22 de febrero 2022
Las sanciones impuestas por Estados Unidos al régimen de Daniel Ortega en los últimos meses causaron nuevamente movimientos entre los principales cuadros ejecutivos del orteguismo, colocados esta vez en la Empresa Nicaragüense de Minas (Eniminas).
- Sanción a presidente de Eniminas no afecta a la industria
- Minería aspira a exportar mil millones de dólares en 2023
El presidente Daniel Ortega decidió remover de la presidencia de Eniminas al mayor general en retiro Ramón Calderón Vindell, un operador clave de los negocios financieros del grupo económico forjado con la cooperación venezolana, según el acuerdo presidencial 19-2022, publicado en la Gaceta este martes 22 de febrero.
Eniminas fue creada en 2017 por el Ejecutivo para garantizar su participación en uno de los sectores más boyantes de la economía local con exportaciones registradas de 880.5 millones de dólares solo en 2021. En lugar de Calderón Vindell, Ortega nombró a Ruy Delgado López como nuevo presidente, quien ocupaba el cargo de gerente general de la compañía estatal, según datos oficiales recabados por CONFIDENCIAL.
Calderón Vindell, quien llegó a ser inspector general del Ejército —el número tres en el escalafón militar—, se desempeñó durante años como el segundo del tesorero del FSLN, Francisco López Centeno, administrando de manera directa Alba Generación, según registros periodísticos.
Ahora Calderón Vindell sigue las huellas de López cuando fue sancionado en 2018, lo que obligó también a que fuera sacado por Ortega de varias instituciones del Estado como una manera de proteger los intereses empresariales de las carteras que estaban administrando.
Fuera también el ministro Mansell
Ortega quitó también de la directiva de Eniminas y de la Empresa Nicaragüense de Petróleo (PETRONIC) al ministro de Energía Salvador Mansell, conforme al acuerdo presidencial 20-2022. Las medidas gubernamentales ocurrieron 42 días después que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos castigó al exmilitar y tres meses después de hacer lo mismo con Mansell.
El exministro de Energía es conocido por su cercanía con la vicepresidenta Rosario Murillo. Es, desde ese puesto del Estado, una de las personas que garantiza la decoración particular de Managua con los llamados árboles de la vida, símbolo del poder de la funcionaria.
A diferencia de las sanciones al mayor general en retiro Calderón que no afectan a la industria del oro, las de Mansell sí obligaron a completar unas reformas al sector eléctrico, restándole funciones al ministro para entregárselas a la viceministra Estela María Martínez Cerrato como la facultad para firmar los documentos referidos a la rectoría del sector eléctrico.
Precisamente Martínez Cerrato fue nombrada en lugar de Mansell para ocupar los puestos de las directivas de Eniminas y PETRONIC.
En las sanciones impuestas a Calderón en su momento, Estados Unidos advirtió que la participación estatal en el sector minero, “aumentó, especialmente en la extracción de oro, a través de empresas conjuntas con empresas privadas”.
“El valor de las exportaciones de oro de Nicaragua ha aumentado dramáticamente en los últimos años, impulsando las ganancias a sus aliados en el sector privado y aumentando los ingresos de Eniminas, que administran figuras importantes del partido gobernante”, aseguró la Oficina de Control de Activos (OFAC).
Por su parte, Mansell fue parte de un grupo de funcionarios castigados con las primeras sanciones impuestas por Estados Unidos tras las votaciones de noviembre pasado, en las cuales Ortega se hizo reelegir sin competencia electoral tras incrementar la represión, encarcelando a siete precandidatos de la oposición, pero también a 40 personas, entre líderes cívicos, políticos y empresariales.
El régimen vive su momento de mayor ilegitimidad internacional bajo el reclamo global de que suspenda el estado policial y libere a los 177 presos políticos que hay en el país.