10 de mayo 2022
Después de las noticias sobre la guerra en Ucrania –fake news incluidos— en nuestro país le siguen las informaciones sobre las exclusiones para la IX Cumbre de las Américas, programada para junio en Los Ángeles, Estados Unidos. Este será el noveno encuentro de los presidentes en funciones del continente, aunque esta vez no será de todos, sino menos tres –Nicaragua, Venezuela y Cuba— que, a juicio y prejuicio del gobernante del país anfitrión, no merecen ser invitados.
Las posiciones contrarias a la exclusión la sostienen México, Argentina, Bolivia, el colectivo caribeño CARICOM y a los cuales se ha sumado Honduras. El absurdo político de míster Biden –entre otros absurdos— es olvidar algo muy elemental: que los presidentes son temporales y los pueblos permanecen.
Aunque oficialmente no se dicen todas las razones y sin razones de tal discriminación, por la coincidencia con la crisis bélica en Ucrania, es lógico pensar en que la Cumbre será utilizada también para condenar a Rusia, del interés geopolítico de los Estados Unidos que no es parte física de aquella guerra, pero sí parte de sus estímulos exteriores, y no quieren disidencias sino unanimidad. Ese tipo de unanimidad lograda sin controversias discursivas democráticas, por chantajes políticos que tanto condenan quienes más los practican.
En los informes –más los fake news— abundan argumentos con la bandera en contra de la participación de los tres países por su falta de democracia y respeto a los derechos humanos. Pero también es faltar a la democracia y a los derechos humanos discriminar a los ciudadanos por su color de piel, en lo que han sido maestros muchos blancos en la sociedad estadounidense, cuyo presidente discriminador es el anfitrión de la IX Cumbre.
Estos nombres de países no responden al orden cronológico de la aparición de sus conflictos con el país anfitrión, porque, el origen de esos conflictos, están las políticas colonialistas de los Estados Unidos hacia toda América Latina en toda época.
II
Quien revise la historia solo de los últimos 124 años de las conflictivas relaciones entre el país anfitrión y los tres países mencionados, no hallará, aunque lo quisiera, un dato probatorio de que hayan sido los únicos agredidos. Esto de las agresiones es un fenómeno continental, centrado en la actualidad en esos tres países, pero no tienen la exclusividad.
Muchos otros países latinoamericanos de los que estarán presentes en la Cumbre, han sentido en sus territorios la presencia nada turística del ejército estadounidense en días no tan lejanos en la historia.
De modo que fingir desconocer las colas que tiene esta absurda medida excluyente es, además de tonto, revelador de que esta Cumbre está programada como una reunión de subordinados complacientes con los propósitos políticos del anfitrión y no por puro amor fraternal entre vecinos continentales.
III
Sin ahondar mucho en causas y motivos, esta situación discordante ha sido replanteada en torno a eventos nuevos y viejos, los cuales podrán resumirse en cuatro aspectos:
- El histórico geográfico.
- El histórico humano.
- El histórico político.
- El presente histórico.
Lo histórico geográfico, tiene su raíz en el hecho –inobjetable— de que, desde el período inicial de la formación de las naciones de este continente –al cual desde hace más de 500 años llamamos América— engloba en su geografía a todos los países ubicados al Norte, al Centro junto a los archipiélagos del Caribe y al Sur. Si a última hora no se han cambiado de lugar, hay que contar a Nicaragua, Cuba y Venezuela como países americanos que son.
Hasta el día de hoy, a nadie se le ha ocurrido pensar que no son de este continente. Por ello, preguntamos como ya preguntó el presidente de México, son… “¿De qué galaxia?” Solo aparentan estar en la galaxia de los malos propósitos de sus adversarios.
De manera que, pretender actuar como si el resto de naciones con gobiernos complacientes con la geopolítica estadounidense fueran la parte exclusiva del continente americano, riñe con lo histórico geográfico.
Lo histórico humano, se refiere a la población que –por origen o por migración— tiene el derecho de considerarse el principal factor, de todos los factores que componen la vida de este continente. Una población distribuida espontáneamente entre mujeres y hombres negros, blancos, mestizos con igual valor humano, lo cual no ha podido ni podrá ser desconocido con prácticas discriminatorias.
Y, da la casualidad que, en ese oficio de la discriminación, el país anfitrión de la futura Cumbre nunca ha estado en segundo lugar, sino de primero. Si, a la altura del tercer decenio del Siglo XXI, no hay capacidad de rectificar la medida discriminatoria de sus participantes, sería como bajar los valores humanos a la sima de las pasiones políticas menos inteligentes.
Lo histórico político, es la parte del ámbito inaugural de esta sima de las bajas pasiones entre la que se mueven ahora los pregoneros de las exclusiones, pues estar exigiendo notas de buena conducta a otros es una hipócrita omisión de su propia historia, pensando que nadie les preguntará si están libres de pecado para tirar la primera primera.
Tremenda sorpresa se llevarían los americanos del Norte con esa solicitud de que si pueden tirar la primera piedra si se sienten libres de pecado, porque sus gobernantes nunca han tirado una simple piedra… ¡pues hace mucho tiempo ya que tiraron los primeros balazos contra los países americanos del Sur!
Es sorprendente cómo “olvidan” los políticos estadounidenses los antecedentes de su país –con respecto a la democracia— en su relación con América Latina: ¡las dictaduras militares más voraces devoradoras de la democracia, han tenido su paternidad!
De lo presente histórico, es el insoslayable y dominante el tema bélico ruso-ucraniano-OTAN-europeo, en los cuales el país anfitrión tiene mucho interés e intereses. Siendo un caso que todo el mundo conoce, no hay motivo para repetirlo.
IV
Por donde se quiera ver este asunto excluyente de la IX Cumbre de las Américas, no responde a la cordura ni a la intención de buscar la convivencia en paz entre las naciones americanas, lo que sería una noble contribución a la paz del resto del mundo en vez de alimentar los fuegos de la guerra en nombre de América Latina.
Todo muy contradictorio también, pues por un lado alegan que las políticas internas de las naciones discriminadas no son tolerantes con la democracia; pero, por otro lado, los mismos que les exigen a todos los países tolerancia política democrática, atropellan esa tolerancia con sus medidas antidemocráticas y discriminatorias.
No quieren una Cumbre con participantes de criterios diversos, conforme al espíritu de todo encuentro democrático que busca coincidencias, arreglos políticos o, por lo menos, conocer cuáles son los puntos de vista discrepantes, sobre la base de las discusiones democráticas, tal como debería ser el estilo de toda Cumbre de Los Ángeles, según el criterio del señor Michael Shifter, ex presidente del Diálogo Interamericano, en su entrevista de Esta Semana del pasado domingo.
Para eso se necesita tolerancia y respeto hacia quien discrepa con los puntos de vistas ajenos. Hacer lo contrario –como lo está haciendo el país anfitrión de la IX Cumbre— es forjar un encuentro de subordinados.
Aún falta más sobre el mismo tema…
Al margen de estas cuartillas
*No es una buena intención englobar como iguales, en un solo paquete, a Nicaragua con Cuba y Venezuela…
*Peor si, al mismo tiempo, homogenizan sus “defectos” políticos, sin dar lugar a las diferencias…
*El objetivo de ocultar sus diferencias, es darle efectividad a su propaganda política les permita justificar ante la opinión pública sus cotidianos ataques…
*Lo han logrado en la mente de algunos sectores sociales que, por desinformados, son presa fácil de la manipulación y les causan mayores confusiones políticas…
*De tal manera que, al escuchar una noticia negativa sobre Cuba y Venezuela, de inmediato a un nica desinformado le viene a la mente la imagen de los atropellos del orteguismo…
*Esa asociación mental resulta ser otro objetivo buscado por la propaganda mediática…
*Es como la clásica gota de agua que –cayendo incesante y continuada— sobre el mismo lugar hace hoyo en una roca…
*Volviendo a la exclusión para la IX Cumbre, hasta hoy, se desconoce cuál es la reacción del presidente nicaragüense…
*Es difícil pensar que los contactos frustrados de uno de los príncipes con funcionarios estadounidenses, buscan revertir la medida discriminatoria…
*Por experiencia, aquí se puede calcular que para Daniel Ortega –aparte de lo que pudiera opinar— su exclusión de la Cumbre es un alivio…
*Evitará preguntas del periodismo sobre la sarta de acusaciones internacionales que tienen en su haber…
*Lo que no es poco: la represión, el encarcelamiento masivo, las violaciones a los derechos humanos, eliminación de todo derecho de asociación para la sociedad civil, más el estado policial de facto…
*Será para él un buen pretexto; así podrá evitar lo que ha evitado durante más de quince años: las preguntas incómodas de los periodistas…
*En la IX Cumbre, se sentiría como pez fuera del agua: sin el altar florido en el que se mete para dar un discurso, sin su auditorio cautivo, bien sentadito, pasivo y atento a darle sus aplausos…