1 de febrero 2022
El triunfo electoral del joven político chileno Gabriel Boric, provocó comentarios entre quienes piensan que si un partido o alianza política no se declara marxista es una multiplicación del reformismo social, diferente y opuesto a la verdadera izquierda.
La toma de posesión de Xiomara Castro en Honduras, actualiza el tema, aunque ha despertado menos comentarios. Ella se ha adelantado al chileno, demostrando el carácter popular democrático de su gestión con solo uno de los 22 puntos decretados en su toma de posesión: la gratuidad del servicio de luz para los hogares con un consumo menor a 150 kW. (Su vecino “pueblo-presidente”, no lo ha hecho en quince años)
Otras corrientes políticas ven el triunfo de Boric –y ahora el de Xiomara— como una negación del marxismo y una nueva izquierda divorciada del marxismo. Este criterio surgió por la divergencia de Boric con el Partido Comunista chileno –miembro de su alianza– en torno a su apoyo a la dictadura Ortega Murillo, equivocadamente tenida como de izquierda no solo este partido.
No pretendo especular sobre quién tiene la razón respecto a lo que se piensa de estas victorias chilena y hondureña. Me interesa tratar de hallar vínculos que pudieran existir entre la visión de los movimientos que hicieron triunfar a Boric y a Xiomara, y la socialdemocracia.
Esa tendencia –la socialdemócrata— tiene que ver con los puntos de vista sobre las soluciones en democracia a problemas económicos sociales nacidos de las contradicciones de clase, que no son exclusivas de la sociedad chilena ni hondureña –tampoco son actuales, sino históricas y universales, pero los proyectos de soluciones son propios de cada lugar y época. Tales problemas provocan reacciones sociales encontradas en todos los países, con características propias y adquieren mucha beligerancia según el nivel de desarrollo material y cultural de las clases sociales en pugna.
Las sociedades y sus procesos de lucha continua siempre son hacia adelante, aunque unas veces todo parezca estático, otras veces con frecuentes convulsiones pacíficas y violentas. En otros casos, como en el nicaragüense, da la sensación de que retrocede.
Las contradicciones sociales y políticas –en el caso chileno— no son nuevas, tampoco son nuevos los conceptos que impulsan a mujeres y hombres progresistas a promover, organizar y protagonizar las luchas a contracorriente de las actitudes de múltiples fuerzas sociales conservadoras, como ya sucedió con el fascismo pinochetista y ahora sucede con el neoliberalismo. Algo similar –no igual— pasa en Honduras.
II
Con las teorías de Carlos Marx y Federico Engels, expuestas en su Manifiesto Comunista (1848), que sintetizaron lucha contra toda esclavitud humana, se orientó –primero en Europa— la Asociación Internacional de Trabajadores (conocida como Primera Internacional, 1864-1874) integrada por partidos obreros socialdemócratas, socialistas y grupos anarquistas. Ninguno de esos partidos obreros fundacionales se llamó Partido comunista.
Incluso, el partido dirigido por Lenin en Rusia, cambió su nombre socialdemócrata hasta en 1903, catorce años antes del triunfo de la revolución (1917). En el resto de Europa, siguieron llamándose partidos socialdemócratas y socialistas.
La Segunda Internacional fue organizada en 1889. Las discrepancias internas surgieron respecto a qué posición tomar ante la crisis capitalista europea, que desembocaría en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Fue momento de definiciones. La tendencia dominante en los partidos socialdemócratas y socialistas apoyó la guerra a los gobiernos de “su burguesía” nacional, pero otros decidieron luchar contra la guerra y sus clases dominantes nacionales; de esta discrepancia interna surgieron los partidos comunistas. Estos partidos crearon la Tercera Internacional (1919-1943).
Los partidos socialdemócratas y socialistas siguieron organizados en la Segunda Internacional hasta la desaparición de esta en 1923. De sus escombros surgió la Internacional Obrera Socialista (1923-1940). En 1951 nació la actual Internacional Socialista, de la cual fue expulsado el FSLN, por desacuerdo con la dictadura orteguista, y ser contraria al socialismo democrático. En verdad, la dictadura ORMU también está divorciada de la izquierda.
III
Para el final de la Primera Guerra Mundial, ya había triunfado la revolución rusa (1917), y la diferenciación entre los partidos comunistas –principalmente el ruso— y los partidos socialdemócratas en torno a las transformaciones sociales y las libertades democráticas, ya era definitiva.
De la crítica a las iniciales desviaciones rusas participó la dirigente del Partido Socialdemócrata alemán Rosa Luxemburgo (1871-1919). Con un gran aval de luchadora social y fundadora del Partido Comunista de Alemania, Luxemburgo criticó la intolerancia represiva de los rusos (aún no se había creado la Unión Soviética) con una celebrada frase, en la que definió su convicción de socialdemócrata: la libertad de expresión es siempre para el adversario.
Es cierto que eran muy difíciles y complejos los problemas internos que tuvo que enfrentar la naciente revolución rusa: atraso, la contrarrevolución y la intervención de siete Ejércitos europeos. Pero, tras la necesaria defensa de la revolución, se desvirtuaban principios y se cortaban libertades, lo que tuvo su peor expresión en las aberraciones estalinistas.
Junto a la Luxemburgo, otros pensaron que la defensa de la revolución no tenía que ser motivo para la intolerancia interna, ni para divorciarla de los derechos democráticos y menos para reprimir a sus propios dirigentes para callar sus críticas a las desviaciones del estalinismo.
IV
En aquel el momento quedaron definidas en la izquierda dos posiciones divergentes respecto a desarrollar los cambios sociales: en democracia o en dictadura. Los líderes soviéticos y otros optaron por la dictadura, que produjo el siguiente contraste:
- El pueblo que –con atraso histórico y acoso exterior— en solo 24 años (1917-1941) pasó de “inventar de nuevo la bicicleta” a derrotar el poder militar de la Alemania nazi.
- Que aportó el mayor sacrificio humano y material durante la Segunda Guerra Mundial (más de 20 millones de seres humanos).
- Que a solo 16 años de finalizada la guerra (1945), realizó la hazaña de poner al primer hombre a orbitar la tierra (1961).
- Que en tan poco tiempo desarrolló su país socialista, alcanzó y muchos campos superó al capitalismo… ¡fue derrotado 40 años después por la corrupción de su liderazgo!
V
A mi entender, no existe vieja ni nueva izquierda, sino la misma izquierda en diversas versiones, las que han venido surgiendo conforme las condiciones concretas del desarrollo de cada país y según la actitud y capacidad de cada partido, movimiento o alianza para interpretar esas condiciones y actuar en consecuencia.
Tratándose de Chile, allá hubo una alianza de izquierda que apoyó a Salvador Allende (con un socialismo por la vía pacífica y en democracia, pero aplastada por el fascismo en alianza con la CIA estadounidense). La alianza de izquierda que apoya a Gabriel Boric lo hace en otras condiciones y con principios de la socialdemocracia.
VI
Las siguientes condiciones podrían ser útiles para definir a izquierda, en su tiempo y su lugar:
+Cuando su actividad –dentro o fuera del gobierno— propugna por los cambios económicos, políticos, sociales, culturales en libertad y democracia.
+Con independencia del nombre con que se bautice el partido o alianza que dirija su gobierno.
+Desarrolla y aplica los cambios sociales en armonía con las realidades históricas concretas de su país.
+Preserva y defiende su independencia nacional.
+No pierde el carácter solidario en sus relaciones internacionales, sin discriminaciones ni pretextos.
+Respeta a los adversarios ideológicos, cuyas acciones no sean contra la justicia social, las libertades democráticas ni los derechos humanos.
+Quienes actúan en sentido contrario a la justicia social, las libertades y los derechos humanos –aunque lo hagan cobijados con los títulos de izquierda que les dé la gana— no tienen esa condición pues, de hecho, coinciden más con los regímenes fascistas.
Al margen de estas cuartillas
*He tratado de resumir el proceso histórico de la izquierda que –pese a ser un mero término convencional— simboliza una actitud progresista ante la vida…
*Pero hay diferentes izquierdas (como tonalidades en la música y los colores):
*La que se reconoce como la izquierda en su país, solo por contraste con las corrientes políticas conservadoras (ejemplo: el Partido Demócrata estadounidense) …
*Dentro de ese Partido Demócrata, hay una tendencia de izquierda que se distingue de su rival Republicano (conservador) pero solo respecto a ciertos temas…
*La izquierda socialdemócrata europea se diluye, descolora, mimetiza o relativiza sus principios, como administradora del capitalismo, con cierta justicia social…
*La que desarrolla políticas que pretenden equilibrar o armonizar al capitalismo con las clases trabajadoras…
*La que pretende mantener ese equilibrio, en medio de contradicciones y protestas obreras, las que reprime con abierta violencia, otras veces disimulada y trata de justificarla…
*La versión radical de izquierda europea, vinculada con el Partido Comunista de la URSS, mal sincronizaron con los derechos democráticos y corrieron la misma suerte…
*Otras versiones desarrollan proyectos sociales, pero viven bajo el acoso y el fuego de las fuerzas políticas conservadoras internas, aliadas con sus pares externas…
En resumen, la izquierda inquieta y molesta a las fuerzas conservadoras, pero no desaparecerá mientras las sociedades sean injustamente desiguales y –como se dice coloquialmente— ¡cada lora desde su estaca!
Y… bienvenidas la izquierda chilena y hondureña; también esperamos sean…bien halladas y mejor encaminadas.