20 de mayo 2022
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La travesía de los migrantes nicaragüenses que viajan a los Estados Unidos cada vez es más difícil debido a la ejecución de medidas gubernamentales restrictivas que buscan frenar la migración, como la instalación de alambres de púas cerca del Río Bravo, y el riesgo que conlleva viajar ilegal por México.
“Hemos registrado desapariciones y también hemos tenido un incremento en llamadas de auxilio de personas que están en México”, explica la abogada de inmigrantes, Astrid Montenegro, en entrevista con el programa Esta Noche.
Según describe la defensora, quien es miembro de la organización Nicaragua American Human Rights Alliance (NAHRA por sus siglas en inglés), entre los casos que más destacan está el de una nicaragüense que se encontraba secuestrada junto a 200 mujeres más por el coyote que había prometido llevarlas a la frontera con EE. UU.
En México, el Instituto Nacional de Migración (INM) reporta un incremento de “migrantes rescatados” en condiciones de hacinamiento y de riesgo. Según describen en un mismo día han rescatado hasta 1608 personas, que incluyen en su mayoría a migrantes centroamericanos de Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y también a cubanos.
De acuerdo a la información oficial, en los primeros cuatro meses del año las autoridades mexicanas rescataron al menos 8487 nicaragüenses que se encontraban en condiciones de hacinamiento extremo, dentro de cajas refrigeradas de tractocamión, en pozos de agua y otros que fueron rescatados mientras eran arrastrados por la corriente del Río Bravo.
El boletín mensual de estadísticas migratorias de México que cubre de enero a marzo de 2022, detalla que al menos 617 nicaragüenses fueron deportados a Nicaragua en ese primer trimestre; mientras otros 5968 connacionales rescatados “se les otorgó una opción de salida diferente a la deportación, retorno asistido o expulsión”, que incluye irse del país por su propia cuenta en un periodo de 30 días o legalizar su estancia migratoria.
Más migrantes nicaragüenses regresados de EE. UU. a México
La abogada detalla que ante la ola de migración de nicaragüenses también ha ocurrido un aumento de nicas regresados a México tras llegar a territorio estadounidense. Solo en marzo hubo 1080 nicaragüenses que fueron enviados de vuelta bajo el programa “Quédate en México” o MPP (Protocolos de Protección a Migrantes). Esta es la cifra más alta que se registra en lo que va del 2022 y es casi siete veces mayor a la reportada en diciembre de 2021.
Asimismo, explica que las detenciones de nicaragüenses por la patrulla fronteriza de EE. UU. han incrementado hasta en un 1162% en lo que va de este año. Hasta marzo el reporte era de 41 800 nicas detenidos en la frontera.
“Sin embargo, hemos visto que los números de nicaragüenses han disminuido en el mes de marzo comparado con el mes de abril. En el mes de marzo tuvimos 16 000 nicaragüenses que fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza y en el mes de abril se disminuyó a 12 500 personas detenidas”, explica.
Aunque todavía no se conoce el número de migrantes nicaragüenses detenidos en centros de detención, porque ese cálculo se hace público al final del año, señala, desde NAHRA han conocido que estos reciben comidas descompuestas, que incluso ya tienen gusanos.
“También no se le da la suficiente ropa interior o artículos para higiene personal. Entonces requieren de los familiares para que le envíen dinero para que puedan comprar estos productos. Asimismo, algunas personas están en la hilera por un tiempo extendido debido a que estos lugares están tan sobrepoblados y no tienen camas donde ponerlos y no hay personas que los reciban. Entonces las condiciones si son precarias, no son óptimas”, explica.
Instalan alambres de púas en frontera con México
En la última semana, la Guardia Nacional de Texas, EE. UU. comenzó a instalar alambres de púas a orillas del Río Grande, también conocido como Río Bravo, que divide la frontera con México, ante el incremento masivo de migrantes que cada día atraviesan sus aguas en un intento por llegar a ese país.
La decisión fue anunciada en abril pasado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien entonces informó que ejecutarán una serie de “medidas agresivas” para frenar el “flujo de drogas, traficantes de personas, inmigrantes ilegales, armas y otro contrabando a Texas”.
Según detalló las medidas incluyen la instalación de bloqueos de botes, despliegue de alambres de púas en cruces de aguas bajas y áreas de alto tráfico. Asimismo, los soldados del Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU. (DHS, por sus siglas en inglés) y Departamento Militar de Texas (TMD) recibirán equipo antidisturbios en caso de violencia entre las caravanas y los migrantes.
Este lunes, el DHS informó que en abril de 2022 se rompió el récord de migrantes que ingresaron por la frontera sur de Estados Unidos. Según detallan por 22 años la cifra más alta fue de 221 000 en un mes, pero el mes pasado hubo un total de 234 088, se desconoce el detalle por nacionalidad de estos.
The Texas National Guard is starting to place razor wire in the area where we’ve witnessed massive groups crossing into Eagle Pass, TX for the last several days in a row. They’ve just started breaking ground and are in the process of putting the first of many coils up. @FoxNews pic.twitter.com/qCuOx3rAwH
— Bill Melugin (@BillFOXLA) May 14, 2022
El DHS detalla que de estos migrantes, 117 989 fueron liberados en Estados Unidos; mientras 96 908 fueron devueltos a México bajo la política del Título 42, que permite a las autoridades estadounidenses expulsar a los migrantes ilegales que piden asilo de forma inmediata para evitar la propagación de la covid-19. Esta medida actualmente se encuentra en discusión porque se anunció que se eliminará el próximo 23 de mayo, pero 23 Estados están en contra de que se levante.
“Dicen de que la eliminación de la ley va a resultar demasiados costos económicos, que va a ser muy difícil para estos Estados poder a hacerse cargo de la seguridad fronterizas, en la protección de esta ley y han pedido a un juez federal en el Prado Luisiana de que cancele la directriz y que permita que estos Estados continúen implementando el Título 42”, explica la abogada en temas de inmigración, Astrid Montealegre, miembro de la organización Nicaragua American Human Rights Alliance (NAHRA por sus siglas en inglés).
La masiva migración nicaragüense ha sido empujada por la falta de empleos causada por la crisis económica, social y sanitaria que vive Nicaragua, más la persecución política, el acoso policial y la criminalización de la disidencia. En los últimos tres meses han fallecido al menos 20 nicas que intentaban llegar a suelo norteamericano.
Un recuento de CONFIDENCIAL, revela que al menos ocho murieron en las aguas del Río Bravo, otros ocho en accidentes de tránsito, dos abandonados en trailers y se reporta el fallecimiento de una joven de 18 años que sufrió un infarto. Del total de fallecidos, dos eran niños de cuatro años, ocho mujeres y 10 hombres. La mayoría eran originarios de Managua, pero se reportan casos de nueve departamentos del país. Entre los fallecidos hay dos casos de padre e hijo que no sobrevivieron.
