16 de junio 2022
La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez de Escorcia, denunció una persecución global contra los defensores de derechos humanos, luego de rechazar la denuncia reciente contra la exfiscal guatemalteca Claudia Paz y Paz.
El secretario ejecutivo de la Oficina Nacional de Prevención por la Tortura denunció el ocho de junio pasado a Paz y Paz por la emisión de una instrucción general para investigar casos graves de violaciones de derechos humanos perpetrados durante el conflicto armado, cuando se desempeñó como fiscal general de Guatemala entre 2010 y 2014.
“Hay una corriente antiderechos en medio de toda esta ola de antidemocracia, en muchos países del continente; defensores de derechos humanos son objeto de persecución, no lo veo como completamente local—de Guatemala—, la veo ubicada dentro de esa corriente”, sostuvo Núñez.
Paz y Paz es la directora del programa de Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), cuyas oficinas se encuentran en San José, Costa Rica. Según sus denunciantes, ella cometió los presuntos delitos de “abuso de autoridad, tortura y usurpación de funciones”.
“Es un referente ético en la región”
Sin embargo, Núñez de Escorcia asegura que la exfiscal guatemalteca es un referente ético para los defensores de la región desde hace años, y su compromiso por la lucha de los derechos humanos ha quedado evidenciada en distintos momentos, lo que ya le ha valido persecución y estigmatizaciones en el pasado.
“Claudia no era grata para los sectores militares, porque los persiguió para que no quedaran en la impunidad”, agregó Núñez, quien recordó que la exfiscal fue quien llevó a juicio al exdictador Efraím Ríos Montt, acusado de genocidio contra el pueblo ixil.
Paz y Paz fue parte del primer grupo de Expertos Independientes, impulsado en 2014 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el marco de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa.
También participó en el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investigó las graves violaciones de derechos humanos en Nicaragua, concluyendo con un informe que señala la comisión de delitos de lesa humanidad en el contexto de las protestas ocurridas en 2018 y reprimidas con violencia por el Estado de Nicaragua.
En 2013, Paz y Paz fue nominada al premio Nobel de la Paz. “En Guatemala están persiguiendo a una figura mundial, de la cual deberían estar orgullosos”, lamentó Núñez.
Las reacciones internacionales a la persecución, no se han hecho esperar. El Gobierno de Noruega se pronunció este martes 14 de junio. Rechazó la “criminalización contra operadores de justicia” e instaron a las autoridades guatemaltecas a que actúen con apego al derecho internacional de los derechos humanos.
CEJIL señala que acusación no tiene fundamento
En un comunicado del 10 junio pasado, el CEJIL afirmó también que la acusación contra la exfiscal guatemalteca refleja “un absoluto desconocimiento del derecho internacional de derechos humanos”.
“Con la emisión de la instrucción, la doctora Paz y Paz únicamente implementó las obligaciones que se derivan de los tratados de los cuales Guatemala es parte e hizo cumplir su deber para acatar las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en ejercicio del control de convencionalidad”, agregó CEJIL.
El organismo regional de derechos humanos relaciona el caso con la persecución sistemática, “que se ha recrudecido desde 2019 para criminalizar a los operadores de justicia, que han luchado para combatir la impunidad y la corrupción en Guatemala”.
Por otro parte, el organismo Washington Office on Latin America (WOLA) y la Fundación del Debido Proceso también contradijeron la denuncia contra la exfuncionaria, una abogada reconocida por su trabajo en defensa de los derechos humanos.