29 de marzo 2022
Amnistía Internacional (AI) denunció que periodistas, defensores de derechos humanos y profesionales de la Salud "siguieron enfrentándose a un entorno hostil" en 2021 en Nicaragua, y que el régimen que preside el sandinista Daniel Ortega encarceló "arbitrariamente" a algunos de ellos.
En su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, AI denunció además las condiciones "precarias" en las que se encuentran los opositores encarcelados, los allanamientos a medios de comunicación y la criminalización de la que son objetos los defensores de los derechos humanos.
"Periodistas, defensores de los derechos humanos y profesionales de la Salud siguieron enfrentándose a un entorno hostil. Con frecuencia, se recluyó arbitrariamente a activistas políticos, defensores de los derechos humanos y periodistas", señaló la organización con sede en Londres.
Allanamiento, detención y exilio
En el documento, AI recordó que en mayo pasado las autoridades abrieron una investigación sobre la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, dedicada a la protección y promoción de la libertad de prensa y de expresión, por acusaciones relacionadas con lavado de dinero.
Por ese caso, las autoridades mantienen bajo custodia a la directora de la Fundación, la periodista Cristiana Chamorro, que la semana pasada fue condenada a ocho años de prisión.
Chamorro, vicepresidenta de la Junta Directiva del diario La Prensa e hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), era una de las figuras de la oposición con mayor probabilidad de ganar las presidenciales del 7 noviembre pasado, en las que Ortega fue reelegido para su quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
Asimismo, Amnistía Internacional anotó que las sedes de CONFIDENCIAL y el programa de televisión "Esta Semana" fueron allanadas en mayo, y que su director, Carlos Fernando Chamorro, se vio obligado a exiliarse de nuevo.
"En agosto, el periódico La Prensa fue objeto de un allanamiento y sus bienes quedaron confiscados. Su gerente (Juan Lorenzo Holmann) fue detenido (y declarado culpable) por cargos relacionados con el blanqueo de dinero", apuntó.
En tanto, los periodistas Miguel Mora y Miguel Mendoza fueron encarcelados en junio y condenados por delitos considerados de "traición a la patria".
"Durante el año (2021), el entorno hostil y los ataques permanentes de las autoridades provocaron que varios periodistas huyeran del país", advirtió.
Ilegalizan oenegés y criminalizan a defensores
Amnistía Internacional afirmo, igualmente, que los activistas y las oenegés que defienden los derechos humanos en Nicaragua siguieron "enfrentándose a un entorno sumamente hostil".
Observó que el año pasado, la Asamblea Nacional, controlada por los sandinistas, ilegalizó unas 45 oenegés, y que "las personas que defendían los derechos humanos eran criminalizadas y detenidas de forma arbitraria".
"Los defensores de los derechos humanos sufrían acoso policial, criminalización, campañas de desprestigio y amenazas", sostuvo.
Al menos dos personas que defendían los derechos humanos fueron acusadas en virtud de la Ley Especial de Ciberdelitos, "y se tuvo noticia de que otras fueron sometidas a actos de hostigamiento, vigilancia y amenazas", según el documento.
Asimismo, Amnistía advirtió que "las detenciones arbitrarias seguían formando parte de la estrategia de represión del Gobierno" y que hasta diciembre pasado permanecían en prisión 160 personas "detenidas exclusivamente por ejercer sus derechos desde que comenzaron las protestas de 2018".
Esa entidad también recogió denuncias sobre las "condiciones de reclusión precarias" en las que se encuentran los encarcelados, los malos tratos, el régimen de incomunicación, y que algunas de las mujeres detenidas en 2021 "habían sido arrestadas con violencia, en ocasiones delante de sus hijos, y permanecían recluidas en condiciones muy precarias".
En el documento, Amnistía también denunció que los pueblos indígenas siguieron "soportando violencia", y que las autoridades no proporcionaron "información precisa sobre la pandemia de la covid-19".