6 de diciembre 2018
Elis Leonidovna Gonn, de 24 años de edad y supuesto origen ruso, fue identificada por la Policía Nacional como la responsable del ataque con ácido sulfúrico en contra del sacerdote Mario Guevara, la tarde de este miércoles en la Catedral Metropolitana de Managua, cuando prestaba oficios religiosos. Los motivos del ataque continúan sin revelarse.
El sacerdote sufrió quemaduras en el rostro y un brazo. Aunque la gravedad de las lesiones no se ha precisado, autoridades de la Iglesia católica confirmaron que la condición del sacerdote es estable.
NOTA DE PRENSA: Ataque a Sacerdote en Catedral de Managua. #ArquidiocesisdeManagua pic.twitter.com/59eBN9Bjd3
— Arquidiócesismanagua (@arquimanagua) 5 de diciembre de 2018
El padre Mario Guevara realizaba una sesión de confesiones, cuando la mujer, roció el rostro y cuerpo del sacerdote.
Guevara fue trasladado de emergencia a un hospital, y la mujer fue capturada por personas que se encontraban en la catedral, indicó monseñor Silvio Romero, quien prefirió no profundizar en los detalles.
Me acaba de llamar el Cardenal Leopoldo J. Brenes, quien ha visitado al P. Mario Guevara ya en la Catedral de Managua. Me ha confirmado que el Padre está estable y que las quemaduras no son graves. El Cardenal y este servidor damos gracias a Dios y les pedimos sus oraciones.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 6 de diciembre de 2018
Las razones del ataque son desconocidas, y el fray no confirmó si está relacionado con ataques anteriores de partidarios del Gobierno hacia el clero.
El ataque ocurrió dos días después de que un hombre, identificado como Ramón Mercedes Cabrera, colgó en redes sociales un vídeo con fuertes amenazas contra el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes "y todo aquel que sea católico", en el que también afirma que cuenta con el "respaldo del Frente (Sandinista de Liberación Nacional, FSLN), partido de Gobierno.
Las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno de Nicaragua se mantienen tensas desde que el presidente Daniel Ortega acusó al Episcopado de apoyar un "golpe de Estado" en su contra, en medio de la crisis que ha dejado cientos de muertos y presos políticos en protestas contra el gobernante.
Los obispos actúan como mediadores en un Diálogo Nacional, actualmente suspendido, entre el Gobierno y representantes de distintos sectores de la sociedad nicaragüense, para superar la crisis.