19 de marzo 2022
Las gasolinas súper y regular superaron la barrera de los 40 córdobas por litro en la segunda semana de octubre de 2021; el diésel lo hizo a mediados de febrero pasado. En ambos casos no había una guerra en Europa y el petróleo no se cotizaba por encima de los 100 dólares por barril. La invasión rusa a Ucrania ha dado la justificación —según expertos en hidrocarburos— a las petroleras nicaragüenses para mantener los precios de los combustibles por encima de los 40 córdobas y, en un “caso extremo”, acercarse a los 50 córdobas por litro.
Para este fin de semana se espera que los combustibles mantengan los precios establecidos desde la primera semana de marzo: 45.80 córdobas el litro de la súper; 44.64 córdobas el litro de la regular; y 41.38 córdobas el litro de diésel, según anticipó el portal Delepesoasuspesos.
Estos precios promedios corresponden a las estaciones de servicio en Managua, ya que en los otros departamentos y regiones del país se les tiene que sumar el costo de transporte y distribución, así como otros gastos.
La última vez que las gasolinas súper y regular estuvieron a menos de 40 córdobas por litro fue en la primera semana de octubre pasado: a 39.85 y 38.93 córdobas, respectivamente. En el caso del diésel —el combustible de mayor consumo en el ámbito nacional—, en la primera semana de febrero se cotizó a 39.50 córdobas, según un monitoreo de precios del Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
Para Rubén Ernesto Arriola, experto en temas de consumidores, las petroleras en el país nunca han necesitado una guerra en Europa para incrementar los precios, ya que Nicaragua siempre ha sufrido las consecuencias de las alzas del petróleo y sus derivados. Sin embargo, la invasión a Ucrania “es la justificación” para mantener los precios altos, aunque en el mundo “bajen los precios”.
Alzas y congelamiento de precios
En el último año y medio, los combustibles han registrado dos periodos que explican los precios actuales: uno, de una alza injustificada; y el otro, un congelamiento cuando el petróleo iba a la baja.
Entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, los combustibles registraron dieciséis semanas de aumentos, sin que existiese —según los expertos— alguna razón “técnica o económica” para justificar tales incrementos.
En ese período, la gasolina súper pasó de 28.25 a 36.23 córdobas por litro; mientras la regular se incrementó de 27.74 a 35.46 córdobas por litro; y el diésel registró una alza de 24.24 a 30.59 córdobas, de acuerdo al monitoreo del INE.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantuvo congelados por más de dos meses los precios de los derivados del petróleo, mientras el valor internacional del crudo bajó casi 20 dólares por barril. Esta disminución no se tradujo en una rebaja de los precios nacionales de los combustibles, que en Nicaragua no son regulados por el Estado y son fijados libremente, cada semana, por las petroleras.
Con la decisión del régimen, efectiva a partir del 22 de octubre de 2021 —a dos semanas de las elecciones generales—, el precio promedio de la súper quedó congelado en 42.02 córdobas por litro; el de la regular en 40.90 córdobas por litro; y el del diésel en 36.52 córdobas por litro.
Tras el descongelamiento, a mediados de enero pasado, los combustibles han mantenido una tendencia alcista, a la par de un encarecimiento del petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia para Nicaragua
Sube el petróleo de Texas
De acuerdo a la agencia Efe, el precio del petróleo de Texas subió este viernes un 1.7 % y cerró a 104.7 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), después de que el presidente ruso Vladimir Putin acusara a Kiev de intentar empantanar las negociaciones para poner fin a la invasión de Ucrania.
Este ascenso se produce después de que el precio del oro negro se disparara el jueves más de un 8% tras las primeras informaciones sobre el estancamiento de las conversaciones entre Rusia y Ucrania, que hacen temer a los inversores un alargamiento del conflicto que podría afectar al suministro de petróleo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió el miércoles que existe el riesgo de una crisis petrolera a partir de la primavera y puso presión a la OPEP, que hasta ahora no ha mostrado disposición para compensar en el mercado las pérdidas de crudo ruso.
En su informe mensual, la AIE da por hecho que a partir de abril van a desaparecer tres de los ocho millones de barriles diarios que exporta Rusia. “Si los rusos no encuentran una manera de eludir las sanciones, los precios del petróleo alcanzarán en breve nuevos máximos”, apuntó el director de finanzas de Velandera Energy Partners, Manish Raj, citado por Market Watch.
En este sentido, en su informe diario la firma Sevens Report apunta que el precio del barril podría moverse en un rango entre los 90 y 95 dólares el barril y los 117 y 122 dólares el barril dependiendo de la evolución del conflicto en Ucrania.
Opciones del Gobierno
Arriola urgió una reforma a la Ley 277 o Ley de Suministro de Hidrocarburos, con la cual el Gobierno controlaría el mercado de los combustibles y les “impondría los precios a las petroleras”.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) —popularmente conocido como “gas para cocinar”—, es el único producto regulado por el INE, mientras que los precios de las gasolinas súper y regular, el diésel y el kerosene son establecidos por las petroleras, cuyos márgenes de ganancias quedan a su discreción.
Para el experto, una regulación de los precios “mermaría las ganancias de las petroleras”.
Reportajes de CONFIDENCIAL han revelado que, hasta inicios de 2021, los consumidores nicaragüenses han pagado unos 30 millones de dólares por un sobreprecio en los combustibles.
Este sobreprecio se obtiene a través de congelar los precios en Nicaragua, cuando en el ámbito internacional los combustibles y el petróleo bajan.
Arriola indicó que, a través de la Consultoría del Gestor al Consumidor (CGC), han detectado que los “más conveniente” para los consumidores, es que el Estado “elimine algunos impuesto” a los productos derivados del petróleo y la canasta básica. “Aliviaría y sería un respiro para los consumidores” en Nicaragua.
Por cada galón de combustible, el Gobierno recauda un porcentaje en concepto del Impuesto Específico Conglobado a los Combustibles (IECC), y otro tanto para el Fondo de Mantenimiento Vial (Fomav). La suspensión de ambos o uno de ellos, traería un alivio a los consumidores, según los expertos.