9 de enero 2022
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El Gobierno de Argentina dio marcha atrás y no enviará una delegación a la toma de posesión de Daniel Ortega y Rosario Murillo, reveló el diario argentino El Clarín. La decisión se dio un día después de que Alberto Fernández asumiera la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y Caribe (CELAC), cargo que asumió con el respaldo de Nicaragua durante la cumbre de este organismo llevada a cabo este viernes.
Según los reportes de El Clarín, en Buenos Aires imperaba un fuerte enojo con la prensa argentina porque en medio de la cumbre se filtró que el país sudamericano enviaba una delegación oficial a Nicaragua, para participar en la toma de posesión de Ortega para su cuarto período de Gobierno consecutivo.
Este sábado , el Gobierno argentino desmintió las declaraciones que brindará el embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, al diario La Prensa, refiriéndose a la llegada de una delegación oficial del país sudamericano al evento.
"El único representante argentino que va 'es él' (Capinatich), dijeron cerca del canciller Santiago Cafiero, este sábado", reportó El Clarín.
"La prensa solo se remitió a transcribir las propias palabras del embajador argentino en Managua. Sin embargo, este sábado salieron a desdecirlo al afirmar que el diplomático habrá 'confundido' o querido 'decir otra cosa", agrega el reporte del reconocido diario argentino.
Capitanich dijo lo siguiente a La Prensa: "En realidad la Argentina tiene una coalición de gobierno digamos, aparte del Partido Justicialista, entonces hay unos representantes también de algunos espacios políticos que conforman el Frente de Todos que ya están en Managua, pero aparte estamos esperando representaciones del gobierno ".
"Las palabras de Capitanich diciendo que la Casa Rosada enviaba una delegación arrojaban leña al fuego con otro de los asuntos delicados que tiene que manejar Fernández al frente de una CELAC muy dividida. Cuba, Venezuela y Nicaragua apuntan contra Washington por las presiones que ejercen en su contra. Ello mientras que el Gobierno necesita apoyo de la administración de Joe Biden en sus negociaciones por la deuda externa con el Fondo Monetario", reporta El Clarín.
En septiembre pasado, canciller Denis Moncada dijo que no votaría para que el país suramericano asumiera pro tempore de la CELAC, y acusó a Argentina de ser “instrumento del imperialismo norteamericano” en una serie de tensiones, agudizadas por el intento que hicieron los argentinos de mediar en la crisis de Nicaragua, lo que fue rechazado como una “intromisión” por el régimen de Daniel Ortega.
Cuando Felipe Solá era su canciller, Argentina protestó por los presos políticos y le reclamó respeto a la democracia a Ortega. Solá llamó a Capitanich a consultas a Buenos Aires y México hizo lo mismo con su representante diplomático.
"Ortega se ocupó de vetar la presidencia argentina en la cumbre de presidentes de la Celac que hizo México en septiembre. Solá fue desplazado por Cafiero. Capitanich fue restituido a su puesto en Managua al igual que el Mexicano en el suyo. Argentina volvió a abstenerse de condenar al régimen nicaragüense en la OEA. El viernes, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, permitió que hubiera consenso regional y Argentina fue ungida al frente de este organismo", añade el reporte de El Clarín.
Ortega y Murillo asumen este nuevo ciclo de Gobierno, luego de adjudicarse el triunfo el pasado 7 de noviembre, en un viciado proceso de votaciones caracterizado por la represión y persecución ciudadana, la falta de transparencia y la anulación de la competencia política, a través del encarcelamiento de siete precandidatos opositores, quienes forman parte de los más de 40 nuevos reos de conciencia secuestrados entre mayo y diciembre de 2021.
