23 de marzo 2022
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El Ministerio de Salud (Minsa) lleva cuatro semanas consecutivas reportando una disminución en los contagios de la covid-19, después de admitir una leve alza detonada por la variante ómicron. Sin embargo, esa reducción escondería el subregistro que está dejando la nueva cepa que hasta ahora es vista como menos agresiva.
“Por ser poco agresivo en términos de sintomatología, la enfermedad se esconde más y por eso no vemos números altos reflejados, no obstante la experiencia nos señala que por su alto nivel de contagiosidad debe ir hacia arriba, la tendencia es hacia la alta”, opina el epidemiólogo, Leonel Argüello.
El médico señala que esta variante es menos grave que las otras, exceptuando ciertos grupos vulnerables como las personas mayores de 60 años, las embarazadas y la población crónica. A ellos el virus sí podría complicarlos y matarlos. Asimismo, destaca que en algunos lugares del país aún sigue circulando la cepa delta, que el año pasado detonó la segunda ola, la más agresiva registrada en Nicaragua.
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Según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2022, Nicaragua predomina la variante ómicron y hasta finales de febrero se reportó oficialmente “un aumento de casos en un tercio en lo que son ingresos en terapia intensiva”, aseguró la directora de este organismo, Carissa Etienne.
El epidemiólogo, que brinda consultas médicas y realiza una labor informativa a la población desde el inicio de la pandemia, opina que ómicron “es una variante que por su poco malestar que produce alimenta el subregistro y la sensación falsa de seguridad que ya todo está bajo control”.
A diferencia de otros momentos de la pandemia, esta vez Nicaragua cuenta con menos datos que permitan analizar el comportamiento de la pandemia. El Observatorio Ciudadano perdió capacidad para recoger la información y ahora solo publica sus informes quincenalmente, tampoco se conocen los informes sobre las “pruebas covid”, ni datos en tiempo real sobre enfermedades respiratorias como neumonías.
Medidas deben continuar: “Hay que ser prudentes”
El médico enfatiza que aunque ómicron sea menos agresiva, se debe tener cuidado porque el virus también produce “la covid persistente”, en la cual los contagiados (adultos, jóvenes y niños) después de tres meses pueden presentar malestares que disminuyen su calidad de vida. Asimismo, el experto opina que en este momento Nicaragua está ante una tercera ola, pero por el subregistro no se ven en las estadísticas.
“La experiencia con la covid-19 nos ha demostrado que debemos ser prudentes, que siempre que bajamos las medidas de prevención, se nos viene una subida grande de la enfermedad y por ser contagiosa, un enfermo puede contagiar a diez, comparado a ocho de la variante delta, también se puede crear otra variante”, explica.
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El epidemiólogo explica que otros países están sufriendo un incremento de covid-19 debido a la variante de ómicron BA.2. Se ha confirmado que esta es más contagiosa y aún se está estudiando su capacidad de complicar a los pacientes y de escaparse de la protección adquirida por las vacunas. Por lo cual, la recomendación es seguir con las medidas de prevención.
“Nadie disminuye la velocidad cuando se acerca a la meta, más bien acelera, eso es lo que deberíamos estar haciendo, fortaleciendo las medidas de prevención y aumentar al 80% la cobertura de grupos más vulnerables para luego continuar con el resto de la población”, señala.
OPS emite alerta ante subvariante
El viernes 19 de marzo, la OPS emitió una alerta epidemiológica para las Américas ante el incremento de casos en África, Europa y Pacífico Occidental por el sublinaje BA.2 de ómicron en el cual “insta a los Estados miembros para que se mantengan en alerta para detectar cambios clínicos, epidemiológicos y virológicos, y para detectar cambios en la tendencia de casos, hospitalizaciones y/o defunciones”.
Asimismo, señalaron que a pesar del esfuerzo realizado a nivel regional para aumentar la proporción de población inmunizada, “existe un riesgo latente de otro incremento de casos, hospitalizaciones y defunciones en la región, principalmente en aquellas áreas con elevada proporción de población no inmunizada o parcialmente inmunizada”.
Nicaragua ya logró inmunizar con el esquema completo al 61% de la población, según informó el Minsa a la OPS. Sin embargo, una revisión de CONFIDENCIAL reveló que las regiones autónomas del Caribe Norte y Sur, las más pobres de Nicaragua y con mayor población étnica, tienen el menor porcentaje de población vacunada contra la covid-19.
