25 de enero 2022
La Universidad de Costa Rica (UCR) ha registrado, desde 2018, un aumento en la matrícula de estudiantes nicaragüenses de primer ingreso; de 62 alumnos nicaragüenses, en ese año, pasaron a 118 en 2021, según datos de la casa de estudios superiores.
Además, desde 2018 hasta la fecha, la UCR ha otorgado becas socioeconómicas y el beneficio de pago como nacional —que permite al estudiante extranjero pagar la misma cantidad que un costarricense— a más de 900 nicaragüenses, entre ellos 83 estudiantes que hicieron la solicitud por ser refugiados o solicitantes de refugio.
Esta información se dio a conocer durante el panel virtual “Acceso a la educación de la población nicaragüense refugiada”, que realizó el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, a propósito del Día Internacional de la Educación.
“La Universidad de Costa Rica es una universidad pública, humanista y aboga por mejorar la realidad social del país y de la región. En este sentido, los datos reflejan una perspectiva de apoyo y de los servicios que se brinda a la población estudiantil, incluyendo a la migrante nicaragüense”, dijo María José Cascante Matamoros, vicerrectora de Vida Estudiantil de la UCR.
Trabas para ingresar
“El procedimiento para entrar a la universidad fue un proceso largo, y tedioso”, explicó Génesis Herrera sobre los requerimientos que hay que cumplir para matricularse en una universidad en Costa Rica. La joven nicaragüense es refugiada en Costa Rica y forma parte de los estudiantes que fueron expulsados de las universidades públicas de Nicaragua, que protestaron en abril de 2018. Actualmente estudia la carrera de Trabajo Social en la UCR.
Al inicio de la carrera, Herrera tuvo asesoría por parte de la Iniciativa Universitaria por Nicaragua, un grupo de docentes que preparan a los jóvenes para el examen de admisión, los procesos de inscripción y matrícula, pero no toda la población tiene acceso o conocimiento de este tipo de organizaciones, por lo que los jóvenes que desean continuar sus estudios universitarios en Costa Rica enfrentan muchos retos, explicó la joven.
Apostillar, certificar y solicitar la documentación en Nicaragua ha sido una de las principales trabas que han vivido algunos nicaragüenses que desean iniciar o retomar una carrera en el país vecino, comentó Herrera. Ello se debe a que algunos trámites requieren hacerse de forma personal y los estudiantes no pueden regresar al país por su seguridad, no tienen la posibilidad de otorgar un poder legal a otra persona, o no tienen en Nicaragua a alguien de confianza a quien delegar dicho trámite.
En algunos casos, los estudiantes han denunciado que entidades estatales niegan los servicios a quienes se vieron involucrados en las protestas antigubernamentales de 2018.
Acceder a las becas también ha sido complicado para los estudiantes nicaragüenses solicitantes de refugio. “Muchas instituciones desconocían lo que significaba ser solicitante de refugio y refugiada”, relató. También comentó sobre la situación económica, la revictimización y xenofobia, como los principales problemas a los que se enfrentan los nicaragüenses dentro de las aulas.
Niveles altos de educación
Esta situación obligó a los estudiantes nicaragüenses que entraron en años anteriores a organizarse, asesorarse y formar una red de contacto y apoyo para los nuevos ingresos. “El objetivo es que a los estudiantes no se les vuelva tan complejo y puedan hacer los trámites más ágilmente”, dijo Enrique Martínez, joven nicaragüense estudiante de la carrera de Administración de Empresas en la UCR.
Los estudiantes nicaragüenses en la UCR intentan involucrarse en los diferentes espacios de la vida política estudiantil, que les permita visibilizar su realidad, y así crear estrategias con instituciones correspondientes, para que las personas solicitantes de refugio o refugiadas puedan tener acceso a la educación sin tantas trabas.
Estudios e informes sobre la población migrante y refugiada nicaragüense también han hecho énfasis en la necesidad de mejorar el acceso a la universidad. “Una mayor proporción de recién llegados en los últimos años ha llegado con niveles más altos de educación”, señaló un reporte de Migration Policy Institute, presentado a finales de 2021.
“Actualmente, la educación superior puede estar fuera del alcance de migrantes y refugiados que no pueden proporcionar los documentos requeridos. Aportar mayor flexibilidad a este sistema podría ayudar a mitigar el riesgo de desperdiciar las habilidades y conocimientos de los migrantes que aspiran a carreras profesionales y técnicas”, destacó el informe, titulado “El estado de la política migratoria y de integración de Costa Rica”.