6 de febrero 2022
Estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) —en entrevistas con CONFIDENCIAL— afirmaron que están bajo una “incertidumbre generalizada”, tras conocer la decisión orteguista de cancelar esta semana a la Universidad Politécnica (Upoli), reconocida como un bastión de las protestas durante la Rebelión de Abril de 2018.
La Universidad Católica Agropecuaria del Trópico (Ucatse), la Universidad Paulo Freire (UPF), Asociación Popular de Nicaragua (Uponic) y Asociación de Estudios Humanitarios (Uneh) también fueron canceladas. El 13 de diciembre de 2021, la Universidad Hispanoamericana (Uhispam) fue la primera en ser despojada de su personería jurídica.
“Parte de la comunidad estudiantil de la UCA nos escribimos preocupados por la situación que se está dando con las universidades; la preocupación e incertidumbre es generalizada”, indicó “José”, estudiante de tercer año de Derecho.
Afirmó que los estudiantes que están en los últimos años de las carreras son los más angustiados en caso de una posible o inminente cancelación de la personería jurídica de la UCA.
La UCA retoma este año lectivo 2022 con fuertes recortes en su presupuesto, luego que el CNU -apoyado por rectores fieles al Gobierno de Daniel Ortega- decidieran continuar cercenando su presupuesto. Entre 2018 y 2022, esta alma máter ha perdido 250.9 millones de córdobas en recortes, lo que equivale un 99.6% de su presupuesto.
La Ucatse, cuyo rector emérito es monseñor Abelardo Mata, un fuerte crítico de los atropellos del régimen, también ha sufrido mermas sistemáticas en su presupuesto, entre 2018 y 2022 fue despojada de 51.7 millones de córdobas (98.1%).
José explica que hay otros grupos de estudiantes que están preocupados por el tiempo y recursos invertidos en su paso por la UCA y en la posibilidad de tener que “empezar de cero en otra universidad o acoplarnos al régimen del CNU (Consejo Nacional de Universidades), con el que no estamos de acuerdo”.
“Estudiamos en la UCA porque es una entidad de prestigio y calidad, y si eso cambia, muchos saldremos de la UCA porque no estamos dispuestos a seguir el juego del régimen y mucho menos vamos a aceptar titularnos con el sello de la UNAN o cualquier otra universidad pública, porque sabemos que su formación deja mucho que desear, sobre todo en la parte de la libre cátedra, libertad de pensamiento y el derecho a la autonomía universitaria”, destacó.
“Juan”, estudiante de tercer año de comunicación, aseguró que otras de las preocupaciones son las becas que brinda la UCA, porque consideran que al darse la cancelación, muchos quedarían fuera, de los pocos que logra mantener la universidad por la reducción que sigue sufriendo su presupuesto.
“Yo tengo tres años de ser becado. Soy de escasos recursos. Mi madre se gana la vida como asistente del hogar y con mucho sacrificio asume pasajes, libros y útiles escolares. Nosotros no podríamos pagar esta universidad”, lamentó.
Reajustar aranceles, pero no se habla de las becas
“José” también es becario y apunta que la administración CNU ha dicho que van a “reajustar los aranceles”, en casos como el de la Upoli, pero “no están hablando de sostener las becas”, por lo que temen que sean “los estudiantes (en caso de quedarse) junto a sus familias los que tendrán que asumir este nuevo gasto ante una crisis económica que con costo permite sobrevivir”.
El régimen Ortega-Murillo, a través de la Asamblea Nacional, en la última semana mandó a cancelar a 23 organizaciones sin fines de lucro, entre estas cinco universidades y siete asociaciones universitarias. En todas estas cancelaciones el argumento es que las organizaciones sin fines de lucro afectadas “incumplieron sus obligaciones conforme las leyes que regulan a los organismos sin fines de lucro, en territorio nicaragüense”.
CNU habla de garantizar continuidad académica
Tras las cancelaciones, el Consejo Nacional de Universidades señaló —a través de un comunicado— que a partir del 2 de febrero “garantizará la continuidad académica" de los estudiantes de las universidades canceladas, pero no explicó cómo esto será posible o si mantendrán los programas de beca de dichas almas máter.
La presidenta del CNU, Ramona Rodríguez, en entrevista con medios oficialistas, aclaró que los estudiantes de las universidades canceladas continuarán sus estudios en los mismos recintos donde estaban inscritos y se comprometió a bajar los aranceles .
Los estudiantes de la Uhispam —la primera universidad afectada por las inhabilitaciones orteguistas— fue hasta mes y medio después de anunciada la cancelación que fueron notificados que podrían retomar sus clases en los recintos universitarios, que ahora son administrados por el CNU y por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN).
Estudiantes contemplan “salida” en caso de control del CNU
Los estudiantes de la UCA, que a través de grupos en redes sociales expresan sus preocupaciones, indican que -en caso de darse una eventual cancelación- contemplan salir de dicha alma máter o buscar opciones dentro o fuera del país; otros no saben qué hacer, y algunos están dispuestos a continuar, ya que cursan sus últimos años de estudios y ven “muy duro” empezar desde cero.
“Muchos estudiantes nos veríamos en la obligación de retirarnos y buscar otras oportunidades dentro o fuera del país. Recordemos que para el régimen, la comunidad estudiantil de la UCA es una comunidad hostil, en donde se encuentran estudiantes que no comparten el actuar del desgobierno, y que se han manifestado en múltiples ocasiones, por lo que para estos estudiantes es inseguro seguir su carrera bajo del régimen del CNU por las consecuencias que se pueden dar bajo ese escenario”, explicó José.
En medio de toda esta zozobra, los estudiantes de la UCA intentan "sentir que pueden seguir dentro de la universidad" bajo una aparente normalidad. El proceso de matrícula e inscripción de clases ya se realizó y se preparan para retomar las clases el próximo 7 de febrero.