecer o para reducir sus gastos: ahora son 600 los electores en cada Junta Receptora de Votos ¿eso qué significa? Que de casi 14 000 Juntas que habían, ahora van a ser entre 7000 y 8000, eso te reduce los gastos, te reduce el número de fiscales que, obviamente, no solamente los pone el Frente para su partido, sino que se los tiene que poner a los zancudos, que no tienen tendido electoral.
Entonces, esos 20 días es más que suficiente, si no hay movilización, no hay libertad de asociación, no hay oposición, entonces, en 20 días, simplemente es cumplir con el trámite de publicar los candidatos en La Gaceta, y después decirle a cada quién por quién van a votar. O sea, van a convocar, cálculo yo, de acuerdo a esa reforma a la que te referís, que tal vez estarán convocando tres meses antes, que estamos hablando de agosto. Cuando no tenés realmente una verdadera elección, ¿para qué tener una campaña larga? No es necesario.
Y si esto se trata de un circo electoral, ¿qué propone la oposición que no va a participar de ellas?
Es que es bien difícil hacer propuestas cuando la oposición está dentro del país y está silenciada. Yo no pretendo, desde aquí ni desde ningún foro, dar ningún tipo de instrucción, simplemente, a conciencia de cada quien, al igual que lo hicieron en esta farsa electoral recién pasada, de acuerdo a la conciencia de cada quien qué es lo que deberán hacer o no hacer.
