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Unión Europea emplaza al régimen de Ortega a liberar a los presos políticos

Javier Niño: La invasión rusa a Ucrania no desviará la atención de los 27 países de la Unión Europea en sus demandas a Ortega

Javier Niño, director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior. Foto: Confidencial

Carlos F. Chamorro

19 de marzo 2022

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Ni las condenas a decenas de presos políticos en los juicios a puertas cerradas realizados en El Chipote, ni la invasión militar rusa a Ucrania que ha provocado una emergencia en Europa, han desviado la atención de los 27 países de la Unión Europea en sus demandas ante el régimen autoritario de Daniel Ortega.

Este lunes, el portavoz de la Unión Europea, Peter Stano, demandó la libertad de todos los presos políticos en Nicaragua y la anulación de los juicios espurios. Un día después, Javier Niño, director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, que dirige el alto comisionado Josep Borrell, ratificó la posición de los 27: “La liberación inmediata de todos los presos políticos; el retorno a Nicaragua de todas las organizaciones que trabajan en el campo de los derechos humanos, y en tercer lugar, animar al régimen a que dialogue, y esos mensajes no van a ser afectados de ninguna manera por lo que está pasando en Ucrania”.

En una visita de trabajo realizada en San José, Costa Rica, Niño brindó una entrevista a CONFIDENCIAL, en la que lamentó que al cerrar las relaciones con España y expulsar al nuncio apostólico, el régimen de Ortega “está cerrando los espacios de diálogo y negociación, y esta actitud de aislarse, es evidentemente errónea y nunca puede conducir a la mejora del bienestar de Nicaragua”.

El enviado de Borrell para América Latina también habló sobre las sanciones que ha aprobado la Unión Europea contra 21 altos funcionarios del régimen de Ortega y tres entidades estatales, y la expectativa europea sobre el Mecanismo Especial que promueve en la ONU Michelle Bachelet, para investigar las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.


Este lunes la Unión Europea se pronunció, demandando la anulación de los juicios en la cárcel y las condenas contra los presos políticos para que obtengan su libertad incondicional. ¿Qué impacto puede tener una declaración política como esta, ante un régimen autoritario como el de Ortega?

Ojalá que tuvieran efecto inmediato y significativo en el sentido de que el régimen repensara este tipo de decisiones, este tipo de actitudes que atentan, desde nuestro punto de vista, a los valores más intrínsecos de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.

Es verdad que, desgraciadamente, hay pocos motivos para ser optimista, porque lo que hemos visto últimamente es más bien un agravamiento de la situación, un deterioro.

Pero este tipo de comunicados nos permiten alcanzar un doble objetivo como Unión Europea, el primero, persistir en un mensaje que hemos enviado de manera sistemática en estos últimos años, de denuncia en la situación actual en Nicaragua, de preocupación extrema por lo que está ocurriendo en estos campos de respeto a los principios democráticos, los derechos fundamentales, las libertades básicas; y segundo, también, directa o indirectamente, enviar un mensaje de solidaridad a todos aquellos, a todas aquellas que luchan en condiciones tremendamente difíciles, que pagan muchas veces con sus vidas esa lucha por devolver la democracia a Nicaragua. Y esos dos objetivos yo creo que ya se han cumplido, ojalá el tercero se pueda cumplir pronto.

¿Ante una situación extrema, como la que usted está describiendo, se contemplan otro tipo de formas de presión que puedan tener algún impacto en la suspensión del estado policial en Nicaragua, o la recuperación de las libertades?

Sí, por supuesto que la contemplamos y las hemos contemplado en el pasado. En este momento ya con la segunda ronda de sanciones que se han adoptado en estos últimos meses, hay 21 personas vinculadas al régimen, incluso cercanos al entorno familiar del presidente Ortega, que han sido sancionados y tres entidades (la Policía Nacional, el Consejo Supremo Electoral, y el Instituto de Telecomunicaciones).

Y, por supuesto, en función de la evolución de los hechos, pues es otra pista que podríamos explorar, pero toda forma parte, incluso, de una estrategia, sobre todo de hacer valer principios; y una estrategia concertada con buena parte de la comunidad internacional, de denuncia de los excesos del régimen, de petición de cambio urgente, y esa presión esperamos que al final pueda tener un efecto en el régimen del presidente Ortega.

¿Cómo ve la Unión Europea la iniciativa que promueve Michelle Bachelet en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para crear un Mecanismo Especial permanente sobre la crisis de derechos humanos en Nicaragua?

Es una propuesta reciente que estamos analizando. Pero, insisto, todo lo que sea someter al régimen del presidente Ortega a sistemas de escrutinio internacional, y sobre todo en entidades de tanto prestigio y lideradas por una persona como la expresidenta Bachelet, pues es una propuesta que estudiaremos con muchísima atención.

Esto tiene que ser una estrategia concertada a nivel internacional, por supuesto, con socios con los que llevamos trabajando muchos años, pero a todos los niveles, a nivel de Naciones Unidas; a nivel de la OEA, en los que se puedan analizar este tipo de situaciones, y también a nivel regional, también queremos hablar y dialogar con actores también de América Central, del Caribe y de Sudamérica, para ver cómo todos, a través de un llamado conjunto a la sensatez, a la cordura y contra la injusticia, se pueda hacer, o se pueda convencer al régimen de que tiene que cambiar de actitud y tiene que cambiar de políticas.

En los últimos días Daniel Ortega prácticamente ha colocado en un punto muerto las relaciones diplomáticas con España, y además expulsó al nuncio apostólico del Vaticano, del país. ¿Cómo incide este cierre de los espacios diplomáticos en la evolución esta crisis?

Es un elemento más de desesperanza. Este tema es importantísimo. La Unión Europea como actor internacional tiene una serie de principios básicos, uno de los cuales es siempre estar abierta al diálogo, y siempre estará abierta a las negociaciones y a todo lo que sea un proceso de intercambio de opiniones. Y constatamos, con una tremenda frustración, que estos espacios se nos cierran en Nicaragua.

Somos capaces de hablar con regímenes muy difíciles, con los que no tenemos ningún tipo de connivencia ideológica, pero insisto, en prácticamente todos los países del mundo somos capaces de encontrar espacios de diálogo, espacios de concertación. Desgraciadamente no es el caso de Nicaragua, la Unión Europea cree firmemente que esa es actitud de aislarse, de cerrar el diálogo, es evidentemente errónea y que nunca puede conducir a la mejora del bienestar de Nicaragua.

Y ojalá haya un cambio de actitud en el régimen del presidente Ortega. Pero insisto, hasta ahora lo que podemos constatar es una grandísima frustración, una negativa total a un diálogo sincero, a un diálogo que puede ser respetuoso, aunque hagamos valer nuestros principios, pero un diálogo sincero, de encontrar juntos una salida a esta situación tan dramática.

En este momento Europa, y el mundo entero, están enfocados en la invasión rusa en Ucrania, con la cual está alineada el régimen de Ortega, ¿puede esto desviar la atención sobre la crisis de Nicaragua?

Evidentemente, la invasión rusa, que es una agresión brutal a un país independiente, es un tema que va a ser prioritario en la Unión Europea por muchísimas razones: por razones humanitarias, por razones políticas, por razones de seguridad, pero en ningún caso nos debe esto llevar a dejar de prestar atención a situaciones dramáticas que se producen en otros países.

Insisto, el tema de Nicaragua es un tema que reúne un consenso absoluto a nivel de los 27 Estados miembros en el sentido del que hablaba antes, de persistir en nuestros tres mensajes fundamentales, que es la liberación inmediata de todos los presos políticos, el retorno a Nicaragua de todas las organizaciones que trabajan en el campo de los derechos humanos, y en tercer lugar, insisto, ese animar al régimen a que dialogue, a que reforme, y esos mensajes van a seguir siendo los mismos y no van a ser afectados de ninguna manera por lo que está pasando en Ucrania.

Las sanciones económicas, políticas, financieras que la Unión Europea y la comunidad internacional están imponiendo sobre el régimen de Putin, y los oligarcas rusos, ¿puede tener eso alguna repercusión en los aliados de Putin en América Latina, como el caso de Nicaragua?

Lo que queremos creer es que, países como Nicaragua, otros países que en las recientes votaciones se han abstenido cuando se propuso la resolución (de condena de la invasión), se den cuenta de la situación y a lo que nos debe llevar. Lo que estamos viendo es una agresión brutal de un país a otro país soberano, una invasión militar y física, y lo que esperamos (es) que países como Nicaragua tengan una mínima decencia en respetar principios básicos del derecho internacional, como es el derecho a la integridad física de los países independientes (países soberanos); y ojalá que esa abstención de Nicaragua en Naciones Unidas abra la puerta a una evaluación mucho más negativa a la que se ha producido, de lo que ha sido la invasión rusa; ojalá, porque creo que ningún país que se diga respetuoso del derecho internacional, pueda, en ninguna manera, ser cómplice o incluso, insisto, no condenar explícitamente este acto tan brutal.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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