1 de enero 2022
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En 2021, Nicaragua destacó como uno de los países del continente que coartó la libertad de prensa y de expresión, convirtiéndose en “un mal ejemplo”, que fue replicado por otros países de la región, entre ellos: El Salvador, señala la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios).
“Nicaragua se convirtió en una dictadura sin atenuantes y sus prácticas lamentables fueron replicadas por sus países vecinos con un solo objetivo: callar a las voces disidentes”, según el reporte anual titulado: “La calidad de la Libertad de Expresión retrocedió en la Región”.
De Nicaragua destacan la aplicación de la Ley de Ciberdelitos y la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros. Ambas leyes fueron utilizadas como herramientas de persecución, acoso, y hostigamiento contra periodistas y todas las voces críticas. Como resultado, el país cierra el año con al menos 160 presos políticos, decenas de periodistas exiliados, varios medios de comunicación confiscados y una creciente lista de organización no gubernamentales y asociaciones que perdieron su personería jurídica.
El Salvador imitó a Ortega
“El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, adoptó este mal ejemplo y lo hizo suyo a través de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros. A esto se suma el asedio y el discurso estigmatizante que el mandatario ha lanzado contra medios de comunicación críticos como El Faro, llegando al punto de involucrarlos en delitos de evasión tributaria y obligar a sus periodistas a salir del país”, destacan.
Guatemala se sumó también a esta tendencia con la reforma a la Ley de Organizaciones No Gubernamentales (Ley de ONG) con la cual ahora el Estado tendrá la potestad de quitarle el registro a una oenegé sin pasar primero por un tribunal o que exista defensa.
“Aquí (en Guatemala), los ataques contra medios de comunicación comunitarios fueron relevantes durante este año. Se acusaron a periodistas por delitos de sedición, incendio, y robo agravado. Incluso se llegaron a establecer estados de sitio, en contra de la libertad de expresión”, detallan.
Eleva el riesgo de ser periodista
Ser periodista en Latinoamérica se ha vuelto más peligroso. En países como Brasil, México, Perú, Cuba, Nicaragua, Guatemala y El Salvador son los mandatarios quienes se encargaron de deslegitimar a la prensa y esto se tradujo en ataques perpetrados por simpatizantes a los gobiernos.
“Los ataques contra la prensa durante este año se han visto precipitados por discursos estigmatizantes que provienen desde políticos que buscan deslegitimar su trabajo”, denuncian.
De Centroamérica, Honduras es el país más peligroso para ejercer. En los últimos dos años, cuatro periodistas han sido asesinados y el Gobierno de Juan Orlando Hernández “ha significado pasividad y poca acción contra los atentados a periodistas”.
Asimismo, explican que “en Brasil, México, Perú, Cuba, Colombia y los países centroamericanos, durante este año, se produjeron ataques por parte de la Policía, identificada como uno de los principales agresores estatales contra periodistas”.
Según el recuento de Fundamedios, en los últimos 24 meses ocurrieron 30 asesinatos a periodistas. México encabeza la lista con un total de 16 casos, lo cual lo ubica como el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, seguido de Guatemala y Honduras, con cuatro casos respectivamente.
