22 de mayo 2022
Kenia Soto palmea afanosamente una tortilla, se detiene en seco y gira rápidamente para voltear otras que se cocinan en una plancha metálica incandescente. Dos compañeras continúan palmeando, mientras Kenia revisa las que tiene en el fuego. Las tres elaboran las tortillas “más pequeñas”, las que cuestan dos córdobas por unidad. “A esas ya no se les puede quitar más tamaño, sino quedarían como una hostia”, advierte Soto, que posee un local en uno de los galerones al noroeste del mercado Mayoreo.
Además de las “pequeñas”, las tres mujeres elaboran tortillas de tres y cinco córdobas por unidad, a las que les han bajado un poco el tamaño, para compensar el alza en el precio del quintal de maíz y la raja de leña.
De acuerdo a Soto, el quintal de maíz ha pasado en los últimos meses de 600 a 900 córdobas; mientras la raja de leña pasó de 10 a 12 córdobas por unidad.
A varios kilómetros de distancia en el mercado Iván Montenegro, en Managua, la tortillera Ana Estebana Guillén no depende del vaivén del maíz y la leña, ella elabora las tortillas a base de harina de maíz —Maseca— y una plancha calentada con gas butano. Sin embargo, ambos productos también han registrado un alza en los últimos meses.
“Siempre mantengo una tortilla pequeña a dos córdobas, pero la que antes vendía a 2.50, ahora la doy a tres córdobas; y la que estaba a tres córdobas ahora está a cuatro córdobas”, detalla Guillén.
Ambas comerciantes no recuerdan en qué momento decidieron subir de precio o reducir el tamaño de las tortillas más grandes, pero sí coinciden en que con la tortilla pequeña no pueden hacer muchos cambios, porque los clientes no las llevan.
Pese a este tipo de previsiones y consideraciones, la tortilla es el producto alimenticio, de la canasta básica nicaragüense, que más subió de precio en el último año, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
La canasta básica nicaragüense — de 53 productos (23 alimenticios; 15 artículos del hogar y 15 de vestuario)— está diseñada para una familia de cinco integrantes: dos adultos y tres menores de edad.
En abril de 2021, una familia gastaba 931.95 córdobas para satisfacer el consumo mensual de 57 libras de tortillas, que es la cantidad establecida por el Inide. Esa cifra se elevó 1349.76 córdobas para abril de este 2022, lo que representa un alza de 417.81 córdobas, según los datos oficiales.
Alza en los alimentos
La canasta básica nicaragüense se cotizaba en abril pasado a un costo total de 17 219.68 córdobas, un incremento de 2280.27 córdobas, en comparación a los 14 939.41 que costaba en abril de 2021.
De acuerdo a un análisis de CONFIDENCIAL, el costo de la canasta básica de abril pasado supera en más de 6600 córdobas, al más alto de los diez salarios mínimos vigentes en Nicaragua, que es el que se paga a los trabajadores de la construcción, establecimientos financieros y seguros. La brecha se eleva hasta casi 12 500 córdobas, si se le compara con el más bajo de todos, que es el asignado al sector agropecuario.
De los 53 productos de la canasta básica, trece alimenticios están entre los quince que mayores alzas presentaron en el último año. Tal situación demuestra lo difícil que es, para cada familia nicaragüense, asegurar los tres tiempos de comida al día.
La canasta de 23 productos alimenticios se compraba completa, en abril de 2021, con 10 014.37 córdobas, para abril pasado se requerían 11 976.60 córdobas, unos 1962.23 córdobas más, según las cifras del Inide.
En abril del año pasado, una familia desembolsaba unos 722.43 córdobas para suplir un consumo mensual de nueve libras de queso seco, para abril de 2022 gastaba 891.18 córdobas, un aumento de 168.75 córdobas.
Durante el mismo periodo de tiempo, el gasto en siete litros de aceite pasó de 390.53 a 572.11 córdobas, un alza de 181.58 córdobas.
Mayoristas: “Solo vendemos”
Maribel Novoa, regente de una distribuidora de productos básicos en el mercado Mayoreo, relata que diariamente los clientes piden “rebajas” o solicitan venderle “a como compraron la última vez”, lo que representa un dilema para los comerciantes, ya que “los córdobas que rebajo son córdobas que pierdo, porque el intermediario me vende a un precio y eso le pago”.
Explica que hay productos que suben “unos cuantos córdobas” cada quince días o una vez al mes, sobre todo los granos básicos como frijoles, arroz y maíz.
“Hace un año el quintal de maíz lo daba a 650 o 680 córdobas; hoy lo tengo a 850 córdobas”, ejemplifica.
En abril del año pasado, una familia desembolsaba unos 633.42 córdobas para suplir un consumo mensual de 34 libras de frijoles, para abril de 2022 gastaba 753.78 córdobas, un aumento de 120.36 córdobas.
Durante el mismo periodo, el gasto en 38 libras de arroz pasó de 552.14 a 630.04 córdobas, un alza de 77.90 córdobas.
En una reciente entrevista con el programa Esta Semana, el experto en temas de consumidores, Rubén Ernesto Arriola, indicó que desde la Consultoría del Gestor al Consumidor enviaron una carta al Ministerio de Industria, Fomento y Comercio (Mific), en la que solicitaron dejar de gravar con impuesto a la canasta básica.
“Con la reforma tributaria fueron gravados muchos ítems, incluyendo alimentos y productos de aseo, lo que hizo que su precio se elevara automáticamente, golpeando el poder adquisitivo de los consumidores”, subrayó Arriola.
Esa reforma tributaria entró en vigencia en marzo de 2019, en ese entonces la canasta básica se cotizaba a 13 414.69 córdobas, unos 3804.99 córdobas menos del valor de abril pasado.