27 de junio 2022
En las noches de lluvia no logran conciliar el sueño. Cerrar puertas, ventanas, elevar sus enseres a más de dos pies del piso u organizarse con los vecinos para cerrar el paso vehicular, se convirtió en parte de sus rutinas para mitigar las afectaciones que dejan las lluvias en sus viviendas. “Josefa”, una habitante del barrio Fátima, ubicado en uno de los puntos críticos que se vieron afectados con las lluvias que cayeron en Bluefields en las últimas dos semanas, inició su relato, en entrevista con CONFIDENCIAL, asegurando que “si llueve, no dormimos porque sabemos que se va a inundar. Tenemos que estar pendiente del nivel al que va a llegar el agua y despiertos para evitar desgracias”.
“Josefa” habita con otras tres personas en su vivienda; dos mujeres adultas mayores y un menor de edad, por lo que, aseguró, cuando llueve le toca estar “alerta” por si tienen que evacuar. La vivienda de la mujer está ubicada entre un cauce natural y una calle, que con tres horas de lluvia, colapsa con una corriente de agua que se eleva hasta dos pies de altura.
“Nosotros tenemos cuarenta años viviendo aquí. Desde hace unos veinte años el problema se ha ido agravando. Lo que ocurre es que se ha dado crecimiento poblacional bastante desordenado, poco planificado, y muchos nos hemos quejado en la Alcaldía, porque en nuestros patios pasa una microcuenca que sale a la bahía de Bluefields, pero se ha dejado que gente construya sus viviendas sobre el mismo cauce, y es por eso que ahora cuando llueve, son más casas las que se inundan”, indicó.
Afirmó que como familia no han perdido tantos enseres, porque han tomado medidas, como elevar los electrodomésticos a más de dos pies de altura, para que no se mojen y dañen. Sin embargo, recordó que en años anteriores, con las llenas provocadas por las lluvias, perdieron provisiones alimenticias que no lograron elevar a tiempo de las corrientes que entraron a su propiedad.
Explicó que en la “llena” del pasado 15 de junio en su vivienda, solo se inundó el corredor delantero y trasero, ya que, a inicios de este año, tras haberse inundado su propiedad en diciembre de 2021, tomaron como medida colocar un muro de dos pies de altura en cada una de las puertas de ingreso a la vivienda.
Entre los vecinos del barrio Fátima también toman medidas cada vez que llueve. “Josefa” detalló que cierran el paso vehicular porque cuando hay automotores circulando “levantan corrientes que entran en nuestras casas, entonces, hay grupos que se ponen en la entrada de la cuadra para que no pasen los vehículos y otro vecino que tiene un camión lo cruza en otro de los ingresos para que tampoco pasen. Esa es una forma que hemos adoptado para protegernos”.
A juicio de “Josefa” es urgente que las autoridades de la comuna reubiquen a las personas que han construido sobre el cauce natural, se regule el mal manejo del desecho y se concientice no tirar la basura en los cauces, además de que se programe y planifiquen “obras civiles que dirija las aguas que vayan a desembocar a la bahía de Bluefields”.
Vivienda colapsa en barrio Pancasán
En el barrio Pancasán, en Bluefields, también se han registrado afectaciones por las lluvias. Una vivienda de ese barrio se desplomó el pasado 23 de junio, dejando a su propietario, Etanislao González, con cuantiosas pérdidas materiales, según información divulgada en las redes sociales.
Las publicaciones refieren que la propiedad estaba ubicada a la orilla de un “caño” y cayó en dirección a este luego que el suelo, donde se ubicaban sus bases, sufrió un deslizamiento.
Además, indican que González logró sacar parte de sus enseres, luego que un pariente le advirtió que vio una fisura en la vivienda. Sin embargo, las pérdidas fueron cuantiosas, ya que solo la vivienda estaba valorada en más de 20 000 dólares y tenía otros bienes materiales que no logró sacar, en la segunda planta de la propiedad.
Habitación se desploma en barrio Ricardo Morales
“Margarita”, de 58 años, habita en el barrio Ricardo Morales, en Bluefields. Su vivienda queda en la orilla de un cauce natural y las lluvias también la han afectado.
Relató, en entrevista con CONFIDENCIAL, que uno de los cuartos de su casa colapsó, luego que las bases perdieran estabilidad por el socavamiento del suelo que hicieron las corrientes.
La mujer labora en una panadería, donde devenga solo 2000 córdobas al mes, y señala que tras verse afectada buscó ayuda de la Alcaldía de Bluefields, pero estos no le dieron una respuesta.
Detalló que entregó una carta pidiendo que la ayudaran a levantar los postes de las bases del cuarto de su vivienda, pero, luego de una semana fue a preguntar y uno de los funcionarios se limitó a decirle que no la podían apoyar porque "la bodega está vacía".
La mujer habita con otras cinco personas; tres hijos y dos nietos, que por ahora no la pueden apoyar económicamente porque se quedaron sin empleo.
Explicó que, gracias a la ayuda de una iglesia, consiguió 2000 córdobas para reparar los postes del cuarto, pero el agua se sigue filtrando por el techo.
"Se fue el colchón al agua, se quebraron los postes, se mojó todo. Algunas cositas se fueron, unos trastes, una porra, la comida que también se mojó, el poquito que tenía, como compro ahí lo que puedo para tener ahí lo más barato, pero se mojó, se dañó", recordó.
La mujer concuerda con "Josefa" y asegura que el problema de las "llenas" se da por "la basura que tiran constantemente en los cauces naturales". Por lo que, urgió a las autoridades tener más control sobre los desechos y reubicar a las personas que están en esas zonas de riesgo.
250 viviendas anegadas
La Alcaldía de Bluefields identificó, el pasado 15 de junio, tras cuatro horas consecutivas de lluvia, 17 barrios afectados por inundaciones, siete de estos ubicados en “puntos críticos” calificados por la municipalidad.
“En esos puntos críticos hubo una crecida en los cauces o caños que atraviesan la ciudad y esa crecida de las aguas anegaron a unas 250 viviendas, de las cuales tres fueron destruidas parcialmente", detalló Gustavo Castro, alcalde de Bluefields en entrevista con Radio La Costeñísima.
También, indicó que la comuna “no puede” y “no tiene los recursos” para responder a las familias afectadas por las lluvias en ese municipio.
“No tenemos los recursos para construir una vivienda nueva o darles un lugar donde tengamos lotes de terrenos, entonces, tiene que ser un esfuerzo compartido y es lo que estamos haciendo, no abandonarlos, porque la gran mayoría de estas personas son de escasos recursos”, apuntó.