5 de febrero 2022
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Durante tres semanas consecutivas el Ministerio de Salud (Minsa) ha mantenido una tendencia de incremento de nuevos contagios de covid-19, y ese comportamiento, aún más elevado, concuerda con un registro de consultas por enfermedades respiratorias y un ligero crecimiento de hospitalizaciones de fuentes médicas independientes.
En el Hospital San Juan de Dios, de Estelí, hasta este jueves 3 de febrero, había al menos 10 pacientes internados y de estos, dos se encontraban en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por covid-19, según fuentes médicas. Tres semanas atrás no había pacientes ingresados. Además, no todos los casos requieren hospitalización y otros más han sido enviados a casa.
En el Hospital Alemán Nicaragüense, de referencia nacional para la atención de pacientes covid-19, las consultas por cuadros gripales se mantuvieron estables durante los primeros 20 días del año, confirmó una fuente. Pero luego la demanda creció, alcanzando en promedio unas 60 consultas diarias y de estas, alrededor de 20 corresponden a pacientes con cuadros sospechosos de coronavirus.
Sin embargo, la incidencia en las hospitalizaciones es mínima. Actualmente permanecen unas 50 personas en salas covid y cuatro en UCI. La estancia hospitalaria también se ha reducido, pasando de hasta 20 días a diez, debido al comportamiento de los síntomas, confió otra fuente. En el caso del hospital Vivian Pellas, hasta el miércoles había un paciente ingresado y en el Hospital Bautista ninguno.
Contagios por ómicron
El neumólogo, Jorge Iván Miranda, explica que desde inicios de la segunda semana de enero identificó un incremento de casos con sintomatología característica de ómicron, que ya circula en Nicaragua, según confirmó la Organización Panamericana de la Salud OPS. Desde entonces, los casos han aumentado exponencialmente, sostuvo.
En los primeros pacientes que asistió Miranda, existía un nexo epidemiológico con alguna persona que vive en el extranjero y visitó a la familia en diciembre, pero actualmente, la “transmisión de ómicron es comunitaria”, confirmó el especialista.
Por su parte, la OPS señaló este miércoles, que no hay información suficiente para determinar cuál es la variante predominante en Nicaragua: alfa, beta, gamma, delta u ómicron. Sin embargo, aclaró que la mayoría de las muestras positivas de SARS-CoV-2 que fueron secuenciadas corresponden a la variante ómicron, y en menor proporción a la variante delta, dijo el director de Emergencia en Salud de OPS, Ciro Ugarte.
“Es altamente probable que la variante ómicron será la predominante y que estará presente en todo el país, de la misma forma que está ocurriendo en todos los otros países de Centroamérica y en toda la región”, señaló en conferencia de prensa esta semana.
Del 28 de diciembre de 2021 al 1 de febrero del presente, el Minsa ha identificado 222 nuevos contagios y ha mantenido la cifra congelada de una muerte semanal atribuible al SARS- CoV-2. El acumulado de contagios desde el inicio de la pandemia es de 18 107 casos y 222 fallecidos según cifras oficiales. Mientras tanto, el Observatorio Ciudadano, registra hasta el 26 de enero, 31 505 contagios y 5973 fallecimientos sospechosos por el coronavirus.
Un brote de covid-19 diferente a 2021
Los médicos permanecen a la expectativa ante la aparición de más contagios de covid-19. Otra fuente sanitaria en el norte del país confirmó a CONFIDENCIAL que a diario atiende tres casos sospechosos del SARS-CoV-2.
“He visto cuadros distintos. Unos compatibles con delta y otros con ómicron. La vacuna está haciendo una gran diferencia. Los cuadros definitivamente son más leves que en las olas anteriores. Aún así, hay que mantenerse alerta, seguir las medidas de prevención y buscar la asistencia médica”, señaló la fuente.
El neumólogo Miranda advierte que este nuevo brote será muy distinto a la segunda ola de casos, que hizo padecer al país, con dolor y luto. Con base a la experiencia de otros países, señala que la tercera ola podría caracterizarse por un “altísimo” número de casos leves o asintomáticos, que pasarán desapercibidos; muy poco impacto en las hospitalizaciones; mayor probabilidad de trabajadores sanitarios reinfectados y previsible aumento de ingresos en menores de edad.
Pese al riesgo que implica ómicron, al ser más contagiosa que sus pares, las autoridades sanitarias nacionales siguen guardando silencio sobre el impacto real que han causado las otras variantes de preocupación y el potencial brote que empujaría ómicron.
Por su parte, Miranda señala que la inmunidad previa, adquirida por vacunación o por infección, es “la principal razón por la cual el comportamiento clínico de ómicron sea más leve”. Aunque, también hay evidencia de laboratorio que podría ser el virus menos patogénico para los pulmones y que se replica principalmente en la vía aérea superior.
“Es un hecho comprobado que la variante ómicron evade o burla la inmunidad humoral previa (la que depende de los anticuerpos) por eso hay mucha gente vacunada infectada o reinfectada, pero no logra evadir o burlar la inmunidad celular desarrollada por la vacunación o infección previa y eso contribuye mucho a que en el infectado se comporte la enfermedad de manera más leve”, expresó el especialista Miranda.
Para hacerle frente a la avalancha de casos generada por la propagación de ómicron, varios países han recomendado a sus poblaciones refuerzos del esquema de vacunación. En Nicaragua se está implementando, pero hasta ahora, no hay datos concretos del alcance real, que se vuelve más urgente ahora que OPS confirmó que ómicron circula en el territorio nacional.
La información oficial sigue bajo la centralización de la vicepresidenta Rosario Murillo, que este uno de febrero, aseguró que el 57% de la población ya cuenta con dos dosis de la vacuna contra la covid-19. El dato contrasta con OPS, que indica que la cobertura es un poco menor, el 53.7% de la población total. Para Miranda, “la tasa de aplicación de refuerzo es demasiada baja, por eso esperamos un gran número de casos de ómicron en el país", expresó.
Renuncias de personal sanitario en Estelí
En el Hospital San Juan de Dios, Estelí, se han registrado una serie de bajas principalmente en el personal de enfermería. Según explican fuentes, desde el año pasado han renunciado al menos siete enfermeras y dos médicos de otras áreas. La decisión ocurrió debido al incremento de trabajo por los brotes de covid-19, la sobrecarga de turnos y por la intensificación en las jornadas de vacunación.
“El área más afectada es la de pediatría porque han renunciado siete enfermeras, por lo tanto, las que quedaron están siendo obligadas a hacer turnos más seguidos. Hay poco personal de enfermería por la presión que hay en el sistema de Salud. Las obligan a ir a campañas, los días que tienen libre las mandan a la jornada de vacunación y por eso no les pagan más, va dentro del mismo salario”, explican.
El incremento en la carga laboral se agudizó después de la segunda ola de la covid-19 que golpeó con más fuerza que la primera, esta según datos independientes dejó más de 3000 fallecidos en solo tres meses. Sin embargo, el personal también ha denunciado las limitaciones en el acceso a equipo de protección personal.
