20 de mayo 2022
El paramilitar sandinista Marlon Gerardo Sáenz Cruz, conocido como “El Chino Enoc” y crítico público de Rosario Murillo desde el “sandinismo histórico”, fue acusado este jueves 19 de mayo por el supuesto delito de narcotráfico, un día después de su detención a manos de las autoridades que lo mantuvieron bajo asedio durante días en su residencia en Estelí, al norte de Nicaragua.
Saénz fue acusado junto al ciudadano Franklin Amador Salgado por delitos en contra de la Salud Pública y Seguridad Pública, que generalmente se vínculan al narcotráfico. Amador Salgado ya había sido condenado por este delito, pero fue liberado en 2017.
La acusación se interpuso en el Juzgado Quinto Distrito de lo Penal de Audiencia en Managua, a cargo de la juez Nalia Úbeda Obando, quien llevará el proceso contra Sáenz, y es conocida por su participación activa judicial contra opositores. Entre sus víctimas se encuentra el líder campesino Freddy Navas, el maratonista Álex Vanegas y la defensora de derechos humanos, María del Socorro Oviedo, condenada por obstrucción de funciones en Masaya en 2019 por un incidente con un policía, a quien ella abofeteó después que intentó manosearla, mientras acompañaba a un preso político. La fiscal a cargo del caso es Alicia Solís y según se describe se trata de una acusación con detención.
La víctima identificada por el Ministerio Público es la “sociedad nicaragüense, la Salud pública”, pero también “el Estado de Nicaragua y la Seguridad Pública”. Se desconocen los detalles de la acusación que ocurre cuando el régimen intensificó la represión contra los opositores y sacerdotes y al parecer también contra aquellos que critican las decisiones de Ortega y Murillo, aunque sean militantes sandinistas.
El miércoles, el diario La Prensa, informó que fue detenido la mañana del miércoles a eso de las 9:00 a. m. por oficiales de la Policía Nacional, quienes se lo llevaron en un vehículo particular. Inicialmente lo trasladaron al complejo judicial de Estelí, pero después fue llevado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote.
El "Chino Enoc" ya había alertado sobre persecución policial
El “Chino Enoc”, de 62 años, se volvió conocido en las redes sociales por las transmisiones en vivo que realizaba en Facebook, en donde expresaba abiertamente su apoyo a Ortega, sus críticas a Murillo y en los últimos meses denunció que por sus opiniones era perseguido por la Policía Nacional, controlada por el régimen al cual le es fiel.
“Hay compañeros que quieren que muera Daniel, militantes históricos porque sin Daniel, la Rosario no nos para, la Rosario Murillo está ahí y no le hemos caído encima por el respeto que le tenemos a Daniel y esa es una verdad”, dijo en uno de sus transmisiones.
Este lunes, 16 de mayo, Saénz denunció en sus redes sociales que había oficiales de la Policía en su casa y que no lo dejaban salir. A principios de este mes, también denunció que los agentes no lo dejaron ir a cobrar su pensión ni tampoco permitieron que se vacunara. “(Yo) había amarrado con el subdirector del centro de Salud que me viniera a vacunar, entonces ellos fueron hablar con la dirección del centro para que no vengan”, dijo en sus redes sociales.
La Prensa también informó que la esposa de Saénz, quien es maestra en una escuela pública está siendo amenazada con ser despedida si habla en contra del régimen y que tampoco ha podido verlo.
Hasta el momento, los familiares de Sáenz no se han pronunciado sobre la acusación, tampoco los militantes “históricos” que solían acompañarlo en sus transmisiones, usando seudónimos para evitar ser identificados por los oficiales de la Policía al servicio del régimen.
Las críticas a Murillo
El movimiento del “sandinismo histórico” había externado su malestar contra la vicepresidenta, a cuyos adeptos Sáenz llamó con desprecio el “Chayotal”. El 28 de marzo pasado, la cúpula del FSLN ordenó a los veteranos sandinistas que se fusionarán con los llamados profesionales y dejaran de colaborar en actividades de inteligencia con las autoridades policiales.
La orden fue transmitida por el coronel Leopoldo Rivas Alfaro, coordinador de este grupo, lo que despertó la ira de algunos de ellos. Sáenz en sus intervenciones atacó con animosidad a Murillo y siguió haciéndolo, pese a que Ortega en un reciente discurso mencionó la necesidad del relevo generacional en las filas del FSLN, lo que fue interpretado como un “espaldarazo” a su esposa.
"El relevo va llegando en armonía y no en confrontación, porque el que alimenta la confrontación, entonces atenta conta la unidad de la familia sandinista y de la familia nicaragüense y de la patria", dijo Ortega el 30 de abril pasado.
Sáenz culpó a Murillo de lo que considera un “control de derecha” en las filas sandinistas, lo que según él puede causar división. Para Sáenz, Ortega es el “líder moral” del FSLN, lo siguió como número dos Tomás Borge—ya fallecido—y quedaba todavía el coronel Lenín Cerna Juárez, antiguo secretario de organización y recordado por ser el jefe de la seguridad del Estado en los años ochenta, señalada de graves violaciones a los derechos humanos.
Cerna fue reemplazado por pugnas internas con Murillo en 2011, cuando el FSLN anunció que el propio Ortega asumía la secretaría de organización.