16 de junio 2022
Marie Laure Geoffray, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de la Nueva Sorbona, no conoce en persona a la comandante guerrillera Dora María Téllez, pero sí ha leído sobre ella y la Revolución Sandinista. La trayectoria política y social de la historiadora nicaragüense “impresionó” tanto a la catedrática francesa que la nominó para un doctorado honoris causa de la casa de estudios parisina, que se lo otorgó por unanimidad.
Telléz cumplió el pasado 13 de junio un año encerrada en una celda de confinamiento solitario en la cárcel de El Chipote. La presa política del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo fue condenada injustamente a ocho años de cárcel por presunta “conspiración”.
En una entrevista con el programa Esta Noche, Geoffray detalló que para la nominación buscó “a una personalidad que pueda ser un símbolo de lo que pasa en Nicaragua” y “Dora María me pareció la mejor personalidad para hacer eso, por toda su trayectoria —que es impresionante—, por el hecho de que ella siempre ha defendido los derechos sociales y la justicia social, al mismo tiempo que los derechos civiles y políticos”.
En un comunicado sobre el otorgamiento del honoris causa a Téllez, la universidad francesa afirmó que “quiere rendir homenaje a su excepcional trayectoria política y científica, y a su contribución al compromiso social internacional”.
¿Cómo conoció sobre Dora María Téllez y de su carrera como historiadora y como comandante exguerrillera?
Soy profesora de Ciencia Política, y especializada en América Latina, y mi tema de predilección es Cuba, y he trabajado mucho sobre las revoluciones y los Gobiernos autoritarios en América Latina. Me interesó hacer una comparación entre Cuba, Nicaragua y Venezuela, y por eso vine a Managua en 2013, y quise ver a Dora María, no la pude ver en ese momento porque estaba afuera. Pero, me encontré con otra gente del MRS, como Hugo Torres (q.e.p.d.), María López Vigil. En ese momento, me interesé mucho por la historia de Nicaragua, especialmente por el papel jugado por las mujeres sandinistas, porque era algo bastante especial que no se veía tanto en Cuba.
¿Usualmente, qué tipo de perfil o qué requisitos cumplen las personas nominadas para recibir un doctorado honoris causa de esta universidad?
Se buscan personalidades muy conocidas o menos conocidas, pero que sería bueno que la gente conozca más. Se buscan personalidades en el mundo de las artes, de la política, y de las ciencias. Dora María Téllez era, al mismo tiempo, una personalidad muy famosa en cierto hemisferio del mundo, y poco conocida en Europa, especialmente en Francia. Cumplía con estos requisitos de ser una personalidad muy importante en distintos ámbitos, porque es historiadora, ha sido una luchadora social muy importante, y ha jugado un papel político impresionante, para una mujer de su generación. Además, hay toda una lucha para que sean también mujeres las que reciban ese tipo de distinción, porque antes eran más bien hombres, y me pareció esencial promover a una mujer.
Usted argumentó por qué tenía que ser ella. A su criterio, ¿por qué se merece este reconocimiento, que finalmente le otorgaron a Dora María y de forma unánime?
Sé que se habla mucho de la situación cubana, de Venezuela y de Nicaragua, y por eso busqué a una personalidad que pueda ser un símbolo de lo que pasa en Nicaragua. Dora María me pareció la mejor personalidad para hacer eso, por toda su trayectoria —que es impresionante—, por el hecho de que ella siempre ha defendido los derechos sociales y la justicia social, al mismo tiempo que los derechos civiles y políticos; muchas veces se olvidan de uno o se olvidan de otro, y ella siempre ha defendido ambos lados. También quise nominar a alguien que esté en una situación muy complicada como ella, que está padeciendo de una situación horrorosa en la cárcel.
“Ha sido una luchadora”
Cuando se hacen ese tipo de nominaciones hay que adjuntar evidencias o documentos. ¿cómo es el proceso para nominar?
Documentos no, pero hay un formulario que rellenar y varias preguntas que contestar sobre por qué esa personalidad, qué ha hecho, cuáles son los éxitos que ha tenido en su vida, partes sobresalientes de su trayectoria, y por qué es importante nominar a esa persona, para la institución, en ese caso la Nueva Sorbona, qué tiene que ver esa persona con la institución. Argumenté que ella (Dora María), además de haber sido una luchadora, una política, una ministra, era también una historiadora reconocida en su país y en su región, y por todas estas razones, hablaba lo que nosotros hacemos desde las ciencias sociales.
¿Finalmente pudo conocer a Dora María en persona en algún momento? ¿Estaba enterada del activo rol que jugaba, y que juega, en esta etapa de Nicaragua en donde lucha por un cambio y por la democracia?
Nunca la encontré en persona, pero tenemos amigos en común, incluso una de las personas que me ayudó a contactar a su hermano (Óscar Téllez), es un amigo de un amigo. Tenemos gente así, amigos, colegas, gente afín a todas estas luchas que tenemos en común. Espero mucho poder encontrarla en carne y hueso, cuando pueda recoger su distinción en París.
¿Qué opinión tiene de ese nuevo papel que le ha tocado jugar a Dora María, después de la enorme trayectoria y del gran papel que jugó también en un momento histórico para Nicaragua, como la revolución?
Ella puede mostrar que la Revolución Sandinista tuvo un eco, en su momento, por buenas razones y no solo por malas razones, que es lo que la gente creo que, en este momento, tiene en la cabeza. Al final Daniel Ortega es como un hereje de una revolución mal hecha. Ella puede mostrar que en ese momento hubo luchas que sí valieron la pena, y que hoy hay que retomar esas luchas, pero pensando más en la democracia, en los derechos civiles y políticos, y no solamente en la justicia social. Aunque hoy Nicaragua necesita mucho de justicia social, y creo que Dora María puede jugar ese papel, y lo puede jugar muy bien, porque ella tiene una legitimidad histórica, una legitimidad como mujer, como alguien que nunca renunció a sus ideales.
La “cobardía” de Ortega
¿Cuál fue su reacción cuando se enteró de que Dora María estaba presa por motivos políticos?
Estaba muy triste, pensé en Dora María y en otras personas que están presas cerca de ella, como Suyen Barahona. Pensé: 'qué cobarde ese Daniel Ortega, de tener que poner a toda esa gente en la cárcel, porque no tiene los huevos —perdón, pero lo tengo que decir así— para debatir con esa gente e ir a las urnas y ver qué pasa'. Entonces, muy triste y con mucha, mucha cólera también.
Dora María se enteró de que le ha sido otorgado este doctorado honoris causa, y ella le dijo a su hermano: “es un honor, muy alto”. ¿Qué impacto puede tener el otorgamiento de este doctorado a Dora María, en la academia, en Francia, en Europa, sobre la situación de los presos políticos en Nicaragua?
El objetivo era difundir más información sobre la situación de los presos políticos, y sobre Dora María en Francia, en Europa. Creo que eso sí ha funcionado, mucha gente me está escribiendo y diciendo que han visto la noticia, y entonces espero que se difunda más, y que pueda tener un peso a la hora de negociar e intentar obtener la libertad de toda esa gente. Desde mi punto de vista es algo muy simbólico, es una gotita dentro de lo que se puede hacer, es poco lo que se puede hacer, pero sí, teníamos que hacer esto. Estoy muy feliz y orgullosa que mi institución haya decidido otorgarle, de manera unánime, esa distinción.