4 de enero 2022
El Gran Ducado de Luxemburgo decidió suspender sus actividades diplomáticas en Managua a partir del primero de febrero de 2022, un día después que su actual encargado de negocios Joe Geisbusch, finalice su misión en el país, según una misiva oficial enviada a las misiones diplomáticas radicadas en Nicaragua.
En la misma comunicación, se informa que las relaciones bilaterales continuarán con Nicaragua a través de la embajada de ese país en Washington, capital de Estados Unidos, sin embargo, no se explican las razones de la decisión que fue comunicada, de acuerdo a fuentes diplomáticas, el lunes tres de enero, una semana antes de la nueva toma de posesión de Daniel Ortega y su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo.
Ortega y Murillo asumirán un segundo período consecutivo como pareja presidencial, luego de las votaciones de noviembre pasado calificadas por la comunidad internacional como ilegítimas y realizadas bajo la sombra de la represión y la imposición de un estado policial de facto a la ciudadanía que conculca sus libertades públicas desde septiembre de 2018.
¿Por qué tomaron esta decisión?
CONFIDENCIAL escribió una solicitud de información al correo del Gran Ducado en Managua, para pedir la versión de su Ministerio de Relaciones Exteriores, sin embargo, hasta ahora no hay una respuesta sobre las razones que llevaron a sus autoridades a tomar esta decisión sobre la sede diplomática en Nicaragua, uno de sus siete países socios en el mundo, de acuerdo con la información que proporcionan en su propio portal electrónico.
Según el informe de cooperación externa de Nicaragua en 2020, Luxemburgo ha donado al sector público entre 2007 y 2020, un total de 89.6 millones de dólares. Su apoyo se ha centrado en sectores como turismo, salud, programas de agua potable, transfusión sanguínea, entre otros de mucho interés social.
En julio de 2018, tres meses después de iniciada la represión estatal contra la ciudadanía en Nicaragua, el Gran Ducado se declaró preocupado por el deterioro de la situación en el país y condenaron la escalada de violencia, represión y detenciones arbitrarias que se producían en ese momento, lo que motivó la congelación entonces de los fondos al Gobierno de Nicaragua.
“Nicaragua ha sido un país socio de la Cooperación de Luxemburgo desde la década de 1990. Nuestra cooperación siempre se ha basado en el respeto de los derechos humanos y los valores democráticos. Dada la situación actual, Luxemburgo ha tomado las medidas necesarias, incluyendo la congelación de los desembolsos dirigidos al Gobierno y la suspensión del proceso de firma del nuevo Programa Indicativo de Cooperación con el Gobierno de Nicaragua. Luxemburgo está fortaleciendo su apoyo a la sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos en el terreno, y también se está concentrando en los aspectos regionales de la cooperación en América Central”, lamentaron, según el comunicado divulgado entonces.
El régimen de Ortega, hasta ahora, no se ha pronunciado sobre la decisión de Luxemburgo, que se suma al estado de aislamiento de la dictadura tras las votaciones de noviembre pasado.