11 de enero 2022
El gobierno de Argentina expresó este martes su "más enérgica condena" por la presencia, ayer en la toma de posesión de Daniel Ortega, del iraní Mohsen Rezai, uno de los imputados por la justicia argentina por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos en Buenos Aires y después de 28 años sigue en la impunidad.
"La República Argentina expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega", señala un comunicado emitido por la Cancillería del país sudamericano.
Mohsen Rezai es vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán y su presencia en Managua constituye para el Gobierno de Alberto Fernández "una afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994".
"El Gobierno argentino exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes", agrega el texto.
La Argentina expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Su presencia constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la AMIA.
— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@CancilleriaARG) January 11, 2022
Segú información divulgada por el diario argentino Clarín, Rezai fue comandante del poderoso Cuerpo de los Guardianes de la Revolución-Pasdaran entre los años 1993 y 1994 y actualmente tiene alerta roja de Interpol. Es decir, debería ser detenido en el exterior, en cambio fue un invitado de honor de Ortega junto al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el cubano Miguel Díaz-Canel.
También, otras fuentes de la Cancillería argentina confirmaron a la agencia Efe que el embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, representante del país en la investidura de Ortega, enviará un cable diplomático para confirmar lo que ya transmitió por teléfono este martes a sus superiores jerárquicos: que "nunca se cruzó, ni saludó, ni sabía que estaba el iraní en el evento".
"Afrenta" a la justicia
En agosto pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino emitió otro comunicado en el que condenaba la decisión del Gobierno de Irán de designar para altos cargos ejecutivos a dos personas requeridas por la Justicia argentina por el atentado contra la AMIA: Mohsen Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos y Ahmad Vahidi para comandar el Ministerio del Interior.
En ese momento, Argentina recalcó que ambos casos constituyen una "afrenta" a la Justicia y a las víctimas del "brutal atentado terrorista" contra la mutualista.
Sobre ambos se afirmaba que son objeto de reclamo por parte de la Argentina por haber tenido una "participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado" contra la AMIA y pesan órdenes de captura internacional de Interpol.
Tanto la comunidad judía en Argentina como la Justicia responsabilizan del ataque a la AMIA, mayor atentado cometido en suelo argentino, a miembros del Gobierno iraní de ese entonces y del partido libanés Hezbolá, aunque ninguno de esos imputados pudieron ser nunca detenidos.
Nicaragua en la CELAC
Esta situación se da después de que Argentina asumiera el viernes pasado la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), mecanismo que integran una treintena de países de América, entre ellos Nicaragua.
El país sudamericano era el único candidato para presidir el grupo y finalmente logró ser elegido por consenso después de que en la cumbre de presidentes celebrada en 2021 en México no lograra el apoyo necesario por la negativa de Nicaragua.
El país centroamericano había rechazado apoyar a Argentina al acusarla de haberse convertido en un "instrumento del imperialismo norteamericano", tras las críticas que el Gobierno de Fernández había hecho el año pasado a la detención de políticos opositores nicaragüenses.
Sin embargo, tras meses de negociaciones por parte de Argentina para lograr los apoyos necesarios, Nicaragua superó sus reticencias y finalmente el viernes pasado votó a su favor.
Con información de Efe.