12 de mayo 2022
La oenegé American Nicaraguan Foundation (ANF) anunció este jueves el cierre de sus operaciones en Nicaragua tras 30 años de labor. La decisión fue tomada por la “disminución de donaciones internacionales”, aseguran sus fundadores en un comunicado difundido en sus redes sociales.
“Queremos darle gracias a Dios por la oportunidad que nos brindó durante los últimos 30 años de realizar en Nicaragua actividades sin fines de lucro a través de programas de desarrollo y asistencia humanitaria”, dijeron Alfredo y Theresita Pellas, fundadores de ANF.
En Nicaragua, ANF, formada por miembros de la familia Pellas, desarrollaba programas sociales de agua y saneamiento, agricultura, educación, vivienda, ayuda humanitaria y salud destinados a las comunidades más vulnerables del país. Solo en 2020, el primer año de la pandemia, fueron beneficiados más de 170 000 nicaragüenses con los programas sociales que ejecutaron, detalla la organización.
Estos programas incluyen estudiantes que recibieron alimentación, útiles escolares, personas que recibieron casas, niños que se recuperaron de desnutrición extrema, productores que recibieron insumos y capacidades, familias afectadas por la covid-19 o por los huracanes que recibieron paquetes alimentarios, entre otros.
Tras el anuncio del cierre, muchos de los beneficiados de estos proyectos se mostraron consternados en sus redes sociales. “Tanto los niños como personal docente y administrativo del comedor Sueños de Luisa, lamentamos mucho, el cierre de esta Fundación, dado que fue de mucho beneficio para los más pobres y desprotegidos”, expresó un usuario.
Según explica ANF en su sitio web, esta organización ha recibido premios sin fines de lucro por su labor en Nicaragua, entre ellos las cuatro estrellas de Charity Navigator por cinco años consecutivos (2015-2019) y el Sello Platino de Transparencia 2020 de GuideStar. Asimismo, detallan que su principal socio estratégico es Food for the Poor.
"Food for the Poor es el principal socio estratégico de ANF y el principal contribuyente al trabajo de ANF para servir a las personas afectadas por la pobreza y que no tienen acceso a las necesidades básicas de la vida". En 2020 a través de este socio donador consiguieron más de 560 toneladas de alimento que fueron distribuidos a las familias afectadas por la pandemia y los huracanes Eta y Iota.
Corazón Contento también cerró
Esta es la segunda oenegé que anuncia el cierre de sus operaciones por esta misma causa en los últimos siete días. El pasado 6 de mayo, el Centro Integral de Desarrollo Corazón Contento, que realizaba proyectos sociales con personas con discapacidad, informó su clausura porque el principal donante se va del país.
“Nuestro principal, donante Fundación Funciona, se retira. Agradecemos todo el apoyo que nos han dado en este tiempo. Esperamos encontrar una solución pronto para poder seguir atendiéndolos”, dijeron en un comunicado.
Este Centro desarrolla programas sociales que ayuda a niños y adultos que sufren de alguna discapacidad con terapia psicológica, fisioterapia, terapias para la estimulación del lenguaje y además tienen un proyecto de inserción social y laboral.
"Me parte el corazón leer esta noticia. Hacen una labor increíble y me siento muy feliz de haber podido formar parte un pequeño tiempo y de compartir y aprender de un equipo tan excepcional", escribió una de las beneficiadas.
El cierre de estas oenegés se da en un contexto complejo para este tipo de organizaciones en Nicaragua porque en los últimos cuatro meses, el régimen de Daniel Ortega ha cancelado la personería jurídica de 144 asociaciones y fundaciones, que tenían proyectos sociales para poblaciones vulnerables. Según un monitoreo de CONFIDENCIAL, en los últimos cuatro años, Ortega ejecutó la cancelación de personería y de registro para operar de 218 organizaciones nacionales y extranjeras.
Además de estas dos oenegés que cierran por falta de donadores, hay otras que también se han ido del país en los últimos años tras la creación de la Ley de Agentes Extranjeros. Según confiaron a CONFIDENCIAL, representantes de organismos no gubernamentales en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega los está “matando suavemente” con la imposición de legislaciones y trámites burocráticos.
Asimismo, muchas de las asociaciones que han perdido su personería jurídica han denunciado que las autoridades no les reciben los informes financieros y otros documentos y después esto lo usan para eliminarles el derecho de operar.