27 de marzo 2022
Instagram es una de las redes sociales con mayor volumen de usuarios activos actualmente (1 478 millones). En ella los usuarios reivindican cada vez más crear un espacio seguro. Además, la promoción de la salud mental está en auge en esta y otras redes sociales. Por eso, muchos estudios han querido profundizar en la probabilidad de que esta herramienta afecte a la salud mental.
Instagram y la salud mental
Instagram siendo la red social de preferencia para subir contenido amistoso y enmascarado en filtros que desdibujan la realidad, convirtiéndola en una supuesta perfección. Se ha convertido en un nicho para el desarrollo de estándares de belleza inalcanzables, expectativas en la vida y transmisión de ideas que en ocasiones no están fundamentadas en datos.
En 2017, la Royal Society for Public Health de Reino Unido publicó un informe cuyo título era #StatusOfMind que enfatizaba que la red social que mayor impacto negativo tenía en la salud mental de los jóvenes era Instagram. Asimismo, en 2019 el mismo organismo resaltó en su informe #NewFilters la huella negativa del uso de filtros en Instagram. Sobre todo, en la imagen corporal y, por ende, en la ansiedad y depresión generadas por estándares inalcanzables de belleza.
Estos informes y diferentes sentencias provocaron que Reino Unido prohibiera a los influencers el uso de filtros en las fotos o vídeos para propósitos publicitarios (si estos resultan engañosos) relacionados con productos cosméticos.
En este escenario, Instagram ha lanzado recientemente un nuevo servicio en el que ofrece ayuda a quien busque las etiquetas #ansiedad y #depresión. Como resultado, aparece una pregunta: “¿Podemos ayudarte?”. Al hacer clic en ella, este servicio ofrece tres posibles respuestas: aporta consejos generalistas que pueden ayudar (por ejemplo: cambiar de entorno), ponerse en contacto con un amigo o familiar y, por último, llamar al Teléfono de la esperanza, que es un servicio de consulta psicológica telefónica.
La iniciativa de desarrollar este servicio ha contribuido a una mayor visualización de la problemática. Pero no por ello el problema desaparece, e Instagram sigue considerándose la red social que más afecta negativamente a la salud mental de los jóvenes. Por tanto, sería interesante profundizar más en los pros y en los contras que ofrece este servicio.
Visibilizar para romper el estigma
Entre las ventajas más inmediatas se encuentra no solo la visualización del problema sino también el acercamiento de la salud mental a lo cotidiano. Normalizar problemas de salud mental es un paso indispensable para dejar atrás la estigmatización que sigue imperando en la sociedad.
Otra ventaja que presenta es la atención inmediata que da. Gracias a esto, personas con pocos recursos, con pocos conocimientos o sin sistemas de apoyo sólidos pueden acceder a una información básica, genérica pero útil, sobre la ansiedad y la depresión.
Además, esta herramienta puede impulsar a los usuarios a educarse, cuestionarse y profundizar sobre su propio estado psicológico.
¿Acceder a Instagram para pedir ayuda?
Sin embargo, existen ciertas desventajas. Una de ellas es que poca gente conoce este servicio ya que no se encuentra en ninguna de las opciones del menú principal. Otra vez más la salud mental se encuentra en las “sombras”. De hecho, para poder usar este recurso, el usuario debe buscar la palabra “ansiedad” o “depresión”.
Para bien o para mal, Instagram es la red social donde se comparte material audiovisual cuyo contenido principal se centra en el estilo de vida. Es decir, belleza, viajes, consejos para tareas diarias, vida social, etc.
Por tanto, es extraño que las personas usuarias inicien sesión en Instagram para buscar la solución a sus problemas psicológicos. Más bien, acudirían a algún recurso de Google o YouTube para orientarse sobre los temas que les preocupan.
Ayuda solo en casos de urgencia
Por otro lado, otra de las desventajas que presenta es el contenido. Esto es, las pautas recomendadas están destinadas a saber cómo actuar ante un pico alto de ansiedad o depresión. Son consejos diseñados para situaciones en las que la persona está desbordada por las sensaciones y emociones. Lo que llamaríamos “medidas desesperadas”.
Igualmente, los consejos son genéricos y pueden ser aplicados también a gente con una buena estabilidad emocional. Sin ir más lejos, el “cuidarse a uno mismo” es un consejo que podría ser válido para cualquier situación estresante ocasional.
Un tratamiento superficial frente a la depresión
En la misma línea, todos los consejos están destinados a distraer a la persona y no a observar las consecuencias a largo plazo. Habría sido interesante introducir términos como el de gestión emocional, que se define como la capacidad de ser consciente de las propias emociones y de reaccionar de manera adaptativa frente a ellas.
Esto conlleva saber identificarlas y conocer el impacto que tienen. A largo plazo, la gestión emocional permitirá a la persona con ansiedad y depresión identificar sus emociones, a predecir sus posibles reacciones emocionales ante escenarios hipotéticos y poder regular sus acciones cuando se encuentren en una situación complicada.
Una guía para entender la depresión y la ansiedad
Por último, en ningún momento se hace una breve introducción de lo que es la ansiedad o la depresión. Tener pensamientos o síntomas asociados a la depresión o a la ansiedad es normal e incluso adaptativo. ¿Quién no ha tenido días malos en los que se siente apatía e irritabilidad? La ansiedad y la depresión no son días tristes o en los que las personas nos sentimos nerviosas.
Por eso se precisa una introducción sobre lo que son estas enfermedades para distinguirlas de lo que no son. Por esta misma razón, dar una pequeña guía que defina lo que es cada trastorno y describa qué síntomas, conductas y sensaciones se asocian a la ansiedad y a la depresión sería de gran ayuda para personas que no entienden qué les sucede.
Desconectar de las redes sociales como estrategia de gestión emocional
Afirmar que Instagram es la causa de trastornos como la ansiedad y depresión es una afirmación categórica que de momento no tiene fundamento científico.
La ansiedad y la depresión son trastornos multicausales. Sin embargo, también es importante señalar que determinados factores podrían contribuir en diferentes momentos vitales a su aparición. Por ejemplo, iniciar sesión en Instagram para ver imágenes de vidas perfectas que se alejan de la realidad desesperanzada o del futuro incierto de la persona que sufre ansiedad o depresión.
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Otro consejo que debería integrarse dentro de la aplicación sería mantenerse desconectado temporalmente de las redes sociales. Si los síntomas o signos depresivos o ansiosos empeoran consumiendo contenido en Instagram, la red debería aconsejar la opción de descansar temporalmente, hasta que la persona usuaria se encuentre con una mayor estabilidad emocional.
En conclusión, este acercamiento tímido por parte de las redes sociales hacia temas relevantes como la salud mental es un gran hito. Es un paso adecuado para una mayor concienciación y entendimiento de la salud mental como un pilar fundamental de la salud. Y, sobre todo, por la integración de la salud mental en actividades que son comunes en la vida diaria.
*Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original:Instagram incorpora una herramienta para tratar la ansiedad y la depresión: ¿sirve de algo?.Milena López Montón, Psicóloga Sanitaria, Universidad de Deusto y Ana Isabel Estévez Gutiérrez, Profesora titular e Investigadora en el Departamento de Psicología, Universidad de Deusto