10 de abril 2022
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La Universidad Internacional Antonio de Valdivieso (UNIAV) fue designada por el Consejo Superior de Universidades (CNU) para formar parte del mismo como “universidad privada”. De esta forma, la Universidad Centroamericana (UCA) queda por fuera del CNU y no recibirá más la partida presupuestaria proveniente del 6% constitucional, afectando el acceso a becas a cientos de jóvenes.
En el artículo 56 de la reforma aprobada a la Ley General de Educación y Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior (IES), indicaba que una “universidad privada” debía formar parte del CNU. Especialistas en educación veían poco probable que las autoridades del CNU, alineadas al régimen orteguista, eligieran a la UCA; en efecto, con la escogencia de la UNIAV, la universidad jesuita queda excluida oficialmente.
La Ley también ordena que el 6% se divida entre las diez IES que integran el CNU, así lo determina el artículo 58 de la reforma: el CNU debe “aprobar la política y distribución de los fondos asignados a las universidades estatales y comunitarias e interculturales establecidas en el artículo 56 de esta ley... el CNU podrá designar una partida presupuestaria a favor de la universidad privada...”, se lee en el documento publicado en el Diario Oficial, La Gaceta, el miércoles 6 de abril.
La partida presupuestaria destinada para universidades y centros de educación técnica superior en 2022 es de 5 508 130 312 córdobas, según el Presupuesto General de la República.
Ernesto Medina, especialista en educación, aseguró que con el nombramiento de la UNIAV, la "UCA ya queda fuera del CNU y por lo tanto, según la reforma que hicieron, queda también fuera del 6%".
En una entrevista reciente con Esta Semana, Medina señaló que el régimen recurrió contra la UCA a través del ahogamiento económico, separándola del CNU y el acceso al 6%.
“Ellos saben que a la UCA no le podían aplicar las mismas consideraciones ridículas que utilizaron para cancelar la personería jurídica de las otras universidades, tampoco podían cerrarla arbitrariamente”, opinó. Desde la aprobación de la reforma, el pasado 31 de marzo a la fecha, la UCA no se ha pronunciado al respecto y actualmente la universidad se encuentra de vacaciones por Semana Santa.
En los últimos cuatro años, la Universidad Centroamericana dejó de percibir 250.9 millones de córdobas en asignaciones presupuestarias, según un análisis de CONFIDENCIAL. En 2022, apenas recibió un millón de córdobas, como parte del 6%.
El catedrático consideró que estas medidas impuestas por el régimen orteguista contra la UCA también tienen como objetivo “dar señales a otras universidades, diciéndoles, si podemos con la UCA, podemos con cualquiera, así que mejor se alinean, porque el objetivo final de ellos es callar las voces críticas que todavía pueden quedar en las universidades”, expresó.
La arremetida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la universidad jesuita se ha recrudecido desde 2018, con el estallido social de las protestas cívicas. La casa de estudios fue refugio para miles de nicaragüenses que huyeron de la masacre del 30 de mayo, en 2018; pero además, su recinto, poco antes de la pandemia, era el único lugar seguro donde los estudiantes protestaban contra el autoritarismo gubernamental.
La UCA también ha denunciado la crisis de derechos humanos que atraviesa el país. Su postura en favor del pueblo y defensa de sus estudiantes -varios de ellos encarcelados- le ha acarreado represalias por parte del Gobierno. El despojo de la partida estatal ocurre en un contexto de agudización de la represión y mayor control contra universidades y organizaciones de sociedad civil, a través de leyes que legalizan la confiscación e intervención por parte del CNU y del Ministerio de Gobernación (Migob).
¿Quiénes integran el CNU?
El 6% constitucional será repartido entre las universidades estatales: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), la UNAN-León, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Universidad Nacional Agraria (UNA), y las tres recién creadas, tras el despojo de la personería jurídica a cinco universidades privadas y la posterior ocupación de sus bienes por el CNU.
La Asamblea convirtió a la Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco (Ucatse) en la Universidad Nacional Francisco Luis Espinoza Pineda; la Universidad Politécnica de Nicaragua -bastión de la lucha estudiantil en 2018- en la Universidad Nacional Politécnica (UNP), y finalmente, con los bienes confiscados a la Universidad Hispanoamericana (Uhispam), Universidad Nicaragüense de Estudios Humanitarios (Uneh), Universidad Popular de Nicaragua (Uponic) y la Universidad Paulo Freire (UPF) creó la Universidad Nacional Multidisciplinaria Ricardo Morales Avilés.
También forman parte del CNU la Blufields Indian and Caribbean University (BICU) y la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN). Y ahora, la UNIAV -pero como ente privado-, ya que antes integraba el CNU como Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas (EIAG).
"La UNIAG funciona casi en su totalidad, gracias al 6% que el Estado de Nicaragua brinda a las universidades que pertenecen al CNU. Este aporte permite que la universidad priorice a los jóvenes más pobres del país", indica la universidad, perteneciente a la orden religiosa Dominicos, en su página web.
