29 de noviembre 2018
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no se refirió este jueves sobre las sanciones que Estados Unidos impuso a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y al asesor de seguridad nacional, Néstor Moncada Lau, por “corrupción desenfrenada, desmantelamiento de las instituciones democráticas, abuso de derechos y explotación de las personas y recursos públicos para beneficio privado”.
El mandatario inauguró un paso a desnivel en la zona de Las Piedrecitas, en Managua, pero evitó hablar sobre la firma de una “Orden Ejecutiva”, de parte del presidente estadounidense, Donald Trump, que calificó a la crisis en Nicaragua una "extraordinaria e inusual amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", por lo que declaró una "emergencia nacional para lidiar con esta amenaza”.
Ese mismo día, el Senado estadounidense aprobó por unanimidad una legislación conocida como "Ley Magnitsky Nica", que fue diseñada para castigar a los cómplices del régimen orteguista y restringir el acceso a créditos y donaciones internacionales al Gobierno.
Puente desnivel
Ortega dedicó gran parte de su breve discurso a resaltar los beneficios de la obra, que, junto a la construcción del paso a desnivel del 7 Sur, requirió una inversión de 14 millones de dólares, según la publicación de medios nacionales.
A diferencia de otras actividades, la presencia de simpatizantes fue bastante rala, no así el despliegue policial. Desde el inicio de los protestas cívicas, el presidente se hace acompañar de una enorme comitiva de policías, que lo siguen en camionetas y motocicletas.