4 de febrero 2022
Dos veces al mes, "Josefa", de 36 años, prepara la merienda escolar para las secciones de sus dos hijos que cursan primaria en una escuela de Managua. La madre recibe el paquete enviado a las escuelas por el Ministerio de Educación (Mined), que incluye entre una a tres libras de arroz, frijoles y maíz, dos a cuatro libras de cereal y un cuarto de litro de aceite, con el que debe preparar en su casa la merienda para las secciones de 15 a 30 estudiantes, y llevarlas a la escuela. Pero preparar la merienda “cada vez le sale más caro”, afirma, pues debe ingeniárselas para elaborar los alimentos con ingredientes básicos, agregando complementos que suben de precio todos los meses.
El programa de Merienda Escolar del Mined consiste en ofrecer una comida a los escolares, sobre todo en centros educativos de escasos recursos, donde muchos niños llegan a la escuela con el estómago vacío o solo un poco de café. Para organizar la merienda, el Mined entrega paquetes de alimentos crudos, que las familias deben preparar en sus hogares y llevarlos a la escuela en el día correspondiente. Cada sección de la escuela organiza los roles para las familias, que deben asumir los "complementos" de la merienda, incluyendo los costos de preparación.
“Ellos (la escuela y el Mined) nos dicen que asumamos la cocinada y el complemento, que no es mucho, pero para gente como yo eso es bastante”, valora "Josefa".
“Toda la comida está más cara y por más humilde que sea lo que se lleva se gasta bastante”, asegura. La madre detalla que los frijoles deben pasar cuatro horas en el fuego y en ello "se pueden gastar más de 40 pesos en leña". Además, debe agregar cebolla y chiltoma para el arroz y los frijoles; azúcar para el cereal, y "los 30 pesos de las tortillas, porque si te pones a nesquizar ese maíz que te dan sale peor, por el gasto en leña y molino”, explica. Estos costos, que rondan los 250 córdobas también suben según la cantidad de alumnos y si la familia opta por otros complementos, porque a los estudiantes tampoco les entusiasma comer siempre lo mismo.
Esos 500 córdobas que gasta en las dos meriendas mensuales son una resta significativa para el bolsillo de "Josefa". La madre se gana la vida cosiendo canastos en el Mercado Mayoreo y reúne menos de 4000 córdobas al mes. Confiesa que cada vez que debe cocinar la merienda escolar debe “sacar fiado en la venta”.
El costo de 500 córdobas que debe invertir por las dos meriendas para las secciones de sus hijos equivale a una octava parte de sus ingresos mensuales, con los que además costea la alimentación de su familia, servicios básicos, transporte y demás gastos.
Reducen cantidades del paquete para la merienda escolar
En la primera merienda que "Josefa" preparó, a finales de enero, notó que redujeron las cantidades del paquete. Están "dando poquito y no se ajusta, porque para quince niños, que hay en la sección de mi hijo, solo nos dieron una libra de cada producto”, detalla.
En enero, el Mined entregó los primeros paquetes de 2022, trasladando 196 151 quintales de alimentos a centros educativos de todo el país, para “cubrir 60 días de clase entre enero y mayo”. Las meriendas se entregan en las escuelas públicas que imparten educación inicial, especial, primaria, normales y modalidades a distancia en el campo.
Según la página web del Mined, el Programa Integral de Nutrición Escolar (PINE) contempla la entrega del paquete de alimentos crudos y el desarrollo de huertos escolares, que complementen la merienda escolar con hortalizas, especias y frutas. Sin embargo, las familias refieren que no todos los centros educativos cuentan con un huerto y, en los que hay, muchas veces están "abandonados".
"Luis", un experto en temas de educación de la Unidad Sindical Magisterial (USM) afirmó a CONFIDENCIAL que la merienda es positiva, porque busca reducir la deserción escolar. Sin embargo, advierte que “urge mejoras” que minimicen el gasto en “tiempo y dinero” para las familias que, ante la falta de recursos y los costos, deben hacer sacrificios en su economía u optan por no participar en el programa porque no pueden cubrir los gastos.
Padres dejan de participar en la elaboración
“Julia”, de 33 años, es madre de dos escolares de cinco y nueve años, que este 2022 no participará en la elaboración de la merienda escolar, porque afirma que el año pasado asumió "muchos gastos” por hacerlo.
“Me tocaba hasta cuatro veces al mes, dos por cada uno de los niños, y gastaba cerca de 200 córdobas cada vez que me tocaba, porque era pagar 50 córdobas a la madre que lo iba a cocinar, reponer gas o leña, porque yo por el trabajo no puedo hacerlo, y dar para el complemento, que puede ser crema, queso o espaguetis, porque en mi caso no ajusto para darle carne o pollo a entre 20 y 30 niños”, detalla.
"Julia" es madre soltera y labora como asistente del hogar. Sus ingresos mensuales son menores a 6000 córdobas y asegura que le sale “más barato ajustar la comida de mis hijos en la casa, porque son solo dos, que cuatro veces al mes asumir la merienda de hasta 30 niños".
"Si sumamos son hasta 800 pesos al mes y uno no está para darse esos lujos”, reflexiona.
Menos niños participan porque "se come lo mismo"
Mientras menos familias participan en la elaboración de la merienda, por falta de tiempo o dinero, también aumenta el número de niños que no toman los alimentos porque no les anima comer lo mismo todos los días, relatan docentes de la Unidad Sindical Magisterial que conversaron con CONFIDENCIAL.
“Los niños no se entusiasman en comer solo arroz y frijoles como merienda escolar y estar dando mejora a cada rato con la situación económica es imposible para los padres”, explica "Juan", otro experto en temas de educación de la USM.
"Catalina", docente e integrante de la USM, también ha visto que "no todos los niños están comiendo esa merienda", y menciona que en un salón de 30 o 40 alumnos, solo un máximo de 12 la están comiendo.
“Juan” sugiere que la merienda escolar "vaya acompañada de un pequeño presupuesto para la compra de productos lácteos, carne o algunos vegetales, que haga que los niños se sientan atraídos por comer en la escuela y se le reste ese costo a los padres de familia”.
Menciona que otra opción, aunque más costosa, sería organizar comedores escolares con personal pagado por el Mined. También que cada familia, según sus presupuestos, prepare a sus hijos "el trozo de queso, el poquito de crema, la pieza de pollo, o lo que ellos tengan para empacarles” y complementar el resto de la merienda.