12 de marzo 2022
Un boletín de prensa oficial del Vaticano reportó que recibieron con "sorpresa y dolor" una comunicación del régimen de Nicaragua en la que se les informó el retiro del beneplácito para permanecer en el país al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
"La Santa Sede ha recibido con sorpresa y dolor la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito (agrément) a Su Eminencia Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Managua desde 2018, imponiéndole que dejara inmediatamente el país después de notificarle esa medida", señala el comunicado emitido por el Vaticano.
Esta es la primera reacción oficial de la Santa Sede, luego de conocerse la salida intempestiva del nuncio apostólico la noche del 6 de marzo. CONFIDENCIAL reveló esta semana por medio de fuentes diplomáticas que al nuncio “oficialmente, no lo declararon non grato, pero le transmitieron una orden de expulsión de facto”.
El Gobierno nicaragüense le dio al religioso un poco más de una semana para dejar el país, pero tras consultas con el Vaticano, monseñor Sommertag abandonó su misión diplomática en Nicaragua el domingo 6 de marzo, sin despedirse de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) o del cuerpo diplomático acreditado en el país.
Un comunicado de la Nunciatura Apostólica confirmó que Sommertag “se ausentó del país” ese día y que el secretario de la Nunciatura, monseñor Mbaye Diouf, “quedó al frente de la misión diplomática en calidad de encargado de negocios”.
"Tal disposición resulta incomprensible ya que, durante su misión, Su Eminencia Monseñor Sommertag ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente por los más vulnerables, buscando siempre favorecer las buenas relaciones entre la sede apostólica y las autoridades de Nicaragua. Merece particular mención su participación como testigo y acompañante de la mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y la oposición política, en vista de la reconciliación nacional y de la liberación de los presos políticos", añade el comunicado.
La expulsión del nuncio apostólico, Waldemar Stanisław Sommertag, ejecutada por el régimen Ortega Murillo, sin declararlo non grato de forma oficial, se fraguó como consecuencia de al menos cuatro incidentes provocados por el Gobierno, entre el 10 de enero y el 5 de marzo de 2022, revelaron a CONFIDENCIAL varias fuentes vinculadas al exrepresentante de la Santa Sede en Nicaragua.
El 10 de enero, fecha de la autoproclamación de Ortega como presidente, el nuncio apostólico viajó a Roma, generando un fuerte reclamo de las más altas autoridades del país sobre las razones de su ausencia en el acto de toma de posesión de Ortega, que contó con escasa representación internacional por su crisis de legitimidad.
"Convencida de que esta grave e injustificada decisión unilateral no refleja los sentimientos del pueblo de Nicaragua, profundamente cristiano, la Santa Sede desea reafirmar su plena confianza en el representante pontificio", añade el comunicado del Vaticano.
En el boletín, no se menciona nada sobre el nombramiento de un nuevo nuncio para asumir la representación diplomática de la Santa Sede en Nicaragua.
Este miércoles 9 de marzo, monseñor Carlos Herrera, presidente de la CEN, en declaraciones brindadas al noticiero de Canal 10 de televisión, reconoció el deterioro de las relaciones entre el régimen orteguista y el representante del papa Francisco.
“La Nunciatura lo ha dado a conocer, pero él por la decisión del papa dejó al secretario en la función de diplomático por el momento, hasta que se nombre un nuevo nuncio”, afirmó Herrera.
El obispo reconoció las fuertes diferencias entre la vicepresidenta Rosario Murillo y el representante del Vaticano. “No se han dado buenas relaciones, entonces el papa ha decidido que renuncie a esa función. Había ciertas limitaciones. Entonces si no hay comunicación, de qué sirve estar en esa función de diplomático”, explicó.