6 de abril 2022
Las autoridades migratorias nicaragüenses prohibieron el ingreso, el pasado 31 de marzo, del catedrático Carlos Sandoval, director del Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central de la Universidad de Costa Rica (UCR). El profesor intentó entrar a Nicaragua, a través de la frontera terrestre de Peñas Blancas, en Rivas.
“Una oficial en ventanilla me dijo que yo era analista y escritor. Yo le pregunté que cómo sabía ella eso, entonces me respondió que me habían ‘buscado’”, narró Sandoval a CONFIDENCIAL. Tras ese primer intercambio, tuvo que responder más preguntas que la agente migratoria le hizo durante al menos dos horas, en que insistió en conocer los nombres de las personas con las que él se vería en Nicaragua y los datos de contacto de las mismas. Sandoval se negó a brindar esa información por temas de seguridad y privacidad de dichos ciudadanos.
La agente migratoria le notificó que no podría entrar a Nicaragua y justificó que se debía a que el investigador académico no había entregado la información requerida de sus contactos dentro de Nicaragua, por lo que, finalmente, otro funcionario de migración lo condujo a la línea fronteriza, de regreso a Costa Rica.
“Tienen una lista de personas, una especie de ‘policía política’”, comentó Sandoval tras el incidente.
Se trataría del primer caso público de impedimento de ingreso al país de un miembro de la academia de Costa Rica, pero no el único costarricense que no ha podido ingresar a Nicaragua. CONFIDENCIAL publicó, en marzo de 2021, el caso de una ciudadana costarricense que también fue rechazada en Peñas Blancas. La joven Verónica Gómez fue intimidada e interrogada tras una revisión de sus redes sociales y cuestionada por haber publicado mensajes de solidaridad con los nicaragüenses víctimas de la represión estatal a partir de 2018.
A medida que se arreció la represión dentro de Nicaragua en 2021, fueron más las personas rechazadas en la frontera, incluyendo ciudadanos nicaragüenses. También se añadieron a la lista casos de periodistas extranjeros de medios regionales e internacionales que pretendían llegar a Nicaragua en noviembre para cubrir la votación y que se les prohibió el ingreso al país.
“Me llamó la atención el nivel de control que tienen (las autoridades) que incluye a personas como yo, que no soy nicaragüense, que ni soy periodista. El rechazo es de oficio, me llamó también la atención el nivel de autoritarismo. Es una manifestación de cómo administran el poder”, reflexionó Sandoval, autor de varios libros sobre la migración en Centroamérica y de nicaragüenses hacia Costa Rica. En septiembre del año pasado Sandoval fue panelista del conversatorio de CONFIDENCIAL La relevancia de la migración nicaragüense, como parte del lanzamiento del micrositio Nicas Migrantes.
Periodista rechazada a pesar de viajar por razón personal
CONFIDENCIAL conoció también el caso de una periodista costarricense que fue rechazada en Peñas Blancas, en diciembre del año pasado, a pesar de que el motivo de su viaje era estrictamente personal y no de trabajo.
La reportera, que solicitó mantener su identidad protegida, explicó que en meses anteriores había viajado en un par de ocasiones y siempre era interrogada a profundidad sobre los motivos de su viaje. “Siento que yo estaba en una lista previamente, siempre me hacían consultas para ampliar sobre dónde trabajaba, lo que hacía con exactitud”, dijo la comunicadora, a la vez que recordó que le mencionaban datos que parecían encontrar en internet relacionados a su nombre y apellido.
En diciembre la retuvieron por largo tiempo y le hicieron cuestionamientos como los anteriores, pero esta vez, además, le entregaron un brochure que decía que los visitantes extranjeros tenían las mismas obligaciones y deberes que los residentes, como, por ejemplo, enfrentar la ley.
“Venían citados varios artículos de leyes que han aplicado para encarcelar a opositores, periodistas, relacionados a la soberanía y de ese tipo. Lo sentí como una advertencia de que si me dejaban entrar podrían detenerme”, recordó.
Seguidamente, el agente migratorio volvió a revisar la computadora, se llevó de nuevo el pasaporte de la periodista, regresó, le quitó el brochure y otro agente migratorio le pidió que lo siguiera, que iba a ser devuelta a Costa Rica. “Le pregunté la razón por la cual no podría entrar y me dijo que yo había escrito mucho en contra del Gobierno”, explicó la reportera.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha endurecido el control sobre quién entra y sale del país, sobre todo a partir de mayo de 2021, cuando inició una escalada represiva de cara a las votaciones del 7 de noviembre. Desde esa fecha ha encarcelado a precandidatos presidenciales, periodistas, empresarios, defensores de derechos humanos, exdiplomáticos y ciudadanos críticos del Gobierno.
Recientemente, el régimen ha virado sus ataques contra universidades privadas a las que quitó su personería jurídica y confiscó sus instalaciones, o bien suspendió el subsidio estatal del 6%.